Cuando dejes de quererme

Uno de esos casos raros en los que vas al cine por ir, pero con educación y decisión siempre, y te encuentras con una película que te va metiendo en el bolsillo aún lejos de ser perfecta. El género de drama le viene como un guante, a término medio entre la intriga de su trama y los toques acertados de comedia a cargo del gran Eduardo Blanco. El romanticismo lo aporta Flor Torrente ya sólo con la mirada.

Al principio esa mezcla choca, luego te das cuenta de que es o que la hace especial en cierto modo. Es un gran flashback, de esos que embaucan tanto que te olvidas de que es un flashback, que culmina al final con una lectura de carta póstuma que sorprende y emociona. Es una película de diálogos, anécdotas, miradas y sospechas. No un thriller trepidante. Pero siempre entretiene y se hace ameno. Jamás aborrece ni aburre. Y anda que será por las cosas que podrían haber salido mal.

Hay cosas que tienes que creerte, sobre todo por esa mezcla de tragedia y comedia que la mantiene tan sujeta a la seriedad como al borde la parodia (el momento de entrar al piso donde supuestamente había una peluquería). Y no es una película que escape de los tópicos. Pero sí que es una película que los reúne todos y los hace funcionar. Otra genuina sorpresa del cine español. Lástima que más que en la gran pantalla -como yo-, vaya a ser disfrutada por casualidad en televisión.

El debutante Igor Legarreta logra en esta película cautivarnos desde el inicio, la secuencia inicial nos lleva a un flashback duradero que como todo buen flashback no desvela la conclusión hasta el final del film.
El peso de la película lo lleva la frágil Flor Torrente, argentina en un contexto vasco , que borda su papel con esta esencia de fuerza y delicadeza a partes iguales.

Puede ser un thriller, de hecho lo es, pero también una película de amores perdidos y amores hallados. para mi aquí está la mágia de la misma, como se dibujan todos los personajes en este contexto terrible de asesinatos y mentiras sabidas o no en el que un suspiro de amor latente fluye a lo largo del film.
Película de actores y actriz ( en singular ) ya que básicamente Flor llena la pantalla acompañada de diversos personajes masculinos, que todos ellos son importantes para su resolución.

Como thriller te llevará allá dónde esperas, pero más por lo cercano de la trama, el final del franquismo y la transición cercana, que no por lo rocambolesco de la trama, aquí veo algunas lagunas de como se resuelve todo muy cogido por pinzas.

Para mi gusto es una muy buena película y que me hace esperar nuevos títulos de Igor con esperanza de encontrar un buen director.

Buen debut de Igor Legarreta al mando de una escuadra hispano argentina, cuya cabeza visible es Eduardo Blanco que ejerce de bisagra cómico dramática entre un elenco que no desmerece. Con un ligero barniz de memoria histórica de aquellos que se vieron por unas u otras razones en medio del "fuego cruzado" en una tierra convulsa entre el terrorismo etarra y la represión franquista, no deja de ser la intriga sobre lo que ocurrió lo que mantiene viva la cinta durante su metraje.

Acierta la tripleta de guionistas con el equilibrio entre el drama y la comedia, trufada de una historia romántica que se guarda mucho de desviar la atención sobre el misterio. Apuesta Legarreta por una Euskadi oscura, más transilvana, como se llega a decir en un momento dado, que de verdes praderas, con unos personajes que se atrincheran en sus silencios, últimos reductos de otra época, de otro siglo que aún no acaba de irse del todo.

cineziete.wordpress.com

El trasfondo de la historia vuelve a ser el que hemos visto en multitud de ocasiones en el cine español, aunque esta vez con la colaboración argentina. Definir esta cinta como un drama no es del todo cierto, yo particularmente la veo mas como intriga. La historia es entretenida sin mucho mas que ofrecer, se pasa un buen rato aunque haya que reconocer que la trama se hace algo mas que inverosímil a medida que avanza y el devenir de algunos personajes llega a resultar surrealista, pero aun así es una película fácil de ver y cumple su cometido. Destacar al menos para mi lo que ha sido un descubrimiento, es así, no la conocía; Flor Torrente encarna su personaje de una manera fiel y creíble y hace mejor la película. En definitiva cinta recomendable, difícil de catalogar pero consigue lo que pretende.

Interesante drama con tintes de intriga ambientado en el pasado reciente del País Vasco en el que Flor Torrente está estupenda en el papel protagonista de una niña a la búsqueda de la verdad sobre su padre. desaparecido 30 años antes. La ambientación es buena y la trama consigue interesar bastante, haciendo que el primer largo de Igor Legarreta sea para tener en cuenta a este director de cara al futuro.