Haz click aquí para copiar la URL

Hombres armados

Drama El Dr. Fuentes es un hombre en busca de su legado: siete estudiantes de medicina que entrenó para trabajar en villas nativas paupérrimas. Pero desde el inicio comienza a sospechar que "hombres armados" llegaron antes que él, y es confrontado a cada paso con realidades sangrientas que siempre ignoró. Ahora, su búsqueda está casi frustrada, a excepción de una mítica villa ubicada en las profundidades de la selva: un último refugio de la ... [+]
1 2 >>
Críticas 10
Críticas ordenadas por utilidad
25 de octubre de 2007
20 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
El film no es una obra magistral pero sí interesante y digna; gustará sin lugar a dudas a cualquiera, como es mi caso, que haya vivido en Centroamérica, en las montañas con la gente campesina e indígena o tenga relaciones sentimentales con personas o la topografía de esta parte del mundo.

La película está rodada en los Estados Unidos de México, y la historia puede circunscribirse a dicho país o también a Guatemala. El argumento es el de un médico, Humberto Fuentes, hombre ingenuo y acomodado de la capital, que no es consciente de lo que está ocurriendo en su país con la población indígena, a la cual no se le reconoce sus derechos humanos y que encima sufre a los hombres con armas del ejército y de la guerrilla, además de la dejación y falta de antenciones verdaderas por parte del Estado.

El Dr. Fuentes es de los profesionales que oyen de las injusticias y crímenes que se están cometiendo a su alrededor pero como no acostumbra a pensar mal de nadie y además pertenece a la clase social acomodada, neutral y con rica y poderosa clientela, no da crédito a tales rumores o voces. Para él no vale el dicho "Cuando el río suena es que agua lleva". La labor social de la que más orgulloso está es haber sido profesor-formador en un programa sanitario gubernamental, de jóvenes médicos que luego fueron enviados a los campos y montes a servir entre la población indígena. Han pasado ya tres años y en unas vacaciones decide ir a visitar a sus antiguos alumnos en esas alejadas y recónditas zonas campesinas. Su sorpresa será no dar con ellos pero sí con toda clase de inhumanidades y vejaciones cometidas por los hombres armados del Estado sobre la gente nativa, pobre e indefensa.

Hay que estar muy atento a los diez primeros minutos del film donde suceden dos conversaciones determinantes para la comprensión de todo el argumento: en una el Dr. Fuentes habla con un general tras examinarle ano-prostáticamente, y en la otra dialoga con su hija y el compañero de ésta mientras comen en un restaurante. En ambas escenas se dicen cosas muy a tener en cuenta y que perfilan el quid de los sucesos posteriores que el médico va ir descubriendo in situ.

Estupenda actuación del niño huérfano e indígena "Conejo" (Dan Rivera González) y muy entrañable y lindo el rostro de la muchacha muda con rebeca celeste (Tania Cruz).

Fej Delvahe
Fej Delvahe
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4 de enero de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé por qué en mi país no tuvo gran revuelo esta película, cuando es otra obra maestra de Federico Luppi, con el agregado de que se trata de una producción norteamericana (a la cual aplaudo, por elegir los idiomas originales, así como actores de cada una de las regiones).

Más allá de la impecable denuncia social, todo en el film está muy bien logrado: fotografía, diálogos, personajes (el chiquito es un poco rebuscado, pero termina por convencer), narración, trama. Son 2 horas a puro suspenso y emoción, cuando en realidad no apunta a eso solamente la película.

Desde la crítica social, creo acertadísimo no darle un nombre ni una ubicación geográfica al país: Latinoamérica somos todos, desde México hasta Argentina, y, con matices, todos los países vivimos situaciones similares a las que presenta el film, así como también parece otro acierto la aparición de turistas norteamericanos, gringos, porque son el país que se menciona, son el otro que nos toma como materia de investigación, como ejemplo del subdesarrollo.

Quizá el 10 sea exagerado (debo haber calificado no más de 15 películas con 10), pero me costó tanto encontrarle errores, me pareció tan logrado el film en su conjunto y tan jugado en su temática y su abordaje, que creo que el 10 está más que justificado.
nicobicho
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
18 de marzo de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un país centroamericano, un grupo de estudiantes de medicina son enviados a las zonas rurales en un programa de ayuda y cooperación a los más desfavorecidos, pero poco a poco van desapareciendo sin saberse nada más de ellos. El veterano doctor que los preparó, Humberto Fuentes (Federico Luppi), decide ir en su busca preguntándose qué habrá sido de ellos, y hallará respuestas a medida que vaya abandonando las zonas más habitadas, y vaya descubriendo la jungla, donde las guerrillas y los nativos están en pugna con el ejército, encontrándose con un país que desconocía y una realidad igual de diferente a la que él creía conocer.

