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colaborador
Voto de Quique Mex:
4.186
Fantástico. Romance
Año 1720. Tras el naufragio de sus navíos, un mercader arruinado debe exiliarse al campo con sus seis hijos. Entre ellos se encuentra Bella, la más joven de sus hijas, alegre, guapa y llena de encanto. Tras un viaje agotador, el mercader descubre el dominio mágico de La Bestia, que le condena a muerte por haberle robado una rosa. Sintiéndose responsable de la terrible suerte que amenaza a su familia, Bella decide sacrificarse en lugar ... [+]
28 de enero de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ocho años después de dirigir la primera adaptación del popular videojuego ‘Silent Hill’, Christophe Gans regresa adaptando ahora el clásico cuento de hadas y una de las más populares historias de amor.
Adaptaciones de ‘La bella y la bestia’ han habido bastantes, pero nunca parecen suficientes, desde la preciosa realizada por Jean Cocteau en 1946, a la ya clásica realizada por Disney en los años 90, o la serie televisiva con Ron Perlman y Linda Hamilton, hasta llegar a la muy particular versión de DreamWorks, ‘Shrek’.
Con una de las actrices más notables en la cinematografía francesa durante los últimos años, a consecuencia de la repercusión internacional del filme ‘La vida de Adèle’, Lèa Seydoux es ahora la Bella del cuento, acompañada de un importante elenco que incluye a Vincent Cassel como la Bestia, el experimentado André Dusollier y el español Eduardo Noriega.
Con un apantallante diseño de producción, muchas imágenes generadas por computadoras y efectos visuales notablemente realizados, ésta nueva versión de Gans prioriza el espectáculo por sobre la historia romántica, lo cual se convierte en su peor defecto, mas no el único.
El tono de la película no termina nunca por definirse, por momentos pareciera un producto dirigido al mercado infantil, con animalitos digitales que nunca terminan de aparecer, y por momentos el relato se torna un tanto más oscuro, ya que aunque la historia de amor es apenas mal contada, el realizador ha incluido un par de escenas con una forzada tensión sexual que la vuelve inaccesible para dicho público.
Otro punto en contra es la fallida química entre los protagonistas, ya que a pesar de su incuestionable belleza, Seydoux batalla para crear empatía con una Bella un tanto altiva y poco carismática, y que en sus escasas escenas a cuadro con Cassel no terminan de desarrollar el romance que justifique el desenlace ya por todos conocido.
En cambio, las escenas de acción llenas de vistosos efectos visuales, atiborran en el último tercio del relato en un festín de CGI que seguramente llame la atención de los más jóvenes pero que deja de lado por completo a los personajes que dan nombre a la historia, quienes terminan siendo también simples espectadores.
Una adaptación que no convence del todo, que nunca se decide a bien por lo que quiere contar y que deja de lado lo que todo mundo quiere ver en esta historia; el improbable romance entre la bella y la bestia. Lo bueno, que siempre podemos volver a Shrek.
Adaptaciones de ‘La bella y la bestia’ han habido bastantes, pero nunca parecen suficientes, desde la preciosa realizada por Jean Cocteau en 1946, a la ya clásica realizada por Disney en los años 90, o la serie televisiva con Ron Perlman y Linda Hamilton, hasta llegar a la muy particular versión de DreamWorks, ‘Shrek’.
Con una de las actrices más notables en la cinematografía francesa durante los últimos años, a consecuencia de la repercusión internacional del filme ‘La vida de Adèle’, Lèa Seydoux es ahora la Bella del cuento, acompañada de un importante elenco que incluye a Vincent Cassel como la Bestia, el experimentado André Dusollier y el español Eduardo Noriega.
Con un apantallante diseño de producción, muchas imágenes generadas por computadoras y efectos visuales notablemente realizados, ésta nueva versión de Gans prioriza el espectáculo por sobre la historia romántica, lo cual se convierte en su peor defecto, mas no el único.
El tono de la película no termina nunca por definirse, por momentos pareciera un producto dirigido al mercado infantil, con animalitos digitales que nunca terminan de aparecer, y por momentos el relato se torna un tanto más oscuro, ya que aunque la historia de amor es apenas mal contada, el realizador ha incluido un par de escenas con una forzada tensión sexual que la vuelve inaccesible para dicho público.
Otro punto en contra es la fallida química entre los protagonistas, ya que a pesar de su incuestionable belleza, Seydoux batalla para crear empatía con una Bella un tanto altiva y poco carismática, y que en sus escasas escenas a cuadro con Cassel no terminan de desarrollar el romance que justifique el desenlace ya por todos conocido.
En cambio, las escenas de acción llenas de vistosos efectos visuales, atiborran en el último tercio del relato en un festín de CGI que seguramente llame la atención de los más jóvenes pero que deja de lado por completo a los personajes que dan nombre a la historia, quienes terminan siendo también simples espectadores.
Una adaptación que no convence del todo, que nunca se decide a bien por lo que quiere contar y que deja de lado lo que todo mundo quiere ver en esta historia; el improbable romance entre la bella y la bestia. Lo bueno, que siempre podemos volver a Shrek.
