Soporífera adaptación del famoso libro homónimo que sería el equivalente a los libros de la serie azul del Barco de Vapor, es decir letras muy gordas y lenguaje adaptado a la comprensión de un chiquitín, con frases hechas por un adulto haciéndose pasar por un niño del tipo mi hermana es tonta del bote, esta claro que esto no es El Diario de Ana Frank. Esta adaptación cinematográfica, no es solo inferior al ya cuestionable libro, sino que pierde fuelle por todos lados, es increíble que un libro tan cortito no se pudiera condensar en una película fiel al escrito, ya no solo cambian el inicio sino que transforman al temible padre de familia que ningún niño desearía tener, miembro de las SS, en un bobalicón y edulcorado papi que jugaría contigo en el jardín a echarse unas bolas de beisbol, más cercano a la clase media americana que al partido nazi alemán.
Tan solo salvaría de la quema algunas escenas donde la intensa actuación de los críos protagonistas y el joven ayudante nazi ponen los pelos de punta, por lo demás, cualquier otro mérito de este film, se debe al libro, en Disney demuestran día a día que allí los únicos que trabajan son los animadores informáticos en sus bonitas películas digitales, el resto se han echado a dormir en su propia autocomplacencia.