Cara a cara

Cine de Hong Kong con su estilo contundente, donde las coreografías están por encima del guión, en este caso bastante contradictorio.
El protagonista mantiene en toda la cinta un doble rasero respecto a la violencia que carece de solidez.
El film narrado en algunos momentos a modo de fragmentos tiene en la hipocresía un lugar guardado para las segundas oportunidades(buenas o malas).
Una de policías y ladrones con buenas secuencias de acción y unas coreografías ligeras pero eficaces.

Festival de tiros, hostias y virilidad masculina en la mejor tradición del cine de Hong Kong, con todo lo bueno y todo lo malo. El clásico enfrentamiento entre grupo de atracadores que se las saben todas y el de policías que parecen ir siempre a rebufo de sus antagonistas.

No hay secretos en el guión, más allá de mostrar una moralidad dudosa en relación al comportamiento policial retratado. Nuestro protagonista reparte estopa con total violencia sin preocuparse de cuantos hígados revienta ni cuántos cuellos rompe. Eso sí, un exceso con resultado de muerte supone una condena necesaria para construir a nuestro malvado. Un sustento argumental de lo más endeble. A pesar de esta hipocresía moral, no hay dudas acerca de quién tiene tiene que ser receptor de nuestras simpatías. La autoridad establecida tiene que ser respetada, que estamos en China.

En el apartado técnico no hay reproches. Las escenas de acción lucen espectaculares, tanto las persecuciones como las peleas. Se alargan como siempre pasa, y son tan inverosímiles como acostumbran. Pero se trata de lucir coreografías y apelar al sentido del espectáculo. Dejando eso a un lado, no le busquen más lecturas.

Última película del maestro de acción Benny Chan, que no pudo ver estrenada, ya que murió antes de cáncer con 58 años durante la postproducción.

Bong es el típico policía de Hong Kong con muchos años de servicio y muy respetado por sus compañeros. Su moral es incorruptible y sabe salir airoso de muchas detenciones peligrosas llevando ante la justicia a muchos criminales.  Ahora que espera su primer hijo, está empezando a reconsiderar el peligro que corre y plantearse otro estilo de vida, pero su pasado vuelve a jugar en contra cuando una panda de narcotraficantes liderada por Ngo quiere venganza por los años que paso en prisión gracias a él.

El gran Donnie Yen, un fantástico luchador de artes marciales, protagoniza este film de acción con unas coreografías de peleas muy bien realizadas. Benny chan conserva el espíritu de su cine, sobre todo el de los 80, con una trepidante energía; sin embargo, hay escenas donde el ritmo baja y resultan algo confusas (sobr todo los flashbacks). Lo achaco a que su estado de salud no sería el más idóneo a la hora de rodar. Aun así, la película consiguió recaudar en todo el mundo más de 200 millones.

Incesante lluvia, luces de neón, tonos rojizos, cámara lenta, tiroteos y persecuciones en coche, lo tenemos todo en este film de puro entretenimiento y evasión.

Si bien el cine de Hong Kong siempre estará asociado a la realización de películas de acción, estos últimos años ha disminuido esta increíble industria de tan gran impacto en muchos países, el adiós de este magnífico director ensombrece más aún la continuación de este género. Una pena.
Destino Arrakis.com

Hacía tiempo que no me aburría en una película de acción. Que estuviera deseando que terminase. Bueno, no recuerdo que me hubiera pasado esto nunca, en una peli de acción. Es que me dan ganas de ver (aunque por hoy ya ha bastado) una de los 80, para ver acción y ya, sin pretensiones, pero disfrutable al menos y con palomitas. O una de Marvel, si me apuran.

Prefiero ensaladas de hostias bien dadas, en plan The Raid, con una línea de argumento, pero al menos con buenas coreografías.

Esto no tiene ni buenas coreografías. Mientras lo deglutía, no sé por qué, me acordaba de otro Chan, pero de Jackie. Debe de ser que el bueno de Donnie Yen va mayor, y ya no está para muchos trotes. En esta actuaba mejor que peleaba, y con eso lo digo todo.

Encima, quieren hacer una historia, y te largan un rollo ininteligible, en el que sabes que unos polis fueron encarcelados y se vuelven malos y vengativos, y del desarrollo no te enteras ni torta. Con eso te enrollan dos horazas, con muchos tiros, y algunas hostias, pero bastante sosamente coreografiadas. Si esto es la revisión del cine de Hong Kong, me temo que siguen el mismo camino que la revisión del cine de Hollywood: caída libre.

Eso sí, algunos planos bonitos de la ciudad, y la fotografía, pues ni tan mal.

Edito: quizá, revisando algunos datos a raíz de la dedicatoria final, el problema es que la cinta se estrenó un año después del deceso del director, dep, y puede que el pobre hombre, entre enfermo y fallecido, no lo sé, no haya podido ni medio terminar lo que quería hacer. Pues lo lamento, pero no me ha gustado el homenaje que le han dado quienes la hayan acabado.