Tres años después de rodar la primera parte James Wan ha dirigido también la segunda parte de " Insidious " . Entre una y otra ha sido el autor de la excelente " Expediente Warren " . En el cine actual es poco habitual que un mismo director diriga más de una película, en la época dorada del cine un mismo director bajo contrato de un estudio podía realizar hasta tres películas en el mismo año.
La diferencia entre las dos películas rodadas en 2013 es muy grande. Manteniendo la misma estética, y Patrick Wilson como uno de los protagonistas, la historia de la familia Warren es casi perfecta, con un guión muy bien estudiado, y en esta segunda película de la saga eso no ocurre.
Partimos del incidente que dio punto final a la primera película, en donde la policía está investigando la muerte de Elise. Ese es el primero de los errores con los que nos encontramos en la película, y eso que acaba de empezar. La familia se ve obligada a vivir en la casa de Loraine, en la cual ya ocurrieron unos acontecimientos extraños cuando Josh era pequeño.
La normalidad es imposible y de nuevo vuelven a sucederse los problemas, para solucionarlos acuden a Specs y Tucker, que ya estaban en la película anterior. A ellos se suma Carl, un antiguo amigo de Elise, que ya estuvo en esa casa cuando Josh era más joven. Estos dos personajes toman más protagonismo, y ese es otro de los problemas, ni los interpretes son buenos ni las cosas que hacen son imprescindibles.
El descubrimiento de un lugar muy tétrico convierte la película en una cinta más entretenida y con más sustos, pero el guión no alcanza la calidad de la primera parte, la cual es verdad era más aburrida.
En ese lugar suceden los mejores momentos de la película, en donde hay dos personajes claves y muy enigmáticos, Parker y su madre.
El final se parece al de la primera parte, pero ya no tenemos la sorpresa, poca novedad en lo que vemos.
Muy recomendable para los amantes del género, está gustando más, por ser mucho más entretenida y con algún susto adicional.