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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Thriller Una mañana lluviosa, seis hombres disfrazados y armados asaltan la sede central de un banco en Valencia. Lo que parecía un robo limpio y fácil pronto se complica, y nada saldrá como estaba planeado. Esto provoca desconfianza y enfrentamiento entre los dos líderes de la banda, “El Uruguayo” y “El Gallego”. Pero ¿qué es exactamente lo que buscan los atracadores? (FILMAFFINITY)
28 de julio de 2016
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
124/07(09/07/16) Fallido thriller del barcelonés Daniel Calparsoro, con un arranque atractivo una primera media sugerente para los amantes al subgénero “heist”, pero a medida que avanza se va desinflando en una madeja de subtramas de índole de criticar a la corrupta política patria que no le hacen bien a la cinta, cayendo en caricaturizar de modo simplista las situaciones. El relato se inspira en hechos reales, en el robo del Banco Río de Acassuso (Argentina) el 13-01- 2006, cinco atracadores entraron en el local y mantuvieron de rehenes a 23 personas una tarde (desenlace en mi blog, dirección abajo), el guión de Jorge Guerricaechaverría (“La comunidad” o “Celda 211”) es influenciado notoriamente por films como “Tarde de perros” (1975) de Sidney Lumet y sobre todo por “Inside man” de Spike Lee (2006), a la que copia la subtrama de que todo lo importante gira alrededor de una caja de seguridad que guarda un oscuro secreto, de la que parece una copia cañí. A destacar del film la incursión en nuestro cine del actor Rodrigo de la Serna, que con su fuerza y carisma seguro dará que hablar en el futuro. Un pasatiempo que cumple, olvidándose mientras pasan los créditos finales. Título deriva del proverbio español "Quien roba a un ladrón tiene 100 años de perdón", alegoría sobre lo que van a encontrar los atracadores en una caja de seguridad.

Una mañana en un banco de Valencia una banda de atracadores, liderados por “El Uruguayo” (Rodrigo de la Serna) y “El Gallego” (Luis Tosar) entra a robarlo con un plan premeditado, plan que se les trunca por la climatología adversa, viéndose obligados a permanecer en el lugar con rehenes, teniendo que negociar con las autoridades. También tendrá importancia en el relato personajes como ”El loco” (Joaquín Furriel), miembro de la banda de ladrones, Cristina (Marian Álvarez), directora del banco, Mellizo (José coronado), retorcido mediador con los atracadores, o Ferrán (Raúl Arévalo), mediador político con los atracadores.

Posee un arranque potente sabiendo copiar (o sea con cero originalidad) el estilo raudo y veloz hollywoodiense, yendo de primeras a lo importante, resultando trepidante en sus primeros minutos, bien planificados y rodados, con gran pulso narrativo, con todos los elementos inherentes al subgénero, máscaras, armas, falsas apariencias, gente que se quiere hacer el héroe, tensión en la negociación con la policía, tensión entre la policía, como he dicho todo huele ha visto, pero queda bien, con dosis agradecibles de humor, sobre todo a cargo del personaje “El loco” y también de los argentinicidios en formato palabrotas. Calparsoro demuestra buen manejo en las escenas de acción en el manejo de la intensidad en la primera media hora, te engancha, pero cuando debe hacer rodar la pelota se enreda de modo pueril en una estructura con pies de barro, queriendo ser más de lo que puede, quiere ir más allá de un film de acción, anhela ser una radiografía de nuestro clima geopolítico de corrupción moral (por supuesto política), nos habla de modo trivial, cual sketch de la situación de crisis hispana, de los desahucios, de los preferentitas, de las hipotecas, del riesgo de paro, y por supuesto de la amoralidad de los políticos, en una ajada critico-social que se le daba mejor a otra cinta “heist” más reciente, “El mundo es nuestro” (2012), esta tiraba por la comedia bufa, como en esta y en sus mencionados referentes idealiza a los atracadores, les otorga una patina de moralidad más acentuada que su reverso en los oscuros tejemanejes de los políticos que en la sombra lo manejan todo, todo esto la hace de fácil visión.

Pero Calparsoro la “caga” en cuanto la historia debe avanzar, se estanca dejando entrever agujeros y grietas a las que hay que darles patente de corso para aceptarlas. El culmen es cuando entra en disquisiciones sobre momento actual de clima de latente descontento contra la política, tira por el camino fácil de entrar en un problema complejo, con múltiples aristas, y él lo enfoca hacia un único punto, y lo hace de modo chirriante, inverosímil, donde la sutilidad ni está, ni se le espera, intenta moralizar a brochazos, olvidándose por el camino de construir los protagonistas, delineados de modo liviano, sabremos lo mismo de ellos al acabar el film que cuando comenzó, con lo que la empatía con ellos es nula, nos da igual escapen o los enchironen. Su dardo envenenado nunca muestra su diana política de modo explícito, cuando es obvio que estando en Valencia, antiguo “cortijo” del PP, se refieren a ellos, asimismo el meollo de la información “bomba” de la caja de seguridad (podría el guionista en un autoguiño haberla numerado 211) es un corrupto caso de transfuguismo, que nos remite al popular y tergiversado “Tamayazo”, que derivó finalmente en que Esperanza Aguirre fuera presidenta de la comunidad de Madrid, está crítica hubiera quedado mejor si no hubieran puesto nombre a la ciudad, pues la corrupción es generalizada, solo hay que estar un tiempo en el poder y encontraras a gente que no se ha resistido a la tentación, en Andalucía los Eres, en Cataluña el puyolismo y su 3%, y por supuesto en Valencia y Madrid Gurtel y demás, por ello la falta abrir el foco le delata sus intenciones, donde solo resta nos indique a quién votar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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