Si busca usted una comedia divertida, ingeniosa, romántica, con frescos y regocijantes diálogos, muy bien interpretada… y con algunos empujoncitos de la buena suerte, ¡ésta es su película!

<<CÓMO ROBAR UN MILLÓN Y...>>, resulta muy divertida cuando, el implacable búmeran de la vida, deja entrever que ha llegado a su punto de regreso. Quienes sienten este palpitar son: Charles Bonnet, un experto en falsificaciones de arte para quien, emular a Van Gogh y a otros grandes artistas halaga su vanidad cuando ve como los ilustres “expertos en arte” pagan caro y sonríen complacidos; y también a su adorable hija, Nicole, que aunque advierte el lado sucio de este juego, no está en condiciones de contradecir a su brillante y complacido padre quien, “Cuando hace un Van Gogh, ¡es un Van Gogh!”…

Sólo que, ahora, en la cumbre de su vanidosa autoconfianza, se ha atrevido a falsificar la escultura, “Venus” de Benvenuto Cellini, a sabiendas de que, en este terreno, ya se puede comprobar la autenticidad de una obra. Avaluada en un millón de dólares, la obra se exhibe en un famoso museo parisino y, por entonces, Nicole conoce a un ladrón de sociedad que intenta robar en su casa, por el cual se siente fuertemente atraída. Con, Simon Dermott, que así se llama este pretendiente de guante blanco, comienza entonces un fuerte plan que, con algunas argucias, mucho arrojo, y una necesaria ayudita de la Providencia, intentará salvar el pellejo de su padre... antes de que se compruebe que anda desplumando a las "mansas palomas de la alta sociedad".

El guion de Harry Kurnitz (basado en una historia de, George Bradshaw), resulta insostenible como tesis de lógica argumental (licencias permisibles en toda comedia), pero, la trama luce tan encantadora y divertida en los hechos que suceden, que uno se la pasa de maravilla viendo a ese trío de grandes actores: Audrey Hepburn, Peter O´Toole, y un inolvidable, Hugh Griffith, haciendo de las suyas.

En los diálogos abundan deliciosas píldoras:
Bonnet, el falsificador, casi compungido: -“Vivimos en un mundo materialista donde no existe la fe y la confianza”.
Nicole a Simon: -“¡No creerá usted que soy capaz de robar una cosa que no sea mía!”
O ¿qué tal ésta perla?:
Nicole a Simon: -“¡Es usted el hombre más detestable que conozco!”
-“Cuando se frecuentan círculos criminales no se puede ser exigente”. -Responde Simon.

No busque una trama a lo Hitchcock, aunque Audrey se cubra la cara para hacérnoslo creer. ¡Prepárese para una buena diversión y la va a encontrar muy seguramente!

Título para Latinoamérica: <<CÓMO ROBAR UN MILLÓN>>