Y nadie más que tú

Me ha gustado mucho que resultara una película sencilla. Nada de tramas complejos ni filosofías extensas ni profundas. Sencillo y directo, natural. Vivir el presente, sin olvidar el futuro pero no darle tanta importancia. Aprender a dejar ir y reconocer que tienes miedo y que la situación por la que pasas no es sencilla.

Y nadie más que tú” es un drama romántico dirigido por Stephanie Laing (“Veep”, “Divorce”) y escrito por Bess Wohl (“Plan de vuelo”, “Se busca pareja”) para la plataforma de Netflix. Esta película tiene como protagonistas a Gugu Mbatha-Raw (“La Bella y La Bestia”, “Belle”), quien interpreta a Abbie, una chica espontánea y divertida, mientras que Michiel Huisman (“Game of Thrones”, “El secreto de Adeline”) interpreta a un profesor de universidad llamado Sam, quien posee una personalidad intelectual y tímida. También cuenta con las participaciones de Christopher Walken (Myrion), Steve Coogan (Mitch), Kate McKinnon (Kate) y Jacki Weaver (esposa de Myrion).

Su historia de amor comienza desde pequeños y desde aquel entonces ambos fueron inseparables y comenzaron su vida juntos. Todo marchaba bastante bien hasta que un hecho inesperado cambiará su vida para siempre. Luego de su fiesta de compromiso, Abbie decide ir al médico pensando que se encontraba embarazada, pero la respuesta que obtiene, le da un giro sorpresivo a su vida cuando se entera de que tiene un tumor cancerígeno terminal. A partir de aquí, Abbie comienza con el tratamiento y se une a un grupo de croché donde entablará una relación de amistad con Myron (Christopher Walken), quien la ayudará a lidiar con su enfermedad.

Creo que esta película pudo haber sacado un potencial mayor, ya que la historia que tratan de desarrollar es buena, sin embargo no se puede catalogar como una película “buena” pues por mi opinión, me hubiera gustado que los actores hubieran tenido una mejor conexión con su papel, ya que no se siente, no tiene como el tono adecuado, hay algunas partes de la película que son poco entretenidas, pues hace que te distancies un poco en vez de atraerte.

Sin embargo, me gusta la historia, es interesante. Me gusta porque en lo personal me hace reflexionar, y la historia te puede hacer ver la vida de otra manera. Hace que aprecies lo que tienes, agradezcas por ello. Te hace dar cuenta de que nadie tiene una vida perfecta y nunca pasará, pues la perfección es algo subjetivo. Aprende a dejar ir y reconocer que el tener miedo está bien, solo vivir el presente sin preocuparte tanto por el futuro.
La película no tiene una mala filmación, lo único es que los actores no conectaron bien su papel y para algunos puede volverse una película tediosa, pero si son más del drama puede sacarles unas cuantas lágrimas.
- Frida Sant. 6° CS y H

Con las películas sobre enfermedades terminales pasa un poco como con aquellas que tratan el Holocausto. Parece imposible caer en el tremendismo, los tópicos y la lágrima fácil.
Por eso se agradece que Y nadie más que tú esquive de manera hábil la sensiblería gratuita. De hecho, se trata de una película con momentos bastante simpáticos e incluso divertidos, nada traumática o machacona en su calado emocional, y eso, como decimos, es de agradecer. Tampoco es ninguna obra maestra, por supuesto, por la sencilla razón de que la historia que cuenta no es nada del otro mundo y, a pesar de todo, sigue siendo enormemente tópica y "hollywoodiense", pero su visionado es agradable. Además, la pareja protagonista tiene química, y ya han demostrado por separado que son capaces de grandes cosas. Michiel Huisman, desde que lo descubrimos como el (segundo) Daario Naharis de Juego de Tronos, continuamente sorprende con sus muchos registros, como en la reciente y magistral La maldición de Hill House. Gugu Mbatha-Raw ya sólo por su Kelly de San Junipero merece un monumento, pero además es una de las actrices más creíbles y "cercanas" de la actualidad, todo verdad y credibilidad.
Correcta y sanamente vitalista.

Lo mejor: Su carácter y la pareja protagonista
Lo peor: Es lo que es

Una conmovedora historia que sin duda causa una que otra lagrima pero solo para los más melodramáticos del mundo

Producción de Netflix... eso lo dice todo, lo anticipa todo, lo degrada todo.

Malgasta a un reparto con fama y talento resultando de ello actuaciones mediocres y sin brillo.

Ni siquiera el relato logra conmover ni consigue vincular al espectador con la historia que se desgrana mal hasta el punto del aburrimiento.
Superficial y además poco entretenida.

Típica producción de NETFLIX: HORRENDA.