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Críticas de Luis Guillermo Cardona
Críticas 3.333
Críticas ordenadas por utilidad
8
7 de octubre de 2022
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al senador, William J. Tadlock, se le suicidó la mujer, y ahora, con su pequeño hijo ha decidido seguir adelante en su propósito de llevar una caravana de campesinos hasta Oregón, donde espera construir una nueva ciudad que él mismo ha planificado. Tadlock, se ha vuelto temperamental y tan duro consigo mismo que acepta con gusto ser castigado por sus errores, pero, por nada desiste de su nuevo y valioso proyecto.

Dick Summers, es un veterano explorador que también perdió a su mujer y ahora parece entregado a la pena y el aislamiento, quizás porque se siente culpable de lo sucedido… pero basta una pequeña sacudida (“Es difícil creer que su pena haya doblegado su valentía”), emanada de su propia experiencia por parte de Tadlock, para que el hombre recupere el ánimo y decida convertirse en guía de la, Oregon Liberty Company, que partirá en busca de una nueva tierra.

Ésta, es la primera gran lección de, <<CAMINO DE OREGÓN>>, porque el hombre debe tener muy claro que, las penas son una invitación a seguir con los grandes propósitos y solo son un llamado a detenerse cuando, lo que hacíamos, lo estábamos haciendo muy mal. Lo único que la vida nos quita es aquello que ya no podemos seguir teniendo o lo que ya no es necesario para nuestro proceso evolutivo… y vale lo mismo para la “pérdida” de un ser querido o de uno o varios miembros de nuestro cuerpo.

Después, entre aquella comunidad hay todo un ejercicio de convivencia y de superación de las diferencias, en aras del objetivo supremo que los une y de la unión que es imprescindible para poder sostenerse… y si alguno decide anteponer sus debilidades a sus deberes, la justicia llegará para él para poder preservar el orden y la disciplina.

En el guion escrito por, Ben Maddow y Mitchell Lindemann, basados en la novela de A.B. (Alfred Bertram) Guthrie Jr., con la cual se hiciera merecedor al Premio Pulitzer en 1950, hay un gran vigor humano y se demuestra cómo, las marcadas diferencias en las personalidades de tres hombres (Tadlock, Evans y Summers), no son un crucial impedimento cuando el ideal beneficia a todo un colectivo y, al contrario, en cierta forma permite que cada uno vea desde esa otra perspectiva que siempre existe en toda decisión.

Al paso, saldrán también a flote otros personajes e inesperadas situaciones que alterarán el ritmo de las cosas y/o pondrán a prueba la fortaleza y la constancia de los protagonistas de ésta larga y valiosa travesía. Curiosamente, dos actrices debutantes en el cine, Sally Field y Katherine Justice, pondrán los puntos más altos en la trama, y con sus especiales personalidades, generarán situaciones sorprendentes y de altísima relevancia. Años después, la Field sería una gran actriz merecidamente oscarizada; y la rubia, Justice, sería reclamada en numerosas series televisivas.

Y miren lo curioso, durante el rodaje, Richard Widmark y Robert Mitchum, se mantuvieron muy molestos con Kirk Douglas porque, con frecuencia interfería en las decisiones del director, Andrew V. MacLaglen… sin embargo, éste solía imponerse, y ese resquemor entre los actores, hizo más creíbles las marcadas diferencias que tenían como personajes.

En lo que a mí respecta, creo que, <<CAMINO DE OREGÓN>>, es un western importante.

Título para Latinoamérica: <<EL CAMINO DEL OESTE>>
Luis Guillermo Cardona
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10
20 de abril de 2022
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al menos un cuarto de siglo atrás, el director Claude Sautet, había presenciado una escena en un café que quedó grabada en su mente: Un anciano que se hallaba con una mujer mucho más joven que él, le extendía un cheque que daba pie para pensar cosas maliciosas de este tipo: “Ella es una prostituta y él le está pagando por lo que hicieron antes”. “Le está haciendo un préstamo que luego buscará cobrárselo en especie”… o “le está pagando el salario que cualquier proxeneta le pagaría a su explotada”.

