Soul es lo que todos esperábamos que fuera, y aún más. Esperábamos una propuesta visual apabullante, y no solo la tuvimos, sino que la casa del flexo ha superado con creces todo lo que han hecho hasta ahora. Esperábamos un trasfondo más adulto, no solo lo tuvimos, a algunos puede que nos haya hecho pensar "¿quién soy?" o "¿qué estoy haciendo?".

Veo en cada minuto de metraje la voluntad de un equipo de personas increíbles por hacer algo hermoso, la voluntad de crear. Es una película humana, tan humana que duele, duele como se abre paso a través de las capas de nuestra personalidad, hasta llegar a lo más hondo. Ahí está el riesgo de la película, no todos están preparados para hacer el viaje que propone Pixar en Soul, no todos quieren llegar a la otra orilla, o ver lo que Peter Docter quiere enseñarnos de nosotros mismos... Pero aquellos que se atrevan. que reúnan el valor que pudo reunir Joe Gardner, la experiencia le resultará sumamente enriquecedora.

1 h 40 min de habilidad magistral a ritmo de jazz y de viaje de autodescubrimiento plasmados en una de las mejores películas que he visto en este fatídico año, lo cual no ha de tomarse como un dato concluyente dado que apenas he visto nada de lo que se ha hecho... pero bueno, si hay algo que podemos aprender de Joe Gardner y de 22 es que nunca es tarde.

Cuando estaba en secundaria, en clase de Lengua y Literatura Española, disfrutaba especialmente estudiando ese movimiento de la narrativa hispano-americana conocido como Realismo Mágico, que hacía de lo extraordinario lo ordinario, y que creo es hoy día uno de los máximos exponentes de la capacidad creativa del ser humano.

Tal vez sea ello lo que me ha hecho tan disfrutable Encanto. Como si se trata de la Familia Buendía en la enigmática Macondo, me he sentido acogido como uno más con los Madrigal.

La cumbia al ritmo de la batuta de Lin-Manuel Miranda en sin duda uno de los pilares clave de Encanto. Ritmo cumbiero, voces atronadores, letras entrañables... y un aroma a café colombiano que impregna cada una de las canciones. Mis favoritas? En lo profundo, regalo mágico y no se habla de bruno. Llevo toda la mañana con ellas.

Es cierto que no estamos ante un réquiem más de Disney, no es el Coco de Pixar, pero bueno, una trama sencilla, unos personajes adorables y los valores que inspiran la película creo que la hacen muy muy disfrutable tanto al abuelo como al niño.

Estamos posiblemente ante el renacer el género de ciencia ficción. Nolan se introduce en la mente del espectador para transportarlo en un viaje a través del universo conocido y parte del desconocido.

Con un presupuesto de 165 millones de dólares, los hermanos Nolan nos presentan un guión fresco y dirigido tanto al espectador conocedor de las materias tratadas en el film, como al que tiene una noción básica. Además, el maestro de la orquestación Hans Zimmer amenizará la obra en sus casi tres horas de duración, y lo hará, como siempre, con una propuesta sublime en la que el órgano tendrá un papel especial.

Cabe destacar también en la elaboración del guion, la colaboración del físico Kip Thorne (eminencia en los campos de relatividad temporal y astrofísica) que desde el principio le exigió a Nolan coherencia en el folleto, poniendo como requisito indispensable que en ningún momento fueran violadas las vigentes leyes de la física, y en cuanto a las materias en las que estas no se pronuncian, las elucubraciones hechas deberían venir directamente de la ciencia, y no de la mente de un guionista; Nolan así lo aceptó siempre y cuando no dificultaran el rodaje (así estuvieron tiempo y tiempo director y asesor discutiendo sobre la posibilidad de que uno de los personajes viajara más rápido que la luz, siendo al final Nolan el que desistió).

Siendo todas y cada una de las interpretaciones geniales (destacando a la señorita Chastain), los efectos visuales trabajados al detalle, y un despliegue de tecnología totalmente verosímil (otra de las exigencias de Nolan) surge aquí una nueva propuesta para los Oscars, que teniendo en cuenta el precedente de Gravity, se avecina como una de las favoritas, sobre todo para las categorías técnicas.

Es interesante también el mensaje que nos envía, la perspectiva del agotamiento de los recursos naturales de nuestro planeta y el hecho de que, tarde o temprano, los humanos tendremos que abandonar, este nuestro hogar.

Así es todo, una película totalmente recomendable a los forofos de ciencia ficción, de Nolan y del buen cine en general. Os animo a embarcaros en este viaje a través de las estrellas.

Permitid que os haga una recomendación: abandonad vuestras ajetreadas vidas por un fin de semana, coged el tren y viajad hasta la europea Żubrówka, lugar en el que encontraréis "El Grand Hotel Budapest" (2014), propiedad de Zero Moustafa (Tony Revolori de joven; Fahrid Murray Abraham de viejo), uno de los hombres más acaudalados del lugar, y que antes de convertirse de manera misteriosa en el propietario del hotel estuvo, a la edad de 17 años, a las órdenes de Monsieur Gustav Hache (Ralph Fiennes, "Skyfall")¸ conserje del hotel, y favorito de varias de las huéspedes más selectas del mismo. Estos dos personajes son los protagonistas de la historia policíaca que un anciano Moustafa cuenta a un joven Escritor (Jude Law) en el comedor del hotel, historia que más tarde este publicará convirtiéndose en un best seller.

