Cosecha negra II

Mediocre secuela de Los chicos del Maíz, adaptación de un relato de Stephen King, que nos sumerge en la vida de un grupo de niños diabólicos guiados por El Que Camina Detrás de la Fila, un demonio que habita en el maizal.

Las actuaciones no son dignas de recordar, sobre todo las de los niños, y se echa de menos a Isaac y a Malachi, antagonistas de la primera parte. Los efectos especiales son cutres a más no poder, llegando incluso a parecerme patéticos. El guión es aceptable, pero se rompe en multitud de fallos y en algunos diálogos absurdos. Aunque, hay alguna escena buena y alguna muerte impactante. La música tambien es bastante peor que en la primera parte y además, en ésta película, se hace incapíe en temas religiosos. Al menos, más que en la primera parte.

En definitiva, una película más que no triunfa demasiado pero que tampoco hace daño a la vista.

Parece ser el tipo de secuelas de terror de los años ochenta, algo tan malo que casi nada se parece a las primeras partes.
Un pueblo lleno de maíz y nada más, niños tan malos que dan ganas de pegarles y matarlos pero nada que ver con la primera parte.
Es cierto que la primera parte se ha convertido en un clásico, el tiempo la ha convertido en eso, o quizás las secuelas la han mitificado un poco, ya que no me pareció una gran cosa.
Si la primera era mala, las otras no es que sean una maravilla.
La segunda parte camina al estilo de los años ochenta, ese terror característico de aquellos años, una historia que gira en torno a muertes un poco gore, escenas que podrían producir terror en los ochenta pero en el 2012 ya quedan muy pasadas de moda e incluso producen hasta risa.
Se puede saber si una película está pasada de moda por el vestuario de los actores, esas hombreras, vaqueros de cintura alta y esos peinados a lo afro son el sello de que algo falla.
Bueno, aquí os dejo, la verdad que me ha costado mucho verla, me ha hecho reír mucho y más de esas cosas.

Pues yo la veo más o menos al nivel de la anterior, en esta las cosas son "un poco menos cutres", que en la anterior rallaban un poco ciertas actuaciones (quizá por la traducción).

Aquí la historia quizá es un poco más de lo mismo, pero yo la veo como una buena secuela, con el culto empezando de nuevo, más historia y mejores efectos, aunque mínimos.

Segunda entrega de una de las sagas modernas de terror de serie B más conocidas. Los chicos del maíz 2 adopta de manera notable las virtudes y defectos de la primera, aunque se equivoca, tal vez, en querer superarla sin tener, en realidad, argumentos para ello.

David Price se desvirga en el cine con un trabajo bastante aceptable (hay que tener en cuenta los medios con los que cuenta para llevar a cabo el rodaje). Consigue mantener la esencia de la primera película y vuelve a hacer del maíz un elemento aterrador. Su problema aquí es que cuenta con un guion demasiado centrado en "el que camina detrás de la hilera", que deja la que debería ser trama principal (en pantalla, no por relevancia) en un casi invisible segundo plano, trazándola con brocha gorda y sin prestar atención a los detalles. Los diálogos siguen siendo flojos y el villano (Michael) carece del carisma que sí tenía el de la primera (Isaac), además de encontrarse solo contra el mundo ya que sus seguidores son simples figurantes (de edad demasiado avanzada, dicho sea de paso).

Terence Knox y Paul Scherrer son, en cierto modo, los protagonistas (al menos deberían serlo). Knox hace un buen trabajo, sin alardes pero más que suficiente. Scherrer, por su parte, se limita a ser el estereotipo que es su personaje y, o bien no intenta ir más allá, o bien no lo consigue. Ryan Bollman tiene una tarea difícil, pues el villano al que interpreta no tiene demasiado con lo que infundir miedo (por momentos casi da risa) y el chico tampoco ayuda demasiado con un trabajo tremendamente rígido que parece fruto de la suma de su incapacidad interpretativa y de la mala labor en la dirección de actores y en la elección del reparto. La hermosa Christie Clark completa el equipo protagonista y lo hace sin ofrecer nada más allá del tan odioso look "sexy" de los 90.

Resumiendo, que es gerundio: Los chicos del maíz no es una gran saga, ni mucho menos, pero sí es tremendamente mítica. No todos aguantarán frente al televisor el visionado de estas películas, pero todavía habemos algunos a los que la infancia nos sigue despertando, para bien o para mal, tras cada visionado. En mi caso, recuerdo el miedo atroz que me producía la escena con el muñeco de madera en la iglesia y, ahora, no puedo parar de reír. Cosas de la edad.

Secuela de la adaptación del relato corto de Stephen King, Los Chicos del Maíz (Fritz Kiersch, 1984), que está dirigida en esta ocasión por el mismo que firma películas de categoría menor como Dr. Jeckyll y Miss Hyde (1995), y protagonizada por Terence Knox (The Hunters, 2011), y Paul Scherrer (Pradera de Fuego, 1998).

Los compasivos habitantes de Hemingford descubren los cuerpos de la masacre de Gatlin, y adoptan a los traumatizados supervivientes de la tragedia. Entre los periodistas que acuden al escenario del macabro descubrimiento, se encuentra un reportero dispuesto a obtener una primicia. Su hijo adolescente, con quien mantiene relaciones muy tensas, se transforma en fácil objetivo de Los Chicos del Maíz, que siguen atrayendo nuevos miembros a su culto diabólico. Mientras, desaparecen adultos o mueren en espantosos accidentes. Una incontrolable histeria se adueña de la ciudad. Algo mucho más allá del entendimiento humano está sucediendo...

En Los Chicos del Maíz ll, se pretende alargar la historia contada en un relato corto, sin innovar en nada ni pensar una alternativa a la trama original que diera para una secuela, dando como resultado una película continuista con varios sinsentidos y muchos personajes que nadie sabe exactamente de dónde han salido. Las actuaciones son bastante salvables con alguna excepción en el mal sentido, destacando un Ryan Bollman (Falsa Inocencia, 1999), que consigue sacar al espectador de la experiencia en más de una ocasión, y algunos efectos digitales que consiguen ser sonrojantes en algunos momentos.

Esta secuela es bastante inferior a una ya de por sí mediocre primera entrega, pretendiendo alargar la historia de mala manera con un resultado confuso y discordante, que solo es apto para aquellos, que como un servidor, les gustó la primera entrega y sean completistas.

Nota personal 3/10