En 1994, cuando éste recuerdo volvió a su mente, Sautet pensó que era una idea perfecta para un guion, pero se le ocurrió entonces un motivo mucho más sano para justificar el cheque que el anciano le extiende a la joven: “Se enteró que ella tiene una deuda de alquiler, y como tiene mucho dinero, pagársela es para él solo un gesto de generosidad”.

Así comienza esta relación, que pronto se convertirá en una historia de especial amistad entre, un juez retirado dedicado a escribir y la mecanógrafa que toma sus dictados y lo ayuda a corregir. La manera como avanza esta relación es lo que hace de ésta historia un cuento muy especial, pues, cada personaje tiene muy fuertes sentimientos y necesidades afectivas que reclaman compañía. El señor Arnaud, es un hombre separado hace más de 20 años. Su exesposa vive en Ginebra, Suiza, con su nueva pareja, y sus dos hijos se mantienen bastante alejados. Por su parte, Nelly sufre también una crisis matrimonial y está a punto de separarse… así que, ambos, son un par de solitarios necesitados de alguien a quien darse.

La reserva con la que cada uno actúa: Arnaud para comunicar lo que siente y Nelly para comunicar lo que vive, hacen muy llamativa esta relación donde dos almas se encuentran de manera íntima y muy profundamente… pero cada una siente que hay barreras difíciles de traspasar por la marcada diferencia de edades.

El guion escrito por, Claude Sautet, Jacques Fieschi e Yves Ulmann, apunta a esas crisis de la tercera edad donde caben los vacíos existenciales; la sensación de frustración por lo hasta ahora logrado; y especialmente, el deseo incontenible de dar lo que nunca se ha dado, guardando la esperanza de poder redimirse. En el caso de Nelly, es la suerte de mujer, lúcida y aterrizada, cuyo más alto propósito es sentirse dueña de su vida y en cada relación hace algo por lograrlo. Lo que los une es el deseo de encontrar, de proyectarse… y de sentir que son alguien en un mundo que ante todo reclama SER.

Michel Serrault (evidente alter ego de Claude Sautet) y Emmanuelle Béart (la suerte de mujer que enamora con todo su ser), magníficos en sus interpretaciones, pues, consiguen brindarnos valiosa información con cada mirada, cada gesto y con cada palabra, aunque digan lo contrario de lo que piensan. Diría que su comunicación surge del alma y, en buena manera, uno logra sentir que está en aquel espacio donde hasta los objetos cobran cierto sentido, pues, los libros que van desapareciendo de los estantes son esa forma de vacío que el conocimiento nunca logró llenar.

Hasta ese gesto, en el aeropuerto, resulta tan elocuente que, el director ya siente que puede dejar en nuestras manos las decisiones que siguen.

<<NELLY Y EL SR. ARNAUD>>, es una película impecable.

Título para Latinoamérica: EL PLACER DE ESTAR CONTIGO
Luis Guillermo Cardona
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4
25 de septiembre de 2021
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La adaptación de la novela “Golden Earrings” (1946), que la escritora húngara, Jolán Földes, publicara primero en Inglaterra, a donde se había asilado huyendo de los nazis durante la II Guerra Mundial, fue el primer compromiso que lograra en Hollywood el, por entonces, novel guionista (y luego director) Abraham Polonsky. Sin embargo, otro guion suyo (en solitario) se rodaba simultáneamente en The Enterprises Studios y “Body and Soul” -como se tituló esta segunda película- se estrenó una semana antes y fue un gran éxito que también sirvió de soporte a “EN LAS RAYAS DE LA MANO”, una película menor que Polonsky escribiera junto a Frank Butler y Helen Deutsch.

Aunque la dirige el acreditado, Mitchell Leisen, Polonsky no quedó nada a gusto con este trabajo, pues, además de sentir que, mucho de lo por él aportado se modificó o se dejó de lado, el resultado del filme tampoco es como para dejar muy contento a nadie. ¿Por qué?

El lado positivo de la historia -mérito de la novelista, aquí acreditada como Yolanda Foldes-, radica en su decidida reivindicación de esa minoría racial conocida como los gitanos, quienes durante el auge del nazismo fueron tratados como parias: perseguidos, maltratados, arrinconados, y muchos de ellos, asesinados.

