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Voto de Prudencio Hernández Jr:
10
Drama. Romance Un viejo payaso (Charles Chaplin), después de evitar el suicidio de una joven bailarina (Claire Bloom), no sólo la cuida, sino que, además, se ocupa de enseñarle todo lo que sabe sobre el mundo del teatro para hacerla triunfar. Último y melancólico film americano de Chaplin. (FILMAFFINITY)
4 de junio de 2012
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Emotiva. Una película inolvidable que borra de plano que el cine solo entretiene y poco más, también es un canto a la vida, pero no a la vida coartada, limitada que conocemos, que se edulcora fácilmente con megas producciones insoportables. ¿Por qué? Aquí el gran Chaplin propone la afinidad entre dos etapas sectarias de ésta vida, la juventud y la ancianidad. Hay mitos que se derriban, el más evidente es que un hombre anciano no puede tener amistad sincera con una mujer joven. Siempre se tejieron burlas, desprecio, toda una gama de "visiones" cortas. Jamás se le da una oportunidad sincera a una amistad así, es que la mente humana está inmadura, prejuzga, es ignorante ante el bombardeo de prejuicios lanzados como aseveraciones dogmáticas que condicionan esas relaciones despóticamente.
La amistad hecha con amor y reciprocidad no es otra que la manera sana de quererse y desearse el bien y la felicidad del otro. Simplemente de eso se trata un gran amor. La búsqueda de la película es eso y lo logra; apoyarse para servirse uno al otro. La verdadera amistad debe tener esos pilares y no los de la edad. Y otro tema importante que toca este maduro film es la de servir y no servir. ¿Hasta cuándo los humanos servimos? Para mí es sencilla la respuesta: mientras tengamos vida y estemos sanos. Sin embargo nunca faltan los que sentencian a las primeras canas, nos hunden en la indiferencia, pero hay algo que la juventud con su rapidez que arrasa con todo y descalifica todo como tabla rasa no tiene, es la experiencia, ella hace que siempre tengamos ese punto de apoyo para lanzarnos nuevamente con la juventud eterna del alma, al ruedo de los sueños. Charles Chaplin nos da una lección de valores y de oportunidades. También demuestra cómo, a veces, la sociedad permisiva acorrala a las personas, por su edad, por su condición, o por otra sinrazón, y hace que se deba recurrir a "elementos", en este caso el alcohol, para sobrellevar la carga de angustias que las circunstancias imponen. Eso hace que las adicciones sean un estigma que cuesta desprenderse y que solamente uno sale si se abre ante sí, el mundo de una nueva oportunidad.

LA FRASE: "Lo peor en usted es que se niega a luchar, se da por vencida, no hace más que pensar en la enfermedad y en la muerte. Pero existe algo tan inevitable como la muerte y es ¡la vida!"
Prudencio Hernández Jr
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