El príncipe de los ladrones

Es cierto que la película no pasará a la historia ni marcará una nueva tendencia, pero es una película agradable y bastante mejor que muchas que habiendo gastado el triple en efectos especiales han resultado ser una nefasta creación.
Es una película para ver en familia y poniéndose en el papel de la persona que va a ver un film infantil y de fantasía. Si el espectador consigue adecuarse a la situación, pasará un rato muy agradable. La banda sonora y las vistas de Venecia ofrecidas me parecen espectaculares.

Cornelia Funke pertenece a esa rara especie de autores de literatura infantil cuyos nuevos libros son ansiosamente esperados por una creciente legión de "fans" de todo el mundo, a medida que sus obras se traducen a más y más idiomas. Mientras que sus primeras obras iban dirigidas a un público formado por alumnos de primaria, "The Thief Lord" ha tenido un tremendo "gancho" para una gama más extensa de lectores pertenecientes a un amplio espectro de edades. Esta novela ha alcanzado gran éxito en las escuelas de todo el mundo, desde Estados Unidos a Japón, gracias, no sólo a la combinación de un discurso narrativo de primera y un gran contenido pedagógico, sino también al hecho de que todas las facetas de la aventura se deben a los niños. Se describen unos héroes creíbles para el pequeño lector, arrojados en un mundo mágico existente dentro de un contexto real, la inigualable ciudad de Venecia.La película ha usado efectos sonoros, del clásico juego de computadora Starcraft.
Es una pena que no se tomasen mas en serio el film pues resulta un tanto anodino y sin cosistencia.

Película de 2006 dirigida por Richard Claus. Dos hermanos escapan a Venecia pues, tras la muerte de sus padres, sólo el pequeño es adoptado por sus tíos y no se quieren separar. Allí conocen a un misterioso chico conocido como el príncipe de los ladrones que vive en un teatro abandonado junto a otros huérfanos, robando algunas cosas para sobrevivir. Pero los tíos contratan a un detective y van tras ellos mientras al príncipe le encargan un robo especial.

Claus adapta la exitosa novela El señor de los ladrones de Cornelia Funke, encargándose del guión y la dirección. Tiene una historia entretenida y no del todo previsible, junto a unas localizaciones impresionantes en Venecia, lo que le dan mucho atractivo. Por contra, la fluidez de su desarrollo, alguna falta de inconsistencia y un exceso de sensiblería hacen que el resultado final no sea tan redondo. Aún así, cumple sobradamente su misión pues a los peques les atrapa del todo mientras a los mayores les entretiene suficientemente con el encanto del marco elegido. Es una producción alemana pero con reparto británico y se ve patente la escasez de medios con que debieron contar. Es mejor que muchas cintas familiares con más recursos pero no explota su potencial.

Entretenida.

La pobre Cornelia Funke no ha tenido suerte hasta ahora con las adaptaciones de sus novelas.
Moralista, sosa y, lo que es peor, bastante bastante aburrida, ni siquiera el placer de ver tan jovenzuelos a Aaron Taylor-Johnson y George MacKay supone un aliciente. La dirección de Richard Claus es bastante plana, y parece mentira que se pueda desaprovechar así la belleza eterna de Venecia, que siempre luce tan bien en la gran pantalla.
Una aventura sin demasiada gracia ni talento para contar una historia que, a buen seguro, gana mucho en la letra impresa, pero deviene en una cinta sólo apta para el público infantil que no sea demasiado exigente.

Ni un sólo punto salvable en semejante despropósito: desde las interpretaciones infames, hasta los efectos especiales vergonzosos, pasando por la música rimbombante y fuera de lugar, hacen de ésta una de las peores pelis que he visto nunca. El argumento es tan delirante como inverosímil (una especie de hibrído monstruoso entre Oliver Twist y Los Goonies, pero sin ninguna de las virtudes de esas obras), los diálogos son como para dar de comer aparte a los guionistas (si los hubo), y el tufo a telefilm de los que se programan a las cinco de la madrugada, impiden recomendar semejante bazofia absolutamente a nadie, enemigos incluidos.
Un consejo: si a alguien le cae en las manos este DVD, que ni se le ocurra meterlo en el reproductor (y aún menos darle al play). Como posavasos, aún puede ser útil; como medio de entretenimiento, incluso sería mejor hacer puenting desde lo alto de una pirámide..