Y como media un triste 3. La película tiene buena ambientación, música y fotografía, pero cojea muchísimo en sus flas-back románticos y en sus actuaciones. Estamos ante un Matthew Fox que no da la talla como protagonista y a un Tommy Lee Jones en uno de sus peores papeles, no ha sabido captar la energía, el carisma, la ambición y por qué no, el fanatismo del General Mc Arthur.
Las recreaciones del Tokio devastado son impresionantes, pero también ocupan muy escasos minutos, supongo que tendrá que ver con el poco presupuesto de la cinta.
Y nada más puede decirse de esta irregular película que nunca despega y que pronto caerá en el olvido.