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Voto de Kyrios:
6
Comedia. Terror Una pareja de amigos decide pasar las vacaciones en una cabaña perdida en el bosque con el plan de beber cerveza y matar el tiempo pescando. Tucker puede considerarse el líder de los dos, pues su colega Dale posee una incapacidad innata para acercarse al sexo opuesto. Cuando se encuentran casualmente con unos estudiantes en viaje de acampada, Dale intenta acercarse a la bella Alison, una de las chicas del grupo, pero sólo consigue ... [+]
2 de septiembre de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tucker and Dale vs Evil (Tucker y Dale contra el mal, 2013) es una extraña película. Y muy irregular. Por momentos se convierte en una ácida parodia de las películas Slasher e incluso homenajeando a filmes más dispares como Evil Dead (Evil Dead, 1981; La película sin duda evoca la misma ambientación de la obra de Sam Raimi, una cabaña perdida en el bosque y para más inri con una fisionomía muy similar). Pero también tiene un arranque muy flojo, un desenlace irregular y un humor que en ocasiones bordea el infantilismo.

De hecho, el prólogo de la película es una pieza fílmica que no encaja con el resto de secuencias y que sólo sirve como gancho para mantener en vilo al espectador. Esta escena nos muestra a un par de reporteros caer ante no sé sabe bien que (¿La casa que más tarde ocuparán los protagonistas y por tanto, el antiguo inquilino está detrás?), lo que hace engañar al espectador, creyendo que lo que tiene en frente es otro caso de película con posesiones o fantasmas, como en Evil Dead, pero a medida que avance el metraje la película no volverá a recurrir a esta secuencia. Es evidente porque el director de la película, Eli Craig, coloca este gancho, y es porque la primera parte del filme está más bien ausente de acción, y necesita preparar al espectador para que lo aguante.

Pero más cuestionable es el pésimo arranque de la película. Ahí ya Craig nos presentará una de sus características principales, que es el singular sentido del humor que emplea la película. Y es que, a pesar de la violencia extrema que encontramos en muchas de sus secuencias, la realidad es que Tucker & Dale utiliza un humor ingenuo e inocente, casi por momentos infantil (este, en los peores momentos). Puede que la película funcione precisamente por estos contrastes tan agudos entre su humor y la violencia, algo que puede dejar descolocado a más de uno. También observamos como muchos de los gags vienen del personaje que interpreta Tyler Labine, un antihéroe sureño y tímido, que se encuentra en la necesidad de salvar a su amigo (interpretado por Alan Tudyk) y al amor de su vida (interpretada por Katrina Bowden). Una especie de pareja del gordo y el flaco entre Tucker y Dale, aunque aderezados con algunos de los tópicos del sur. En definitiva, un humor en ocasiones ingenuo e inocente, pero sobre todo siempre sorprendente.

En cuanto mejor se siente la película es en su segundo tramo, cuando los jóvenes universitarios se establecen por error como los enemigos de nuestra pareja de protagonistas. Ahí la película es donde enseña todas sus armas. Más que realizar una disección del Slasher, lo que hace el filme de Eli Craig es invertir los códigos de este subgénero de películas. Nuestros protagonistas por confusión son considerados como asesinos por parte de los universitarios, y estos tratarán de defenderse aunque irán muriendo de todas las maneras posibles y bizarras. La gracia viene precisamente de esta confusión entre los diversos estereotipos con los que juega el filme. La trama seguirá el modelo Slasher, pero siempre dándole la vuelta a las situaciones más particulares. Los universitarios irán perdiendo efectivos, llamarán a la policía, tratarán de armarse…También hay una parte de comedia romántica, entre el personaje interpretado Tyler Labine y Katrina Bowden.

Factura normal, sin duda lo mejor de esta es el deja vu que como ya comentaba recuerda constantemente a Evil Dead. Para la escasa producción con la que contaba Eli Craig al menos consigue sacar adelante la película, sin que de un cantazo importante en ese sentido.

Golpes contados, otros más previsibles, lo cierto es que Tucker y Dale es una película que se deja ver fácilmente, pero que tiene una trama irregular. Es normal que durante su visionado, el espectador tenga sensaciones encontradas, y que la valoración de la película parezca ir en montaña rusa. En ocasiones se pasa de ligera (repito que la extrema violencia parece un paréntesis o una excepción) y quizá un poco de mala baba habría alzado a la película varios escalones artísticos.

http://neokunst.wordpress.com/2014/09/01/tucker-y-dale-contra-el-mal-2013/
Kyrios
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