El norteamericano John Sayles (que empezó su carrera con el guión de “Piraña” (1978) de Joe Dante) siempre se ha mantenido al margen de iniciar una carrera prometedora a Hollywood. Atenuado a un cine próximo a la denuncia política y social, con mensaje ecológico de fondo, su cine a contracorriente se ha reflejado en largometrajes como “Matewan” (1987), con el sindicalismo de las minas como telón de fondo, o en el seno del mundo del deporte en “Ocho Hombres” (Eight Men Out, 1988). Sin olvidar el thriller de ecos antirracistas de “Lone Star” (1996), o ecológicos en “Limbo” (1999).

“Hombres Armados” es uno de sus filmes cargados de una ficción tremendamente realista (está ambientada en un país de Latinoamérica en el anonimato) donde se cruzan todos los problemas que el hombre civilizado no puede hallar pero que haya respuesta de la situación a medida que avanza hacia sus orígenes (memorable los encuentros del personaje que interpreta Federico Luppi, extranjero en su tierra, con los turistas norteamericanos interesados por la Historia del País, interpretados por Mandy Patinkin y Kathryn Grody).
Natxo Borràs
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de septiembre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
340/18(18/09/21) Interesante drama en formato road-movie dirigido y guionizado por el estadunidense combativo políticamente John Sayles, rodado íntegramente en México (aunque el ambientado en un lugar indeterminado, ello como epítome de cualquier lugar en Latinoamérica), y protagonizado por el argentino Federico Luppi, en lo que es un viaje al despertar a la conciencia de un doctor que vive cómodamente en la ciudad y descubre otro mundo, uno marginal conforme se adentra en la ruralidad de la selva¸ donde residen mayormente los indígenas, un lugar regido por el miedo, tanto al ejército como a las guerrillas. La idea de esta película surgió de sus amigos, uno de los cuales fue el novelista Francisco Goldman. Tenía un tío que era médico en Guatemala y participaba en un programa de salud internacional. Unos años más tarde se enteró de que la mayoría de sus estudiantes, a quienes había enviado para que fueran médicos rurales, habían sido asesinados por el gobierno que apoyaba el programa.

El doctor protagonista será nuestros ojos ingenuos ante este panorama increscente de podredumbre. La película se puede ver como una fábula en que el Doctor puede ser una pseudo Dorothy en el País de Oz, donde su travesía le termina orientando a la localidad misteriosa escondida en la espesura de la selva, ‘El Círculo del Cielo’, meta donde reina la paz y armonía (¿?), el alter ego de la Ciudad de Oz, y donde nuestra Dorothy particular va recogiendo a gente por el camino a modo de personajes que requieren algún atributo, cual el Hombre de Hojalata adolecía de corazón, el León requería valentía y el Espantapájaros anhelaba un cerebro, con lo que el viaje se torna en un recorrido de transformación para todos los que se unen al Doctor. Con esta premisa Sayles relata un cuento forzadamente esquemático, donde los personajes que se van apegando a esta ‘caravana’ son clichés claramente caracterizados por segundos en que hablan, y con ello las diferentes paradas son viñetas cual pantallas de un videojuego que nos acercan a la meta. Set pieces que ofrecen un comentario social, ello adornado por varios flash-backs que imprimen un trono entre surrealista y mágico por momentos.

Pero siempre me pongo en guardia cuando me quieren vender política en cine, y en este caso panfletaria-izquierdista-bolivariana, pues se tergiversa la historia con unos cuantos slogans fáciles atacando a los colonizadores colombinos, cuando estos se marcharon de Latinoamérica hace casi 200 años (excepto Cuba que tardaron un poco más), basta de hacerse las víctimas. Tampoco me gusta el relativismo de ‘todos eran iguales’, pues no fueron lo mismo España que Portugal, los primeros creían en la integración y el mestizaje, el Testamento de Isabel la Católica deja claro el humanismo que hace más de 500 años tenía España por los indígenas, mientras que Portugal creía los indígenas no tenían alma y por ello podían ser esclavizados como animales (por supuesto que había racistas salvajes entre los colonizadores españoles, pero la ley no lo amparaba). Tampoco es de recibo decir que los blancos eran malos perse, pues por ejemplo, si Hernán Cortés con ni un millar de hombres consiguió conquistar el Imperio Azteca (México), no fue porque fueran súper-hombres con rayos x en los ojos, fue porque los pueblos aztecas al estar sometidos a un régimen tiránico y sanguinario se unieron a Cortés para derrocar al sátrapa, que no nos vendan que anteriormente a la llegado de los blancos a América aquello era el Edén (puaj!). Tengo la sensación en el film de ser la visión de un turista, la de esa pareja de estadounidenses que hacen diatribas vagas y superficiales sobre la colonización, ello adornado por varios flash-backs que refuerzan su mensaje anti-blancos, expuestos como lo peor, visión simplista e insultante para los que sepan un poco de historia. Aquí se dice en un ataque racista que los policías y soldados son blancos, y si los indígenas llevan armas, también son blancos (¿?).

