El afamado mexicano González Iñarritu retorna con la "Inesperada virtud de la ignorancia" —prefiero nombrarla así—, en la cual recobra notoriedad en los comentarios de prensa internacionales que avalan su trabajo, para colocarlo en las ternas de premiación más reconocidas de la industria.

El cineasta al igual que su personaje central optan por salirse del área de confort y exploran a través del humor negro y líneas argumentales de fondo, con qué conseguir el reconocimiento. Aun así la disparidad para alcanzarlo es inminente, mientras el primero lo consigue con este señalamiento duro hacia el estereotipo a través de Riggan en género de comedia negra, el protagonista de ésta lo ha hecho sí con la imagen de algún súper héroe (Birdman) a quien encarnó en décadas pasadas y que en actualidad también lo va consiguiendo involuntariamente con lo más fútil, eso con que las masas sacian el recreo.

Una obra interesante que convence a muchos por su argumento, el cual me parece poderoso, pero ya en desarrollo se podría tornar cansino, repetitivo, con escenas normalitas y con una constante que le juega bien o mal dada la subjetividad de aquello considerado como humor. No me cierro a una segunda revisión y su nota podría ir hacia algo más considerable, no obstante mi postura para estimar las certezas cinematográficas de 2014 se van hacia otras latitudes, ¿Verdad Szifron?