En esta aventura, donde, un coronel inglés, consigue escapar de una prisión alemana dispuesto a cumplir con una difícil tarea que evitará muchas muertes (apoderarse de la fórmula mediante la cual se fabrica el gas con el que se extermina a los judíos), precisamente, una vivaracha gitana, hará llevadera su difícil tarea, brindándole amor, al tiempo que será su soporte y su brazo derecho para salvar los obstáculos que se avendrán en el camino.

Pero, también aquí, se presenta el eslabón más débil de la aventura, pues, Marlene Dietrich, trajeada y maquillada como una gitana, en nada resulta atractiva y más parece sacada de un austero circo… y Ray Milland, por su parte, luce como un seudo coronel al que le falta virilidad, arrojo y pinta de seductor. En su largo recorrido, insulso y muy poco emotivo, el cuento adquiere pinta de comedia con muy poca sal… y no pude evitar recordar las tontas, “Road to…” que protagonizaban, Bob Hope y Dorothy Lamour, porque ¡ni más ni menos!

Sólo cuando el filme adquiere su tono dramático ante cada presencia de los nazis, el río vuelve a su cauce y se alcanza a alentar una esperanza que, lamentablemente, no tarda en desvanecerse. ¿Fue Leisen, los guionistas que revisaron la historia o el productor ejecutivo el que cambió las cosas para aligerarles su peso ideológico? No lo sabemos con certeza, pero, por fortuna, Abraham Polonsky triunfó rotundamente con su magistral guion para “Body and Soul”, y esto abriría la puerta para que, al año siguiente, pudiese además dirigir su siguiente trabajo: “Force of Evil”.

Mención para la brillante interpretación que logra la Dietrich de la cítara, instrumento que apenas aprendió a tocar en sus descansos de rodaje.

Título para Latinoamérica: LOS ARETES DE LA GITANA
Luis Guillermo Cardona
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7
11 de julio de 2021
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la misma línea de, “The Secret of Convict Lake” (Michael Gordon, 1951) y “Westward the Women” (William A. Wellman, 1951), <<BRIGADA DE MUJERES>>, es otro título que exalta el compromiso de las féminas en ciertos momentos del pasado en los que han jugado roles de gran valor histórico. Seguramente, en todo esto hay algo de ficción, pero nadie puede negar los inmensos ejemplos de valor, responsabilidad y compromiso que, muy valiosas hembras han demostrado a todo lo largo de la historia de la humanidad.

Se trata aquí de un grupo de solitarias y muy heterogéneas damas que, en 1864, viven en una misión en Colorado, Texas, a la cual llega un joven soldado de la Unión que acaba de desertar tras haber comprobado con sus propios ojos, las infames acciones que el ejército comete contra los indígenas cheyennes. Dispuesto a advertirlas y protegerlas de las retaliaciones que están a punto de asumir por su parte los comanches, lo que se aviene se conjuga satisfactoriamente entre la comedia y el drama -como suele ser muy propio del cine del director, George Marshall- y se pasa un rato muy entretenido con esta historia que, sin ser tomada demasiado en serio, consigue exaltar el valor de esos seres de cabellos largos que ¡tantísimas satisfacciones!... y unos cuantos líos, han causado en este disparatado, pero encantador mundo.

El guion, escrito por Walter Doniger, quien se basó en una historia de C. William Harrison, cuenta con atractivos diálogos y borda una serie de personajes femeninos representativos de muy diversos sectores sociales y con variados niveles intelectuales y morales, logrando que la historia se convierta así en una plasmación sociológica, sin duda, llamativa. Fácilmente, cada mujer que vea la película, podría preguntarse: ¿Con quién me identifico?... y es muy factible que obtenga la respuesta.

Sin timidez, George Marshall, se muestra muy crítico con ciertos comportamientos que, infortunadamente, no escasean en nuestra sociedad, y en primer plano tendrá al Teniente, Frank Hewitt, (representado por el carismático, Audie Murphy), dispuesto a sacudir el terreno cuando sea necesario… y, claro, también habrá otra suerte de hombres que, igualmente resultarán muy disímiles y contrastantes, y en definitiva, la sociedad humana estará francamente pintada.

