Sensatez y sentimientos

Alucino con la gente que acusa a "Sentido y sensibilidad" o a "Orgullo y prejuicio" de previsibles, superficiales y lentas...Vamos a ver...Estamos hablando de adaptaciones de las novelas de Jane Austen, una autora del siglo XVIII cuyas novelas son un análisis, desde un punto de vista irónico, de la sociedad de su tiempo; especialmente de las complejas y sutiles normas que regulaban las relaciones entre hombres y mujeres. ¿Qué se esperan algunos? ¿Una trepidante sucesión de sorpresas y giros argumentales a lo Indiana Jones? Hay que juzgar las películas con flexibilidad de criterio y un poco de cultura, por favor.
Como ya se habrá adivinado por lo que acabo de comentar, "Sentido y sensibilidad" es un hermoso retrato de época que muestra los dilemas amorosos y sociales de dos hermanas (las magníficas Emma Thompson y Kate Winslet), la sensata Elinor y la emotiva Marianne que, como el 99% de las muchachas de aquella época, tienen puestas todas sus miras en el matrimonio. Ambas encontrarán el amor y tendrán que sortear el encrespado mar de los convencionalismos de la época para consumarlo.
Como es de esperar de un director como Ang Lee, "Sentido y sensibilidad" está exquisitamente rodada, con una fotografía luminosa, un guión ajustado al milímetro, unos actores británicos de primera fila (además de las protagonistas, destaca el siempre espléndido Alan Rickman) y una acertada puesta al día del espíritu romántico de la historia.
Por supuesto, mejor se abstengan los buscadores de emociones fuertes. Aquí todo transcurre de manera sutil, sin estridencias, en consonancia con lo que se está contando. Todo es elegante, sutil y de un gusto irreprochable. Recomendada para personas que disfruten de las historias bien hechas, sin prejuicios.

Lenta como opinan mis contertulios, pero maravillosa. Ortega y Gasset decía que las personas que rehuyen hablar de amor, para no pecar de banales, no son precisamente las más profundas. Y es que no es fácil hablar de amor. Pero la cinta lo hace con un respeto y con una fidelidad histórica sorprendentes.

Acá observamos el conflicto que formó a los escritores de la época: el romanticismo frente al realismo. El mismo conflicto que llevó a la tumba a Madame Bovary y que destrozó al mismo flauvert: el romántico que se da de bruces contra el mundo.

Para disfrutar de la película hay que ser capaz de sentir grandes pasiones. Esta no es una simple historia de amor, es la historia misma del arte.

No creo que sea fácil dirigir cualquier película, pero una de época mucho menos. Aunque reconozco que una de mis mayores debilidades son las adaptaciones de novelas costumbristas del XIX, debo decir que ninguna de las realizadas en el último decenio está dirigida como esta: Mansfield Park, Emma, Jane Eyre, La importancia de llamarse Ernesto, Orgullo y prejuicio...la mayoría preciosas y bastante bien hechas, pero como Sentido y Sensibilidad de Ang Lee, para mí ninguna.
Idóneos papeles y magníficas oportunidades para dejar a los actores lucirse como nunca, como en el caso del genial actor Alan Rickman, quien tras hacer películas poco llamativas en lo que a interpretaciones se refiere, muestra su cara más humana y sensible. Por no hablar de la impresionante Emma Thompson o de la joven y, por entonces, prometedora Kate Winslet. Una caracterización perfecta (vestuarios, escenarios, cada elemento parece estar estudiado al dedillo para hacer sentir al espectador que realmente forma parte de la vida cotidiana de las familias británicas del siglo XIX) y una música que hará las delicias de muchos y muchas.

Para que quede claro: Amo las películas de época, y si son románticas, mejor.
Ahora puedo decir, sin que se malinterprete, que ésta es una película para pocos. Es decir, no para entendidos o para "iniciados" sino para amantes, como yo, de "este" cine.
Gente que no espere ver acción, vértigo, efectos especiales o sorpresivos giros en el guión, sino una tranquila, emocionante y hermosa historia.
Y es hermosa desde el pricipio hasta el final. Una bellísima fotografía y buenísimas actuaciones de todos (menos de Hugh Grant, que no sé a quién se le habrá ocurrido ponerlo de pareja ni más ni menos que de Emma Thomson que lo opaca cada vez que aparece en escena).
Una trama de inflexibles normas sociales rige el comportamiento de los personajes que sólo dejan entrever en algunos momentos sus sentimientos. Seré depravada, pero ese ambiente de sofocante rigidez me parece súper sexy, tengo la impresión de que cada gesto contenido, cada fórmula de cortesía sirve para controlar tumultuosas pasiones....
Y para dar rienda suelta a mis tumultuosas pasiones está Alan Rickman, que domina cada escena en la que aparece (¿o me parece a mí?) más churro que nunca , comiéndose con los ojos a la Winslet y matándome de amor con su voz de machote y su pronunciación incomparable....Ay, Coronel Brandon, con tantísimos botones en su saco y en su chaleco, tardaré horas en desvestirlo....
La vi más o menos un millón de veces, y sigo viéndola cada vez que la pasan en el cable...es una de mis películas favoritas.

Para mí las obras maestras son aquellas a las que yo puntúo un 10. Los nueve son casi maravillas cinematográficas y esta película es una de ellas. De un genial guión a unas actuaciones de chuparse los dedos nos adentramos en un drama de época que junto a Pena de Muerte hacen el dúo de las mejores películas del 1995. (Para mí Fargo es del 96 sino sería también una de ellas)

Kate y Emma se comen sus escenas, tapando a Hugh Grant, el único problema de la película. Alan Rickman también actúa muy bien.

Merecidísimo Oscar. Añadiría actriz secundaria y un ex-aequo de actriz junto a Susan Sarandon. Genial. Sin desperdicio.

RESULTADO: Actrices maravillosas, que, junto a un genial guión forman una maravilla.
P.D. Enhorabuena al genial trabajo de Ang Lee.