La mentira original

En los últimos años he advertido una tendencia: películas basadas en un guión con una idea interesante ("Quieres ser John Malkovich", "Cold Souls", por nombrar algunas), pero que quedan sólo en eso, no logran un desarrollo convincente y uno acaba preguntándose cómo es que han echado a perder una idea tan buena. En este caso, descartando algunos momentos de humor bien logrados, no se logra escapar del lodazal que el mismo guionista, director y actor ha creado. Cuando llegaron los títulos tuve la sensación de haber perdido mi tiempo.

Agradable comedia romántica, con pequeñas gotas de fábula moral que se deja ver con agrado pese a ciertas endebleces de su guión debido a la complejidad de la premisa inicial. El film plantea un mundo en el que ningún ser ha mentido jamás (de hecho a veces se dicen las verdades con demasiada facilidad sin que nadie pregunte). Si pensamos un poco en esa posibilidad en el mundo de hoy en día, creo que todos coincidiríamos que el panorama sería desolador, guerras, violencia, odio... una sociedad en la que sería imposible convivir (sí, se que eso también se puede aplicar a los tiempos que corren, pero me refiero aun más exagerado, jejeje). La película en su primera media hora intenta describir como sería ese mundo y como se lograrían esos equilibrios en los que, tal vez a fuerza de oír siempre la verdad cruda esta nos fuera mucho más asumible de lo que sería hoy en día. Planteado ese mundo y roto por la excepción de un personaje, el film especula sobre el efecto que esa nueva situación tendría. Sin embargo, Gervais y Robinson acaban por decantarse por cerrar una comedia romántica comercial y ligera, en lugar de un delirio al modo de Spike Jonze o Michael Grondy. Quién espere más que sonrisas, una cierta originalidad y ternura saldrá decepcionado, pero los que se dejen divertir por las comedias amables pasarán un muy buen rato.

Supongo que hay un corazoncito de sátira palpitando en el interior de este artefacto ultra-convencional, pero hay que pegar mucho la oreja porque cuesta bastante escucharlo.

El comienzo promete: en un mundo en el que sólo se conoce la verdad, un hombre de lo más vulgar descubre la primera mentira y cambia la historia. Gracias a las mentiras, aparece la ficción y aparece la religión, lo que debiera darle la oportunidad a Gervais de sacar su monty python interior. Se ve que no lo tiene, porque en lugar de eso, se marca una comedia romántica con Jennifer Garner que sobra más que un hetero en un concierto de Locomía.

Ahora sería el turno de decir que la idea por lo menos es brillante. Por supuesto, lo es. El problema es que un tal Mike Judge se le adelantó unos añitos y lo que vemos aquí no es más que una variación de la premisa que ya se presentase, de una manera mucho más divertida, en "Idiocracia".

Súmese a esto el hecho de que Ricky Gervais no es precisamente el tipo más expresivo del mundo, que es al humor sutil lo que el proverbial elefante a la tienda de porcelanas y tenemos esta mediocrísima "Increíble pero falso", otra película prescindible del 2009.

Alcanza el aprobado con cameos e intervenciones de gente como Tina Fey o Philip Seymour Hoffman y alguna coña que no sé si de casualidad o a propósito, da en el blanco.

Termino con otro corte de mangas a los encargados de traducir los títulos: ese "Increíble pero falso" es anodino, no te dice nada, lo mismo podría ser una peli de Spike Jonze que de los Wayans. El título original era excelente ¡y muy fácil de traducir!. A ver si para la próxima...

Ricky Gervais es un genio de la tele, eso creo que es indudable.
La serie Extras es una auténtica maravilla, en la que Mr. Gervais (junto a su colega Merchant) da una lección de dirección, guión y actuación. Igual se podría decir de The office (la versión original británica)
Sin embargo su salto al cine no cumple con las expectativas. La película promete en su comienzo pero se va desinflando a pasos agigantados y uno está deseando de que llegue el final pronto, pase lo que pase.
El punto de partida parece que puede dar para mucho, pero el amigo Ricky no consigue un guión sólido que nos mantenga enganchado a la historia.

Lo mejor: dos o tres gags y poder ir descubriendo las caras conocidas de varias series, tanto británicas como americanas, Extras, 30 Rock, Arrested Development, Lucky Louie...

Lo peor: la sensación de que se podía haber sacado mucho más de lo que nos encontramos en la peli.

De todas formas tampoco hay que crucificar a Ricky Gervais porque conociendo su trayectoria es merecedor de una segunda y hasta una tercera oportunidad.
Quedamos a la espera de la serie que prepara con su inseparable Stephen Merchant.

La película parte de una idea muy original, comienzas a ver la película y piensas "¿como no se le ha ocurrido a nadie antes hacer una película acerca de la mentira?"; una película inteligente eso si, nada del tipo Mentiroso compulsivo...

Más allá de ser una comedia, aporta interesantes reflexiones acerca de la existencia, la vida social y los valores, pero va diluyéndose hacia el final, pasando de ser una comedia inteligente y muy interesante a una comedia romántica.

Como yo soy una persona positiva, y viendo la escasez actual de películas que conjuguen entretenimiento y reflexión, le doy una buena nota, y sin duda la recomiendo.