El príncipe y yo

Típica y tópica cinta romántica en la que el solterón y guaperas (cómo no) príncipe heredero de Dinamarca pasa una temporadita de incógnito en una universisdad yanki y se enamorará de la típica plebeya empollona.

Para que nos vamos a engañar, la película es muy tonta y con un guión de los más simplón. Parece que ya está demasiado vista sin nada nuevo que contarnos. Resulta muy blandita, cursi y empalagosa por momentos. Está cargada de topicazos y personajes llenos de cliches trasnochados sin mucha profundidad. Cada vez que el cine norteamericano intenta acercarse al tratamiento de la realeza europea suele hacerlo de manera fallida y poco creíble... y "El príncipe y yo" no es una excepción, por lo que a los europeos incluso nos puede producir algo de vergüenza ajena ver tan mala documentación y poco realismo.

Lo dicho, no faltan los clichés. No falta el típico y divertido mayordomo amanerado pegado con superglue a la espalda del príncipe, el príncipe por supuesto es un ignorante de la vida y no sabe ni poner una lavadora (sin embargo recita poesías trasnochadas cual Shakespeare), la empollona yanki no tiene claro si en Dinamarca hay un solo príncipe o más de uno, el rey por supuesto de llama Harald (o Harold) como en todos las películas norteamericanas de la realeza...

En fin, una cinta romántica descafeinada, típica del multicine para poner de relleno, de esas que se sabe su desenlace y desarrollo nada más comienza. Sin embargo no está tan mal llevada como sus primeros minutos hacen presagiar, ya que mejora por momentos gracias a un puñado de momentos simpáticos durante la mitad de la cinta y sobre todo por el buen hacer de su protagonista Julia Stiles que intenta salvar lo insalvable, y gracias al mínimo carisma que despierta logra hacer todo el metraje más llevadero. Luke Malby, sin estar a la altura de su compañera, también logra caer bien con su sonrisa profiden y su mirada de "aquí te pillo aquí te mato". Al final los dos consiguen una mínima química que salva a esta previsible y ñoña película del fracaso estrepitoso.

Recomendada sobre todo para niñas y adolescentes o para amantes del cine rosa.

Lo peor: Demasiado cursilona, tópicos un pelín vergonzosos.
Lo mejor: Julia Stiles.

Tonta, tonta, tontísima comedieta llena de clichés de la peor calaña y llena de "pifias" por falta de la documentación más básica, cosas tipo que el rey Juan Carlos tiene una isla privada (supongo que se referirán a Mallorca) o que Dinamarca se acaba de incorporar a la UE. Dejando al lado estos "detallitos", sentí que insultaba mi inteligencia a lo largo de cada minuto. Me está bien por dejarle elegir la peli a una persona cuya actriz favorita es Sandra Bullock y su peli preferida es "Miss agente especial"...

... hace que una comedia romántica como ésta me haya gustado.
Por cierto, me sorprendió de esta película que se hubiese desarrollado tan bien la relación entre los protagonistas, por lo general en este tipo de películas suelen estar muy mal puestas... ¡y de eso sé mucho pues me las trago todas!

Nos encontramos ante una historia de la que se han hecho infinidad de versiones en todas las épocas y en todos los países.
En esta ocasión nos encontramos nuevamente con un príncipe que quiere eludir sus responsabilidades y ser libre. ¿Dónde ser más libre que en Wisconsin? Parece ser que nuestro joven heredero al reino de Dinamarca cree que en esta ciudad de Estados Unidos las chicas van con las tetas por fuera y se acuestan con cualquiera, ya que es lo que venden en la televisión, y él lógicamente se lo cree. Este príncipe se traslada allí y a nadie le resulta extraño que vaya con un sirviente a la universidad y que se comporte de forma surrealista. Conocerá a una joven obsesionada con ser médico, la cual se enamorará locamente de él sin saber que es un príncipe.
Es decir, nos encotramos ante la típica comedia romántica de equívocos, donde el rico oculta su verdadera identidad, y la joven pobre se enamora locamente de él y se convierte en princesa.
Si se ha visto una se han visto todas. Pero bueno, como vi hace tiempo la segunda parte y no esta primera, pues decidí ver como empezó la historia. A la conclusión que he llegado es que la historia que me imaginaba es la que se narra en este film.
Reconozco que cuenta con alguna escena divertida y que Miranda Richardson está muy correcta en el papel de reina. Pero salvo algunos detalles y algún que otro personaje interesante (el criado de él resulta gracioso), por lo demás no es nada destacable.
En fin, es una película destinada únicamente para sesión de tarde y para un público infantil. Ni siquiera el público juvenil creo que encontrará el sentido a esta historia de amor que no se parece ni siquiera a la de los cuentos de hadas.

Peli que no deja de ser una peli de género romanticón para pasarse una tarde de chicas en el cine. Una estudiante se enamora de un príncipe heredero, lo que pasa cada día ya se sabe. Nada nuevo, pero tiene un reparto muy bueno y la historia es bonita y está bien contada. Julia Stiles trabaja bien aquí y también Miranda Richardson, aunque yo soy más de Joely Richardson, aquí Miranda se luce. El guaperas no me da más y las amigas son repetitivas y cargantes, pero tiene un buen guión y una buena estética exterior.