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Intriga. Thriller. Cine negro
Turquía era oficialmente neutral durante la Segunda Guerra Mundial, pero en realidad sirvió como punto de encuentro de los espías de las potencias beligerantes, que buscaban una oportunidad para intercambiar secretos militares. Un complejo caso de espionaje, en el que estuvieron implicados alemanes e ingleses, estuvo a punto de cambiar el curso de la guerra, inclinando la balanza del lado de las potencias del Eje Berlín-Roma-Tokio. ... [+]
15 de marzo de 2008
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran película de Mankiewicz, que viendo las críticas del resto de su filmografía no ha hecho una mala. Guión rico, riquísimo en diálogos para no olvidar donde la tensión, la intriga y algunos golpes de efecto en el momento justo no dejan un momento de respiro. Como digo en el título, está basado en hechos reales.
Se inspira en la figura de Elyesa Bazna, vallet de origen albanés, adscrito a la embajada británica en Ankara al servico del embajador de aquel entonces. Aprovechándose de la ceguera y confianza de su superior, roba jugosos secretos que incluyen información vital del día "D" y se los vende a los alemanes a través de personal de la embajada de ese país. Su habilidad en la negociacion lo convierte en el espía mejor pagado por los nazis de toda la II Guerra Mundial.
Todo lo comentado en el párrafo anterior es reflejado en la película, que se toma licencias lógicas que enriquecen la historia; tales como el personaje de la condesa polaca, que en realidad no existió pero que protagoniza momentos decisivos a lo largo de toda la película. Es muy interesante la forma que tiene de estar presente sin estarlo y de influir a lo largo de toda la trama, otro detalle que hace grande el guión.
Sobre la actuación de James Mason, que sobresale por encima del resto sin que éstas desmerezcan en absoluto, está todo dicho en las otras críticas. Creo que nunca se le ha reconocido en su justa medida la calidad y riqueza de matices que supo imprimir a sus personajes.
Y sobre el final, me remito de nuevo al título de mi crítica. De lo mejor.
Se inspira en la figura de Elyesa Bazna, vallet de origen albanés, adscrito a la embajada británica en Ankara al servico del embajador de aquel entonces. Aprovechándose de la ceguera y confianza de su superior, roba jugosos secretos que incluyen información vital del día "D" y se los vende a los alemanes a través de personal de la embajada de ese país. Su habilidad en la negociacion lo convierte en el espía mejor pagado por los nazis de toda la II Guerra Mundial.
Todo lo comentado en el párrafo anterior es reflejado en la película, que se toma licencias lógicas que enriquecen la historia; tales como el personaje de la condesa polaca, que en realidad no existió pero que protagoniza momentos decisivos a lo largo de toda la película. Es muy interesante la forma que tiene de estar presente sin estarlo y de influir a lo largo de toda la trama, otro detalle que hace grande el guión.
Sobre la actuación de James Mason, que sobresale por encima del resto sin que éstas desmerezcan en absoluto, está todo dicho en las otras críticas. Creo que nunca se le ha reconocido en su justa medida la calidad y riqueza de matices que supo imprimir a sus personajes.
Y sobre el final, me remito de nuevo al título de mi crítica. De lo mejor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Un detalle interesante del final es que enlaza con una película en este momento en cartelera, "Falsificadores" de Stefan Ruzowitzky, que describe la "Operación Bernhard" en la que los nazis pretendían hundir financieramente al Imperio Británico. Es un complemento interesante al conjunto de la historia desde un punto de vista que muestra unos hechos que pareciendo remotos influyen decisivamente en el final de la historia. La afirmación hecha en la crítica sobre las ganancias conseguidas con el tráfico de documentos se ve así relativizada.
El personaje de la condesa se integra en el grupo de mujeres fatales, en la línea de las presentadas por Robert Siodmak en varias de sus películas y que hace que en su caída final, Mason no pueda dejar de reir pensando en la cara que le ha debido quedar a ella al conocer la verdad.
Frases como "si les dijera que soy el vallet de la embajada británica, ¿me creerían?" son ciertas así como la incapacidad alemana para valorar como creíble la información robada y las pugnas entre sus mandos para controlarla y aprovecharse de ella ante sus superiores.
El personaje de la condesa se integra en el grupo de mujeres fatales, en la línea de las presentadas por Robert Siodmak en varias de sus películas y que hace que en su caída final, Mason no pueda dejar de reir pensando en la cara que le ha debido quedar a ella al conocer la verdad.
Frases como "si les dijera que soy el vallet de la embajada británica, ¿me creerían?" son ciertas así como la incapacidad alemana para valorar como creíble la información robada y las pugnas entre sus mandos para controlarla y aprovecharse de ella ante sus superiores.