Parece que el terror francés tiene buenas piezas de terror lo que pasa es que hay que buscar bien. Siempre he ido viendo alguna película, como esa de unos que van a hacer una obra de teatro a un castillo o esa otra de uno que monta espectáculos y termina en un caserío perdido en la recóndita Francia.

Es el turno de un grupo de amigos que después de una noche de fiesta van a casa de una de las muchachas a pasar un día o eso parece porque salen de noche y se hace de día y de noche otra vez. No diré más para no destripar porque es de esas que, en palabras de otro usuario hablando de la película alemana «Der Nachtmahr», «no se olvidan».

Sin destripar diré que es de esas que te tienen enganchado desde que empieza hasta que acaba, ¡y cómo acaba! porque por lo menos yo que no leí la sinopsis —lo mejor que hice de aquí a unos meses es no leer las sinopsis de las películas— no sabía hacía donde iban en ningún momento.

De los actores me quedo con Barthes y, evidentemente, Vincent Cassel que ahora entiendo por qué lo veo en todos lados últimamente y es que el tío es un cacho de hacha que te hace de todo; drama, comedia, terror... Total, que es totalmente recomendable y que no entiendo por qué tiene solo un cuatro con ocho porque la película no puede ser más original. Quizás es porque es más de las que se van cociendo lentamente y terror puro y duro apenas hay hasta el final, sí mucho suspense e intriga.