Un nuevo amor

Kenya McBride (Lathan) es una afroamericana exitosa pero obsesionada con el control, razón por la cual lleva una vida desprovista de diversión. Más o menos por accidente conoce a Brian Kelly (Baker), un paisajista encantador y “lamentablemente” blanco, de quien se enamora, provocando una hecatombe entre sus amigos y familiares. Luego aparece Mark Harper (Underwood), un abogado sofisticado y ¡negro!, evento que trae consigo la difícil necesidad de elegir.

Kriss Turner, al escribir esta historia, está consiente de que la vida real con sus problemas; racismo, adicción al trabajo, soledad, etc.; puede ser interpretada de manera amena y mágica. Sanna Hamri lleva con madurez a la pantalla el trabajo de Turner, ella conoce que proyectando honestidad consigue un producto más fresco y divertido que recurriendo a la vía trillada del humor basado en situaciones absurdas. Gracias al equipo Hamri-Turner la típica premisa de que “los polos opuestos se atraen” sigue siendo interesante, sugestiva y entretenida.

Los personajes son atractivos y los actores que los interpretan lo hacen con estilo y vivacidad. Una espléndida Sanaa Lathan conduce la historia, la neurótica que ella ha creado es adorable y usted puede ver como, a medida que florece el jardín de su casa, ella lo hace también. Simon Baker y Blair Underwood, cada uno en su tipo, tienen el carisma suficiente para acompañar a Kenya en su aventura romántica mientras Wendy Raquel Robinson, Golden Brooks y Taraji P. Henson, como las amigas de la protagonista, son una explosión de energía y encanto.

Quizás en conclusión “Something New” no sea del todo “algo nuevo” pero es increíblemente agradable, una buena comedia romántica y en ella puedo vislumbrar más inteligencia, humanidad e integridad que en un sinnúmero de producciones pretensiosas.

Película que se cree original por cambiar el tópico, en vez de chico blanco rico y acartonado, chica negra rica y acartonada, con chico blanco relajado y de menor poder adquisitivo que ella.
Listo esa es toda lo "original" que tiene esta historia, después los tópicos diálogos que suelen darle a los actores negros, que para Hollywod son personas vulgares, resentidas e inseguras.
El resto no pasa de ser una comedia romántica más con los típicos encuentros y desencuentros, nada nuevo.

Considero interesante este film estadounidense por contener una comedia romántica relajante y agradable en estos tiempos tan convulsos que vivimos (2016). El romanticismo bien tratado de esta producción, cargada de rostros de color en un país tan racista con los afroamericanos como Estados Unidos, es bienvenido para pasar un rato con cierta sonrisa en un ambiente un tanto elitista donde se desarrolla el film y donde por una vez se invierten las clases sociales con el principal protagonista que es de raza blanca y no pertenece a la élite.
En el fondo asistimos a una historia romántica con cierto mensaje antirracial.
La protagonista principal de raza negra consigue una interpretación destacada, junto a un reparto mayoritariamente negro que cumple muy dignamente.

Esta película se basa en lo mismo que todas las películas del género: amor entre dos personas de orígenes muy diferentes que tienen que afrontar múltiples adversidades debidas a ello.

El problema (y por eso no puedo pasarla del 5) es que aquí se reduce un problema tan complejo como las relaciones entre dos personas a una cuestión racial. La película está bien llevada y resuta creible, pero reduce todas las relaciones personales a la raza a la cual perteneces. De acuerdo que es un problema real y que, en mayor o menor medida, nos afecta a todos, pero lo que pretende ser una llamada a la unidad ante el racismo se convierte en una película extremadamente racista. Y es que en ningún momento equipara a las dos razas que entran en conflicto en la trama (blancos y negros, cómo no), simplemente te dicen que no pasa nada por querer a alguien de otra raza (cosa que es cierta) pero no se plantea en base a la igualdad, sino en base a la conveniencia por parte de los protagonistas. Es decir, si no quieres a alguien de otra raza no puedes entender la peculiaridades de ésta, y mucho menos aspirar a tener cualquier tipo de relación con ella. Si no se parte de la base que, ante todo, las personas son personas y como tales todo el mundo debe respetar a todo el mundo, pasa a ser un producto de propaganda racista, y en este caso precisamente proviene del sector históricamente azotado por la desigualdad, la raza negra (frente a la caucásica en este caso, aunque eso es indiferente). Las diferencias raciales no existen en sí mismas, lo que hay son diferencias personales que vienen dadas por la educación recibida por cada individuo, no por la raza. En este caso concreto, si ella no quisiese al tipo blanco éste jamás se integraria en su vida, no por valores o ideal de vida, sino porque es blanco. Y aunque pueda parecer un símbolo de unidad negra ante la represión blanca, de lo que se trata es de una apología de la segregación racial, la cual es repulsiva, sea cual sea su sentido.

No se puede clasificar a la gente según razas y mucho menos según los estereoripos que las acompañan, y tristemente esta película está basada en ello. Mal vamos si así se pretende dar ejemplo, porque el respeto hacia las personas en esta película se da en base al color de su piel, cuando debería ser algo que todo ser humano, tan sólo por serlo, debe tener.

Excelente película, sin embargo, me hace recordar una relación que tuve con una chica afrodescendiente que a pesar de que estaba conmigo me decía que no le gustaban los blancos, triste ironía tanto su propia madre como yo somos blancos, OJO! aclaro no tengo prejuicios con nadie de ninguna raza pues soy latino, al parecer esta película refleja el romper con estos esquemas y dar a conoce que el amor no distingue ni raza, credo o directrices pautadas por sociedades atadas a prejuicios. Por otra parte me encanta esta actriz Sanaa Lathan es preciosísima y talentosa!!!