En cada una de las escenas de la obra destaca la simetría del montaje, acción desarrollada en el centro y elementos anexos dispuestos simétricamente a cada lado, en contraste con el caos harmónico de las situaciones que se desarrollan, en las cuales abundan gags muy similares a los usados en el humor inglés, configurando así un diálogo con chispa que en ningún momento, a pesar de su artificiosidad, se le hará pesado al espectador; además, durante toda la cinta, nos veremos acompañados de un sugerente y rítmico hilo musical (ideado por Alexandre Desplat) muy pegadizo y bien adaptado, que en una futura gala los Oscar podría valerle una estatuilla, estatuilla que podía ser la tercera si tenemos en cuenta que tanto el vestuario como el maquillaje y peluquería son de una calidad superior.

En cuanto a las interpretaciones me gustaría destacar muy especialmente la de Tony Revolori, que pone imagen al joven Zero Mustaufa, botones del Grand Budapest. Revolori, a la temprana edad de 17 años, consigue situarse a la altura de grandes del cine y de la comedia como son Murray o Fiennes. El joven Revolori, haciendo gala de una erudición interpretativa innata, consigue fundirse con Fiennes haciendo que dos personajes, en principio muy diferentes, se proyecten al público como uno solo.

En el ámbito interpretativo me gustaría destacar también al propio Fiennes, que simplemente con su registro gestual se funde al 100% con el libertino Hache, y a Willem DaFoe, que en cada una de las escenas en las que hace ostentación de la brutalidad propia del más salvaje de los sicarios, en ningún momento pierde la clase de un hombre de la época, eso sí, sin dejar de transmitir el desasosiego que es propio del papel.

Bohemia, amena y divertida, El Gran Hotel Budapest tiene mucho que ofrecer al espectador, interpretaciones sublimes, una historia exquisita y un montaje excelsior. ¿Recomendada? Sí, para cualquiera que se denomine "amante del cine". Eso sí, a la hora de verla no recomiendo al espectador hacerlo desde el punto de vista de la lógica, huésped que nunca será bien recibida en el Hotel "Grand Budapest".

Reconozco que cuando vi que le concedían el galardón a McConaughey me mostré escéptico a que realmente se lo mereciese, y es que en anteriores trabajos demostró tener un registro muy limitado, tanto en el aspecto vocálico como expresivo, hándicap que nada tiene que ver con su interpretación en Dallas Buyers Club.
El film nos presenta a Ron Woodroof (Matthew McConaughey), un electricista tejano "de pura cepa" que ocupa su tiempo libre con rodeos, apuestas, drogas, alcohol y prostitutas varias. Esta vorágine de sexo, drogas y alcohol se ve interrumpida de repente, cuando después de un accidente laboral, en el hospital, tras unos análisis rutinarios, descubren que tiene el SIDA. Si en un primer momento Ron entra en fase de negación con respecto a su diagnóstico, su empeoramiento crónico hace que se lo replantee y decida emprender una lucha por su supervivencia. El reparto principal lo completan Jennifer Garner, Jared Leto y Steve Zahn.
me gustaría destacar las interpretaciones de Matthew y de Jared. Desde luego mi percepción de las mismas no es más que 2/3 de la real, ya que no la he visto en versión original y por lo cual de ellos solo podré juzgar el registro expresivo y algún que otro llanto no doblado. Bueno, aún a pesar de esta reducida percepción de las interpretaciones, puedo decir que quedé satisfecho sobre todo con McConaughey, que me sorprendió muy gratamente, ya os digo, es un actor que nunca me había emocionado con su trabajo (cabe decir que no he visto toda su filmografía y que tampoco lo he visto en la reciente True Detective), pero aquí, en Dallas, ha conseguido transmitirme todo su dolor, toda su rabia, todas sus ganas de superación, ha conseguido emocionarme. No os confundáis, no estoy transmitiendo la opinión de la Academia, los que me conocen saben que soy apologista de DiCaprio (y para mí sigue siendo merecedor de un Oscar). En cuanto a Jared Leto la cosa cambia, estoy seguro de que más de la mitad de la interpretación que le valió la estatuilla se quedó en la versión original, puesto que no debemos olvidar que Leto es cantante, y por lo cual su poder de variación y proyección vocal debe de ser inmenso. En él desde luego es digna de mención su gesticulación, y es que su papel de paciente transexual tiene su chica, y cuando digo chicha es obviamente en sentido metafórico, ya que ambos protagonistas, Leto y McConaughey, debieron de llevar un par de collejas de sus señoras madres por no comer, y es que en la película son todo pellejo y huesos; el régimen al que se tuvieron que someter para lograr esa imagen (se sabe de buena fe que Matthew hasta 20 kg perdió) hubo de ser terrible. En resumen: Leto y McConaughey, una magnífica proyección de toda su rabia y frustración al verse consumidos por tan terrible enfermedad como es el SIDA.
Bien, si tuviera que criticar algo negativamente de la cinta sin duda empezaría por el hecho de que Jennifer Garner haya quedado relegada a un segundo plano, opino que el personaje de la Doctora Eve tiene mucho más potencial que el que se aprovecha en el film, de la misma manera que pienso que de esto de alguna manera frena la capacidad interpretativa de la propia Garner. El final de la cinta también lo encuentro cuestionable en algunos sentidos, pero acerca de ese tema no detallaré nada, prefiero que veáis esa parte del film en ayunas.
En resumen estoy bastante contento con la cinta, para un 8,75/10, contando con el asunto de Garner, el final y un par de asuntillos más (cómo la duración por ejemplo, la que encuentro un poco extendida de más). Por supuesto recomiendo verla, creo que el espectador podrá ver en ella una bonita historia de superación, de la cual podríamos aprender todos un par de cosas.