Una mujer peligrosa

Beth Austin (Joan Crawford), cerebro de una banda de gangster formada por el violento y celoso Matt Jackson (David Brian) con el que mantiene una relación, el hermano de este, Will (Philip Carey), y su pareja, Ann (Mari Aldon), necesita ser operada urgentemente en los ojos sopena de perder la vista, para lo cual después del ultimo golpe a un casino de Baton Rouge, se traslada sola a un hospital del prestigioso oftalmólogo Dr. Ben Halleck (Dennis Morgan) donde la operan de urgencia mientras el celoso e inseguro Matt al que le corroen los celos rompe la promesa de portarse bien que la había hecho antes de partir y mata a un policía cuando este les para en una carretera.

Matt corroído por los celos, el FBI detrás suyo y de Beth (en la caravana abandonada en la que viajaban cuando mataron al policía había huellas de ella), y Beth iniciando una apasionada historia de amor con el doctor, que dadas las circunstancias la tiene sumida en un torbellino de dudas y congojas por la posible reacción de este al contarle al doctor la verdad de su identidad y actividad.

Con estos mimbres, uno de esos artesanos director de estudio llamado Felix E. Feist, rueda un melodrama noir que si bien no resulta especialmente brillante debido a lo previsible y pausado del desarrollo de la trama, y no llegue a entusiasmar ni en las mejores escenas, cuenta a su favor con una Joan Crawford regalándonos una digna interpretación en un papel mas blando de lo que nos tiene acostumbrados (parece ser que este ultimo trabajo para la Warner no estaba entre sus favoritos), que sumado a una correcta labor actoral del resto del casting y una buena fotografía y banda sonora, a mi juicio hacen de la película algo interesante de ver (especialmente, si como el que esto escribe, consideras a la Crawford una magnifica actriz).

La madeja se va devanando hasta convertirse en un ovillo al ritmo que la cautela demanda y el cuerpo de la película cobra solidez de thriller intenso, reclama toda la atención del espectador y le introduce en una interesante trama con mil recovecos llenos de intriga y suspense.
La interpretación contribuye al éxito de la producción y la película está bien dirigida pero incorpora algunos detalles que buscan un efectismo innecesario y, en algún momento, el argumento flaquea por el evidente carácter pusilánime de uno de los protagonistas que desdibuja la intensidad del drama y anticipa al espectador el curso de los acontecimientos.

A pesar de esos problemas el largometraje consigue sobreponerse y demuestra entidad propia, mantiene un elevado nivel de calidad narrativa, su capacidad de fabulación es excelente y F.E. Feist imparte un auténtico curso de habilidad formal y de dominio de los recursos técnicos.

Melodrama noir un pelín rutinario, previsible y a veces con exceso de melodrama y de efectismo. Los actores hacen lo que pueden (en muchos casos no demasiado) pero tiene algunas escenas absolutamente sonrojantes, en gran parte debido a que el guion es tela de flojo, aunque mantenga una apariencia de que se tiene en pie. No es ni de lejos de lo mejor de Joan Crawford, de hecho, ella misma la consideraba una de sus peores películas. Dicho esto, no creo tampoco que sea tan espantosa como muchos críticos dijeron en su día. Se puede dejar ver, pero es para muy fans de la Crawford.

Cine negro y Joan Crawford es un éxito seguro. Un relato bien trazado, una música obsesiva y recurrente que acompaña toda la cinta y le da empaque y sustancia. Una actriz de raza que soporta toda la cinta. Verla hacer de ciega es toda una sensación rara para mi. Soy sensible a los problemas oculares, por razones evidentes. Y aunque sé que es ficción me subyuga un poco y me hace recordar algunas cosas no demasiado gratas de mis operaciones. Qué angustia y qué prueba más enorme del coraje que se puede llegar a desplegar cuando se necesita.
El actor principal es David Brian, un hombre alto y fuerte que no le recuerdo en muchas cintas que es el médico oftalmólogo que opera a la protagonista. Agil, vivaz y muy creible.
También interviene Dennis Morgan otro secundario de esos de toda la vida. Hace de mafioso celoso por todo lo que hace su novia, mucho más lista que él y mucho más preparada para todo, incluido el crimen.
La película es sencilla, simple, pero muy efectista. No es muy redonda, pero se deja ver con cariño y tiene su gracia.

Entretenido film negro, un thriller bien construido, y dirigido competentemente, sin fisuras, escorado hacia el melodrama contenido, salvo en algunos diálogos, pero preciso en las escenas de intriga y acción.
Bien interpretada, tiene evidentemente puntos en común con otro film con la gran Joan Crawford, como es "Los condenados no lloran", sobre todo en su personaje, prácticamente un calco: mujer aparentemente fría y calculadora, que sin embargo tiene en el fondo un buen corazón y desea llevar una vida tranquila, con marido, casa propia, hijos...
Muy buena fotografía en blanco y negro y un ritmo sostenido que hace interese de principio a fin.
No es un gran filme, hoy me temo que está incluso olvidado si alguna vez fue recordado, pero mientras se ve gusta y deja un más que aceptable sabor de boca.
Para pasar el rato es recomendable.

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