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España España · Valencia
Voto de cherburgo:
8
Serie de TV. Comedia Reginald Perrin es un cuarentón feliz. Lo tiene todo: un empleo como ejecutivo, una casa en un barrio residencial y un matrimonio casi perfecto. Pero aún así, siente que le falta algo y un día decide desaparecer sin dejar el menor rastro provocando con este hecho unos resultados tragicómicos que no nos dejarán indiferentes. (FILMAFFINITY)
19 de abril de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poco más que añadir que no hayan comentado ya TheQuietMan y los demás compañeros cinéfilos sobre esta excelente serie británica de los 70, que constituía una mordaz crítica a la moderna esclavitud a la que estamos sometidos la mayoría de nosotros en la era del capitalismo y la burocracia.

Leonard Rossiter, un actor con una evidentísima vis cómica, da vida al gris burócrata Reginald Perrin, y conforme avanza la serie se va rodeando de verdaderos arquetipos de la sociedad inglesa: C.J., el jefe de la empresa; su esposa, la mujer comprensiva; su cuñado, una especie de fascista paramilitar; el doctor obsesionado con el sexo; el cuñado al que siempre se ignora...

Por su interés reproduzco parte de la reseña escrita por Javier Ikaz en la web Yo Fui a EGB.

""¿Os acordáis de aquella serie en que una persona estaba tan harta de su vida gris que finge su propia muerte? Esa persona trataba de buscar una nueva identidad casándose con su anterior mujer, haciéndose pasar por otro, para acabar siendo el mismo y abrir una tienda llamada Basura donde se vendían cosas inútiles, que curiosamente tiene mucho éxito. El sujeto en cuestión se llamaba Reginald Perrin y la serie "Caída y auge de Reginald Perrin". Típica serie de esas inglesas de humor que tanto proliferaron en los 80.

La serie empezaba con una escena acelerada de un hombre en una playa que, después de quitarse la ropa se adentraba en el mar, desapareciendo entre las olas. Aparecían los créditos y empezaba el capítulo. A pesar de lo grave de la propuesta (fingiendo un suicidio) la serie era cómica, y mucho, y es que la versión televisiva de las novelas de David Nobbs se convirtió en un hito humorístico de la tele a principios de los 80.

La serie, aunque cómica, guardaba un as en la manga, agrio y es que estaba basada en las novelas de un gran escritor inglés, David Nobbs, que se había encargado de impregnarle a la historia suficiente amargura para que no se convirtiera en el Henry Wilt de Tom Sharpe. La primera novela, "Caída y auge de Reginald Perrin", contaba la dramática existencia de un personaje gris, amargado trabajador de una empresa de postres.

Esa primera novela, escrita en 1975, tuvo tanto éxito que propició una secuela llamada "El regreso de Reginald Perrin", aún más absurda y surrealista y que provocó los momentos más delirantes de la serie (y que más se recuerdan), ya que es ahí donde nuestro antihéroe se propone abrir una tienda (con la idea de no engañar al comprador) llamada Basura, donde solo se venden cosas inútiles (un aro cuadrado, los cuadros más feos, las bebidas repulsivas de su cuñado…).

La serie fue breve pero muy exitosa a finales de los 70 y principios de los 80, en parte por el guión y por el buen hacer de su protagonista, el gran Leonard Rossiter, actor de teatro y cine, que supo darle al personaje una personalidad propia. ¿Quién no recuerda aquella tienda absurda que acaba convirtiéndose en el mayor de los éxitos?

La serie supo narrar la tragedia personal de Reginald Perrin debajo de tanta carcajada, y es que los guiones sabían sacar la mejor de las sonrisas mezclándolas con la reflexión. Una serie de novelas (4 hasta la fecha) con una serie de apenas tres temporadas, que se quedaron guardadas en la memoria de los que vivimos aquellos años 80 con una televisión de dos canales.""
cherburgo
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