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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
6
Thriller. Intriga Earl Brooks (Kevin Costner), un brillante hombre de negocios que lleva una vida aparentemente tranquila, es en realidad un asesino en serie. Brooks se esfuerza por reprimir sus instintos homicidas, pero su alter ego (William Hurt) se lo impide. Una dura y tenaz detective (Demi Moore) capta la atención del misterioso asesino al que persigue. (FILMAFFINITY)
19 de abril de 2008
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Han pasado ya bastantes años desde que Anthony Hopkins se enfundara la piel del canibal Annibal Lecter. Desde entonces, han aparecido por la gran pantalla una gran multitud de "parientes próximos", tantos que incluso se podría hablar de un género de "serial-killers" dentro del "thriller".
Earl Brooks (Kevin Costner) es un exitoso empresario que parece tenerlo todo: una empresa que funciona, una esposa encantadora y comprensiva, Emma (Marg Helgenberger), y una hija en la universidad, Jane (Danielle Panabaker). Sin embargo, bajo esa apariencia respetable, se encuentra un despiadado pyscho-killer conocido por la policía como "el asesino del pulgar", un asesino que sorprende a las parajas mientras están haciendo el amor, y que apenas deja pistas. Sin embargo, un buen día, comete un error y es visto por un testigo, llamado Smith (Dane Cook), el cual le pide intervenir en su próximo crimen.
Dirigido por Bruce A. Evans, el film viene a ser una especie de relectura del clásico “Dr. Jeckyll y Mr. Hyde”, actualizada a los tiempos modernos. Si bien, el protagonista no sufre mutaciones físicas para hacer el mal. Mr. Brooks lleva consigo allá donde va, una sombra perversa, Mr. Marshall (interpretado por William Hurt), que viene representar el lado malo de su conciencia, el que le obliga a matar, a pesar que él no quiere. De hecho, Brooks enfoca los asesinatos no como una enfermedad mental (séria lo lógico ya que va siempre con un tipo que sólo ve él), sino como un vicio, por eso acude a las reuniones de alcohólicos anónimos, para desengancharse de su peculiar “vicio”.
Evans no juega con el espectador al engaño y desde el principio ya nos damos cuenta que Mr. Marshall es un producto de la imaginación del protagonista, ya que a pesar de este buen punto de partida, lo que le interesa es complicar la trama con el aprendiz de asesino, con la policia que le persigue (interpretada por Demi Moore), y con la hija del propio Brooks que parece que también ha heredado alguno de sus “vicios”. El film, no exento de originalidad, acaba discurriendo por los caminos del convencionalismo cinematográfico en materia de “thriller”, con vuelta de tuerca incluida. No hay excesivos discursos filosóficos-metafísicos sobre la convenciencia de matar, aunque en los últimos crímenes, el guión se orienta más bien hacia una cierta idea de justicia, más que un asesinato (en el sentido que el espectador incluso se alegra que Brooks elimine a los dos últimos, ya que de alguna forma se lo merecían). Costner por fin da la talla en una película, aunque la inquietante presencia de William Hurt le roba prácticamente todos los planos en los que aparece.
Por su parte Demi Moore cumple sobradamente con el papel y los minutos de cancha que le otorga el guión. En definitiva un film entretenido, y que al menos aporta otros puntos de vista en un género excesivamente trillado en el cine.
manulynk
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