Cuando leí en su día la obra de Tolkien pensé que sería imposible adaptar ese libro, salvo que fuera en animación. Pero aun así sería muy difícil transmitir la esencia y la calidad de su narrativa.
Después de ver la película de Peter Jackson me di cuenta que estaba equivocado. La primera parte de su trilogía es brutal, y nos adentra de lleno en el mundo de la Tierra Media. Su visión de la obra es tremendamente fiel (dada la dificulta del libro) y nos regala cuatro horas de película que pasan volando.
Sin lugar a dudas nos encontramos ante una obra maestra que ha sido elogiada por público y crítica, creándose un fenómeno fan que yo solo asemejo al del de "La guerra de las galaxias". He visto varias veces esta película y sigue entusiasmándome cada escena y cada personaje.
Estéticamente la película es insuperable. Uno observa boquiabierto el trabajo de efectos especiales y todo el diseño artístico, y comprueba el enorme talento y el gran esfuerzo que hay detrás de ese resultado. Uno ve esa época atemporal y cree que todos esos paisajes y personajes son reales. Todo el trabajo de diseño y caracterización está cuidado hasta el más mínimo detalle, y uno no capta ni un solo defecto.
El film cuenta con un elenco de actores que no voy a nombrar, ya que son numerosos. Todos ellos realizan un trabajo brillante, y esa interpretación coral no se ve floja de pasión y sentimiento. Las actuaciones son muy buenas, y cada personaje nos coge de la mano para adentrarnos en un mundo en el que se cierne una gran desgracia.
La historia dentro de todo ese mundo de fantasía y de efectos especiales, cuenta algo muy importante. El valor de la cosas pequeñas. Como un simple objeto insignificante puede tener tanto poder y puede marcar el destino de un planeta. Y además, como alguien tan pequeño y tan joven, puede tener en sus manos la capacidad para que la desgracia no llegue a su destino. La historia lanza el mensaje de que da igual como seas o lo que seas, ya que todos tienen importancia; y tal vez la persona o el objeto más insignificante sea el más importante.
En fin, primera entrega de una saga que no decepciona en nada y que deja el final abierto para continuar con su segunda parte. Una primera entrega que emociona y hace reír a la par; y que cuenta con unas grandes interpretaciones, además de unos efectos especiales y un diseño artístico insuperable. Una obra maestra del cine.