Hoy en día vemos como la Sociedad Tecnológica va avanzando a pasos agigantados hasta tal punto que no sólo estamos inmersos en ella sino que sin ella (y valga la redundancia) no podríamos vivir. Porque ¿Qué le pasaría a la humanidad entera si de repente dejasen de funcionar todas las máquinas y a su vez desapareciese Internet? Mismamente, sería un auténtico caos, nos volveríamos locos, no sabríamos cómo actuar y muchos datos quedarían traspapelados.

Ahora bien, reflexionemos sobre el caso contrario ¿Qué ocurriría si la Tecnología futura avanzase hasta tal punto de producirse el dominio de las máquinas sobre los humanos? Entonces, nosotros no seríamos más que muñecos de goma automatizados.

Por otra parte, debemos ser conscientes que en la Sociedad en que vivimos es muy bueno que todos estos avances se produzcan pero debemos tener en cuenta que en realidad, estamos computarizados o sea nos pasamos más horas delante de una computadora bien en el hogar, bien en el trabajo que en compañía de nuestros propios seres por no hablar de los móviles.

Sí que es cierto, que a la hora de la comunicación global es muy importante todo lo que rodea a este mundo y con ello, me estoy refiriendo a las distintas redes sociales así como chats, foros, encuentros digitales, contactos, páginas de amigos, skipe, etc. pero no podemos caer en la locura de encerrarnos a modo del llanero solitario y pensar que no existe vida más allá de este planeta tecnológico.

Lo que nos cuenta la película "Her" a día de hoy es totalmente impensable porque ciertamente, es difícil de creer que nos enamoremos como el protagonista de nuestro Sistema Operativo y que éste tenga una voz sensual que nos produzca algún tipo de deseo sexual o carnal.

Es verdad, que hoy en día ya existen y dentro del mundo de la Robótica, robots capaces de expresar sentimientos hacía los seres humanos siendo el último ejemplo el que ha presentado la Universidad de Lincoln creando un prototipo llamado Erwin con el objetivo de establecer a largo plazo las relaciones entre los humanos y los androides. O mismamente, otro androide llamado Kaspar y construido por científicos en la Universidad de Hertfordshire (Reino Unido) ya es utilizado desde hace un par de años en Gran Bretaña con niños autistas y está programado para sonreír, reír, guiñar el ojo y agitar los brazos entre otras muchas cosas con el objetivo de establecer comunicación y manifestar emociones al niño.

Así pues, teniendo en cuenta estos ejemplos y aunque la película no trate de robots, tal vez la relación sentimental y amorosa que nos cuenta entre el protagonista al cual le rodea una cierta soledad y su inteligente ordenador no está tan lejos de la realidad ya que llegará el día que habrá computadoras no sólo capaces de escribir borrar, cambiar, guardar o modificar todos los archivos que mediante voz se digan sino de pensar casi por sí mismas; otra cosa diferente es que nos enamoremos de ellas.

Pero aunque esto último no ocurra y mucho menos que haya en nuestra vida una “Samantha” que a pesar de no tener cuerpo ni alma sea capaz de cautivarnos, de la misma manera que a Theodore; en cierta medida y a pesar de la propia ridiculización de los hechos acontecidos en la película "Her" sí que nos damos cuenta que muchas veces entablamos una cierta comunicación de amor y odio con nuestro ordenador.

Porque no me negarán ustedes que algunas veces no han hablado en voz alta o al menos susurrado alabando al ordenador de forma positiva cuando se descargan los programas rápidamente, el correo va fenomenal o la velocidad de Internet es excelente o denostando cuando se ha bloqueado algún programa, no se ha guardado algo, no enciende bien, o ha entrado algún virus que ha llevado al traste todo el trabajo realizado dando a entender que el Sistema Operativo injertado en nuestro ordenador es capaz no solo de percibir dichas órdenes sino de escucharlas, entenderlas y corregirlas.

Tal vez con el tiempo, la Tecnología sea capaz de satisfacer todas las necesidades de los humanos y se produzca un mágico romanticismo entre el usuario y la máquina