La esencia del cine es, en mi opinión, la imagen. En sus comienzos el cine era mudo por lo que era necesario recurrir únicamente a lo visual para transmitir las ideas. La llegada del sonido a las películas fue un gran avance y supuso una gran ayuda a la hora de narrar las historias. Sin embargo creo que es necesario no olvidar que el cine es, principalmente, visual; el sonido queda en un segundo plano. Si no fuera así las películas serían sustituibles por simples pistas de audio.

En este corto la historia es contada exclusivamente a través de un narrador. El sonido no complementa a las imágenes, las imágenes complementan al sonido. Los dibujos repiten visualmente lo que se nos está relatando acústicamente. Es decir, la voz es el componente principal y prácticamente único del relato. De hecho este corto no perdería mucho si prescindiera de lo visual puesto que, como he dicho, absolutamente todo es relatado por el relator.

Sí que es verdad que la historia que se cuenta es entrañable y bonita; aunque tampoco nada espectacular. La razón de la nota que le he dado a este corto es que, para mí, esto no es cine. No encuentro diferencias significativas entre “La leyenda del espantapájaros” y las cintas de audio de cuentos infantiles para niños.