Impresionante. Cada vez que la veo, me vuelve a impresionar. Surgida en el mediodía de los setenta, cuando estaba muy de moda el género de catástrofes ('Terremoto', 'El coloso en llamas'...) , un joven director desconocido por entonces se saca de la manga una película que mezcla brillantemente el cine de terror y el de catástrofes, e incluso el cine de aventuras, y crea una obra maestra, y también uno de los títulos más taquilleros de la historia.

Dividida en dos partes, la primera de las cuales trata del descubrimiento del tiburón y los diversos ataques que realiza en la playa del pacífico pueblo de veraneo americano; esta parte toca así mismo los diversos intereses humanos y las distintas formas de actuación: la precaución, el deber, el dinero, la histeria... La segunda parte del film, más aventurera, es el viaje de los tres personajes principales - el jefe de la policía, el científico y el huraño marino - a la caza del tiburón asesino, muy bien narrada en las relaciones entre ellos. En toda la película: angustia y suspense en ritmo calculado, ayudado de una perfecta banda sonora - John Williams - que en su perfección ha conseguido que se nos grabe a todos en el hipotálamo, para recordarla cada vez que nos de por bañarnos en la playa. Sobre todo esa parte repetitiva de las dos notas.

Para mi, sigue siendo la mejor película de Spielberg, y su influencia popular ha sido notable. Todavía la echaban en reposiciones en el cine de mi barrio a finales de los ochenta. Recuerdo bien ese cartel...

Mis escenas preferidas: Sin duda, la mejor escena es la del jefe Brody en la playa, en el segundo ataque, por el suspense a lo Hitchcock. Como por flashes, cada cambio de plano nos vamos acercando al policía sentado, acechante. Luego ese magistral zoom y retroceso de cámara.

Aunque siempre he sentido predilección por la conversación nocturna e intimista entre los tres protagonistas, en el barco, también con suspense de por medio. El viejo marino, que tiene mucho de Ahab (Moby Dick) cuenta su espeluznante historia. Así de simple; así de eficaz.