En el reparto -además de Murphy-, sobresalen: Hope Emerson (quien también estuviera en la película de Wellman), como la “viril” Hannah Lacey; Peggy Maley (Lucy), la dama alegre de afectuoso corazón; Jeanette Nolan (que hiciera parte en la película de Gordon), es aquí la obstinada y muy devota, señora Melavan; y Jeff Donnell, la cordial Mary Wheller… pero, en general, la dirección de actores es bien satisfactoria y la historia fluye, sin tropiezo alguno, dejando de nuevo demostrada la idea de que, la unión puede vencer y superar todos los obstáculos.

Y nunca lo olviden: Sin importar el lugar en donde ocurra, un hombre debe siempre sumarse, y luchar si puede, por todo aquello que, en su conciencia, considere que es una causa justa.

Título para Latinoamérica: LA BRIGADA DE LA MUERTE
Luis Guillermo Cardona
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10
16 de enero de 2021
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1854, John Simpson Chisum (1824-1884), entró en el negocio del ganado y se convirtió en uno de los primeros en enviar sus reses a los territorios de Nuevo México. Con las ganancias que esto le reportaba –también vendía ganado al ejército-, adquirió tierras a lo largo del río Pecos y construyó un gran rancho en el Bosque Grande con más de 100.000 cabezas de ganado. Ante la fuerte disputa territorial que se venía dando en el condado de Lincoln, el 1° de octubre de 1878, el gobernador, Lew Wallace, decretó una amnistía para todos los involucrados.

Un hecho ocurrido durante esas disputas y la relación que sostuviera, Chisum, con el joven pistolero, Billy the Kid -mucho menos difícil, aquí, de lo que fuera en la vida real-, y con el recordado cazador de búfalos y luego sheriff del Condado Lincoln, Pat Garrett, es lo que, en versión muy libre nos recrea el director, Andrew V. McLaglen, en esta estupenda película hecha para exaltar los valores de los hombres que hicieron grande a los Estados Unidos de Norteamérica.

El guion, escrito por Andrew J. Fenady -a quien veremos en la fotografía que Chisum enseña a su sobrina Sallie-, está bordado con impecables matices y gradualmente nos va acercando a unos personajes a los que se aprende a querer, a comprender… o a repudiar, según sea el bando donde han decidido actuar. Por el lado donde hay luz, Chisum, es un ser generoso que siempre piensa en el bien de los demás -comparte el agua con todos sus vecinos-; tiene un alto respeto por la nación Comanche –la defensa que hace de, Búfalo Blanco, es admirable-; es un amigo fiel -Henry Tunstall y Garrett, lo aprecian incondicionalmente… y, además, es un hombre que defiende la Justicia con los más altos criterios.

Otro gran personaje es, Billy the kid, el joven pistolero con una docena de muertos a sus espaldas, quien al sentirse apoyado y valorado por el señor Tunstall, se esfuerza por regenerarse con la mejor voluntad… pero, quizás sea más fiel a sus promesas que a sus propósitos, y el destino va a ponerlo a elegir. La frase de Garrett para definirlos a ambos es bastante precisa: “Billy the kid quiere la venganza. Mr. Chisum desea hacer justicia. En esto hay una gran diferencia”. Pero, por las cosas que hace ¿conseguimos despreciarlo?

También resultan muy valiosos y bien recreados, los personajes de Pepper, Alex McSween e incluso, Sallie Chisum. Mientras, por el lado de sombra, L.G. Murphy, el hombre que no conoce los límites de su ambición; el sheriff Brady, la desgracia de “hombre de ley” que sirve a los intereses del más “poderoso”; y Dan Nodeen, el caza-recompensas convertido en nuevo sheriff, cumplen muy bien su rol de instrumentos para retrasar la paz y animar, así, la combativa unidad de la gente de bien.

Pocas veces me había sentido tan satisfecho con un rol de John Wayne -fue capaz hasta de hacerse unas cuantas cirugías para lucir un poco más joven-; y Geoffrey Deuel, Patrick Knowles, Forrest Tucker, Ben Johnson y Glenn Corbett, resultan inmejorables.

La secuencia del asedio por parte de Nodeen (Dolan en la vida real) y Murphy a la tienda-casa de McSween, ocurrió efectivamente el 15 de julio de 1878 y duró cuatro días. Lo que sigue de ahí es pura ficción, pero, fue logrado con gran impacto y asegurando un magnífico clímax.

Hechas las cuentas, creo que, <<CHISUM>>, es una gran película.
Luis Guillermo Cardona
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