Una de esas películas con chispa que se vuelven divertidas conforme van pasando los minutos. Yo ni siquiera era consciente de que estaba ante una comedia, pero Jon Wright mezcla géneros con mucha sabiduría. No estamos ante una comedia como tal, o por lo menos le falta absurdez en todo lo que hay en ella, pero nos mantendrá con la sonrisa todo el rato.

Grabbers es como una película de sobremesa que no se puede emitir en sobremesa. La pareja protagonista es un tanto irregular, o mejor dicho la relación que hay entre ellos, pero todo queda en un segundo plano ante el sentido del humor que demuestra la cinta en todo su metraje. Humor inglés, o mejor dicho irlandés, que hace que quedes atrapado en sus tentáculos sin que sea posible escapar hasta el final. Trepidante y con momentos de serie B. Recordará a la infravalorada "La Plaga" en más de una ocasión combinada con las películas de Nick Frost y Simon Pegg.