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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Narra la historia de una animosa y valerosa jovencita llamada Liesel, que transforma las vidas de todas las personas de su entorno cuando la envían a vivir con una familia de acogida en la Alemania de la II Guerra Mundial. Para Liesel, el poder de las palabras y de la imaginación se convierte en una forma de escapar de los tumultuosos eventos que la rodean, tanto a ella como a toda la gente que conoce y quiere. (FILMAFFINITY)
7 de marzo de 2014
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una sombra lenta pero terrible se cierne sobre Alemania. Transcurre el año 1938 y el nazismo ya está en el poder con sus aires de prepotencia y sus locuras de exterminio. Para la gente del pueblo, la vida comunitaria, el trabajo diario para ganar el pan, y la atención esmerada a los miembros de su familia, es todo lo que les interesa. Hablarles de guerra, de lucha contra otras naciones y de ideales nazis, es algo a lo que se someten, por miedo la mayoría y muy pocos por convicción.

En el hogar de Hans Hubermann, el pintor de brocha gorda y acordeonista, y su esposa Rosa, la planchadora, muy pronto van a ser cuatro. Liesel Meminger, una chica de 12 años les será entregada en adopción cuando su madre, al separarse de su padre, cree que no podrá ver por ella, y Max Vandenburg, el hijo de un viejo y gran amigo judío, buscará refugio con ellos cuando siente que peligra su vida. Para los Hubermann, estos dos chicos son un regalo del cielo y Hans está dispuesto a complacer el ímpetu de conocimiento que tiene la chica, y a proteger con su vida al hijo de su leal amigo. Rosa, en cambio, servirá a sus vecinos planchándoles la ropa para conseguir el dinero que les permita la manutención.

Es una relación donde el respeto, la solidaridad, la entrega incondicional y la lealtad, tiene bases muy sólidas, quedando bien en claro que, es esto y no otra cosa, lo que interesa a los Hubermann para hallar la felicidad. Pero ellos, ni nadie, pueden sustraerse al entorno y a la política del Estado… y pronto, los portadores de la svástica comenzarán a traer miedo, inseguridad e inestabilidad a la calle Himmel.

“LA LADRONA DE LIBROS” es un título que alude al alto aprecio que comienza a tener, para Liesel, cada libro que encuentra en su camino, pues quiere engullir, entender y memorizar cada palabra que en ellos encuentra, hasta convertirse pronto en una chica brillante que defiende el arte y la vida por encima de todas las cosas.

La película es curiosamente narrada por La muerte, la cual discurre con ironía a medida que los hechos avanzan y nos va contando cual es y ha sido su papel entre esta loca humanidad que tiene tanto de encanto como de horribles desafueros. La ambientación resulta muy atractiva en esos tonos cálidos y colores intensos, que transmiten la idea de un cuento de hadas. La banda sonora y las viejas canciones que interpreta Hans en su heredado acordeón, aumentan la placidez de los momentos felices… y el filme transcurre en forma muy satisfactoria, mirando con sutileza el discurrir de la historia, y centrada mucho más en los sentimientos que dan a la vida su verdadero significado.

Los personajes han sido puestos en muy buenas manos, con un Geoffrey Rush dando vida a un papá de los que poco abundan, prodigándose sin reparo alguno entre su familia y con sus amigos. Emily Watson jugando a ser dura, pero con un compromiso por los suyos que quizás todos bendigan. Y Sophie Nélisse (la pequeña que debutara en “Profesor Lazhar”), en un rol desbordante de calidez y de entusiasmo por el conocimiento, que ojalá sirva de ejemplo a los tantísimos jóvenes que hoy ven la vida como si, en ella, todo valiera nada.

Esta es la suerte de filme que debería verse en las escuelas que hoy padecemos.
Luis Guillermo Cardona
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