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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama Cuatro jóvenes hermanas, Josephine, Margaret, Amy y Beth March, realizan un aprendizaje, a veces doloroso, a veces fascinante, de la vida y del amor al cuidado de su madre mientras su padre lucha en la Guerra Civil Americana (1861-1865). Las cuatro van creciendo y abandonando, una a una, el hogar familiar para casarse y crear sus propias familias. Sólo se queda Jo, que quiere ser escritora. A pesar de que tiene la sensación de que para ... [+]
30 de octubre de 2009
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
La familia es el corazón de la sociedad, pues, es dentro de ella donde comienza a palpitar el amor, donde fluye la sensibilidad y donde se manifiestan los demás valores que nos permiten establecernos como seres integrales e íntegros. Es la familia la que nos permite superar la incompetencia de los primeros años y es la que nos da las principales herramientas con las que enfrentaremos al mundo en los años subsiguientes. La familia es (¡debería ser!) sostén, complemento, cooperación, participación... y es la base desde la que podemos visionar, en micro, la sociedad de la que luego hacemos parte. De aquí, la importancia enorme que tiene el poder existir en una familia sólida, respetable, amorosa.

La gran virtud de esta película –y del libro, “Mujercitas” de Louisa May Alcott, en que ésta se basa– es, precisamente, que recrea con honda sensibilidad y con una lírica sutil y entrañable, los pormenores de una familia de mujeres (cuatro hermanas adolescentes, su madre y su abuela), cuyo jefe de hogar se haya, por entonces, en las lides de la Guerra Civil. Entre ellas, presenciaremos un magnífico ejercicio de convivencia, respeto, compañerismo, solidaridad… en un ambiente donde también llega el dolor, el conflicto… y la pérdida. Pero ellas, con su fortaleza espiritual y su profundo amor, quizás consigan aceptarlo todo y trascenderlo todo, que, al fin y al cabo, todo pasa, la vida siempre recupera su cauce y nos devuelve luego la armonía cuando nos preservamos firmes ante las crisis que llegan.

El director, George Cukor, logra la trascendencia con un filme de gran belleza visual, excelentemente fotografiado y con una ambientación impecable que preserva la totalidad de la historia en un tono romántico y cálido que nos toca muy adentro. Las actuaciones son, en general, muy ajustadas, y sobre todo, los personajes de las hermanas resultan plenamente encantadores. Katharine Hepburn, da la impresión de que se estuviese representando a sí misma pues, su personaje, le calza a la medida: Josephine March es como ella, impetuosa, definida, anticonvencional, libre, “un espíritu inquieto” como la define el políglota profesor Bhaer, en quien hallará la fuerza trasparente que necesita para sentirse ella.

Otras versiones cinematográficas –anterior muda, en 1918, bajo la dirección de Harley Knoles y posterior, en 1949, dirigida por Mervyn LeRoy- se han hecho de “Mujercitas”, pero, creo que <<LAS CUATRO HERMANITAS>>, permanecerá como la más eficiente, edificante y emotiva versión del libro de Miss Alcott.

Como dice, Gary Zukav, en su valioso libro, “El Lugar del Alma”:

“Tenemos muchas cosas que hacer juntos. Hagámoslas en sabiduría, amor y alegría. Hagamos de ello la experiencia humana".
Luis Guillermo Cardona
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