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España España · Barcelona
Voto de picais:
6
Drama Walter Vale (Richard Jenkins), un profesor universitario de Connecticut que viaja a Nueva York, se ve envuelto en la vida de una joven pareja inmigrante a la que encuentra viviendo en su apartamento de Manhattan, un piso que apenas visita. Tarek (Haaz Sleiman), un músico sirio, y Zainab (Danai Jekesai Gurira), su novia senegalesa, viven allí porque alguien les ha alquilado el apartamento, haciéndose pasar por el dueño. (FILMAFFINITY)
15 de septiembre de 2009
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
McCarthy nos presenta en tono intimista el drama de la inmigración ilegal, algo que lamentablemente es una realidad en muchos países, realidad doblemente dolorosa, principalmente para las personas afectadas pero también para el país al que emigran, no es ningún plato de gusto crear leyes represoras o construir centros, en la práctica cárceles, en donde ubicarlos, con el coste añadido que ello supone, aunque imagino que si hay inmigración ilegal es porque también hay alguien que se está aprovechando de mano de obra a un bajísimo coste y en unas condiciones laborales seguramente lamentables.
Al margen de esto la historia que aquí nos cuentan, es cómo no, una historia triste, dramática, de esas que claman justicia, esta filmada con elegancia, sutilmente, con contención, huyendo en todo momento del morbo, de la lagrima fácil, nos dice cuan sencillo puede ser implicarte, si eres humano y falto de afecto en una causa, en una lucha, que a priori no es la tuya. El protagonista así lo hace con respeto, sin pretender protagonizar nada, sin esperar nada a cambio, con delicadeza. Desde este punto de vista la película está bien planteada y el tratamiento es en todo momento el correcto.
Por otra parte no todo son virtudes en esta historia, yo la encuentro bastante manipuladora y que de alguna forma intenta vendernos a los inmigrantes como lo que por desgracia no todos son. Los protagonistas de esta historia sí que son personas de nivel, honradas y trabajadoras, agradables, con mundo, trato exquisito, con las que es muy sencillo encariñarse, la realidad nos dice que no siempre es así y que son muchos los que vienen a servirse de un sistema social más proteccionista o de un sistema judicial más tolerante. Y ahí reside tal vez la manipulación, ni todos los que vienen son buenos y encantadores ni las leyes son siempre injustas y malévolas.
picais
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