Me habría gustado más que se hubiera basado en los hechos reales en los que se inspira la historia (los médicos asesinados por los militares en Guatemala), tiene su contexto y sus razones, pero esto de tirar la piedra y esconder la mano, diciendo que puede ser en cualquier lugar, para mí, desacredita el mensaje.

El Dr. Fuentes (Federico Luppi) es un profesor de medicina cerca de su jubilación y su esposa ha fallecido recientemente. Enseñó a un grupo de siete - él lo ve como uno de sus mayores logros - que capacita a los jóvenes para brindar atención médica a los ciudadanos empobrecidos en las afueras de la región montañosa, donde las pequeñas comunidades agrícolas luchan por sobrevivir, lo que para el Doctor sería su legado a su muerte. Fuentes ha escuchado recientemente rumores de que sus antiguos alumnos están perdidos y posiblemente muertos, por lo que se arma de valor y viaja a las tierras lejanas para investigar. No es hasta que comienza su viaje que descubre un mundo muy diferente al que había imaginado que existía para sus estudiantes cuando se encuentra con guerrilleros y soldados. Descubre que las guerrillas de los grupos políticos de oposición son sólo un poco menos agresivas. Fuentes descubre que su viaje es revelador, pero también peligroso cuanto más se adentra. Termina viajando a la región montañosa, buscando a su último estudiante, que se rumorea que vive en un Edénico pueblo en lo alto de las montañas, a salvo de la violencia que se ha apoderado del campo.

En su viaje el Doctor acumula compañeros: el Padre Portillo (gran Damián Alcázar), sacerdote caído que ha perdido la fe; Domingo (buen Damián Delgado), un desertor del Ejército sin Patria; Conejo (estupendo Dan Rivera González), un huérfano que sobrevive robando; y Graciela (correcta Tania Cruz), una mujer que se quedó muda luego de ser violada por militares.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
26 de marzo de 2009
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No importa en que país estamos. Estamos en latinoamérica, subcontinente que no ha superado la desgracia de la colonización y sufre aún las consecuencias. El médico puede ser cualquiera de nosotros, citadino ignorante que cuando oye las noticias se las cree y si un rumor le hace sospechar que las cosas andan mal cree que es mala prensa. En su propio pellejo tendrá que escarmentar al encontrar la realidad.
Hermosa fotografía, aceptable actuación del principal y algunos secundarios, a mí el chico no acaba de convencerme.
Como denuncia muy bien enfocada: ¿los policías son blancos? Son indios que apenas se arman se convierten en blancos. Es así, es lamentable, la realidad del humillado-humillador, una secuela de violencia que siglo tras siglo no ha logrado resurgir, pues los recursos se gastan en "campañas" como la de salud (¿Quién dijo que enviar a un médico a una comunidad es darle salud?) mientras la gente se muere de hambre pues unos son "pueblo de sal" otros "pueblos de caña" otros "pueblo de café" Al que haya paseado a pie cualquier rincón de éstos sabe de qué le están hablando.
Un punto que critico, una música que no acompaña bien, o es la canción populachera que es estridente aunque sabemos que es lo que éste pueblo escucha pero la peor es una musica muy linda afro, que no pega con lo que nos muestra pues nos están hablando muy elocuentemente de pueblos indígenas o mestizos, para nada de cultura afro, que pertenece a otros rincones y otros conflictos (no confundir el pacífico o el caribe con las zonas andinas). Creo que ahí se fue de pique el director y el reparto latino no tuvo la entereza de corregir. Es lo mismo que cuando reclaman porque no venden fajitas, los turistas que chapurrean el español.
chemivar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow