Haz click aquí para copiar la URL

La bella y la bestia

Fantástico. Romance Año 1720. Tras el naufragio de sus navíos, un mercader arruinado debe exiliarse al campo con sus seis hijos. Entre ellos se encuentra Bella, la más joven de sus hijas, alegre, guapa y llena de encanto. Tras un viaje agotador, el mercader descubre el dominio mágico de La Bestia, que le condena a muerte por haberle robado una rosa. Sintiéndose responsable de la terrible suerte que amenaza a su familia, Bella decide sacrificarse en lugar ... [+]
1 2 3 4 5 6 10 >>
Críticas 49
Críticas ordenadas por utilidad
16 de marzo de 2014
50 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas veces hago críticas porque siempre suele haber tantas que alguna encuentras que dice lo mismo que tu deseas decir, entonces ¿para qué repetirte? Lo veo un derroche de ego simplemente y una gran pérdida de tiempo. Pero en contadas ocasiones como ésta, cuando al volver de ver una película y leer las críticas me encuentro todas diciendo lo contrario a lo que pienso, pues creo que merece la pena dedicar un rato a poner una visión diferente de la película, para que así si alguien lee esto, tenga ambas versiones, aunque desechéis la mía por no ser tan culta ni seguir la corriente de pensamiento general de los "cinéfilos".

Y después todo esto, lo que quiero decir, es que a mí me ha gustado mucho la película. ¿Porqué? Pues quizás porque no cometí el error de leer las críticas antes y fui a verla simplemente con la ilusión infantil de ver la versión en carne y hueso de una de mis películas de Disney favoritas. Fui a verla con predisposición a ilusionarme y a disfrutar cada uno de los 112 minutos que dura.

Reconozco que el hecho de que la bestia fuera Vincent Cassel y Bella Léa Seydoux, ayudó muchísimo a aumentar mis ganas de ver la película. Pero si al final hubiera sido un producto desastroso como tantas otras adaptaciones (la de Mulán por ejemplo) no me habría dejado la sensación que todavía, después de llegar del cine, guardo conmigo mientras escribo esto.

Para mí La Bella y la Bestia es una película mágica y romántica, con una deliciosa fotografía llena de color que te atrapa en todo momento. No me quejo en absoluto de los efectos especiales, que si bien no son sorprendentes como los que podemos encontrar en las películas de Marvel, no resultan desagradables a la vista y mantienen la magia en todo momento, enamorando a los espectadores. Todo es tierno y romántico en la película, desde el comienzo con el libro hasta los créditos, casi pareciera como si te estuvieran envolviendo una nube de algodón mientras ves la película. Y es que no debemos olvidarnos de que es un cuento y se supone que debe transmitir esa sensación, no podemos pedir profundidad ni dramatismo, se supone que debe generar ilusión y sueños. pero en fin, volviéndome un poco más técnica, diré que el vestuario es increíble, que los ángulos de cámara y como pasan de la realidad a un sueño me han encantado. Reconozco que me pondría cualquiera de los vestidos de las mujeres y los trajes de los hombres también son impresionantes (como dicen en otra crítica de arriba a Vincent le sienta de maravilla el rojo). La caracterización de la bestia me parece perfecta, al menos yo sentía que si deslizara los dedos por su espeso pelaje, este iba a ser suave y esponjoso. Y la decoración y los escenarios... no sé como describirlos salvo que son justo como los imaginaba en mi mente, tan mágicos, misteriosos y reales que te dejan con ganas de seguir explorando el resto de pasadizos. La banda sonora es perfecta para atraparte y que te olvides de que está sonando de fondo, pero eso es todo lo que puedo decir bueno de ella. No es particularmente reseñable ni se te queda en la cabeza, es solo un añadido para meterte en la historia, pero no permanece ni dos segundos en la memoria una vez deja de sonar.

Así que en conclusión y sin vergüenza alguna, me declaro fascinada por la película y totalmente enamorada de la magia que flotaba en el aire mientras la veía. Estoy segura de que volveré a verla más veces. Y sinceramente, cada vez estoy más convencida que nosotros mismos con nuestras críticas mordaces y en un intento de hacernos los interesantes y profundos, somos los que nos estamos cargando el cine poco a poco, no valorando el trabajo, el dinero y la ilusión que se pone en cada película. Si por un momento dejáramos de ver una película para buscarle los fallos y viéramos una película simplemente para disfrutar de ella, estoy segura de que la industria del cine iría mucho mejor y además, dicho sea de paso, seríamos mucho más felices todos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Brianna Fraser
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3 de abril de 2014
29 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mis veinte años, y con una feliz infancia colmada de los mejores éxitos Disney, y en especial, precisamente, de su adaptación de "La Bella y la Bestia", mentiría si dijese que no guardaba grandes esperanzas al verla en carne y hueso, aunque fuera tan sólo la mitad de hermosa de la que fue su antecesora en unos excelentísimos dibujos animados.

Comenzó con un principio largo y pesado, donde en mi opinión sólo buscaba distinguirse desesperadamente del mítico clásico de Disney con ciertos paralelismos, acompañados de un sinfín de personajes insustanciales y vacíos que no hacían si no más que rellenar. ¿Hermanos, hermanas? ¿Quienes son todas estas personas? ¿Cuándo por fin se van a encontrar los protagonistas? El malo de la película, por cierto, poseía un doblaje de voz deficiente y extraño. ¿Hecho quizás por un amateur? Ni lo sé ni me importa, tan sólo reconozco fervientemente que su maldad era insípida y poco justificada. "¿Dónde quedó mi Gastón...?"

No obstante, lo peor, lo imperdonable, lo apoteósicamente desastroso y decepcionante a su vez radicó en la INEXISTENTE química entre sus dos actores principales: Vincent Cassel y Léa Seydoux. ¿Porqué entregarían a Cassel este papel que le queda tan horrible y fuera de lugar? ¿Cuántos años tiene exactamente este príncipe, cincuenta? Parece su padre, más que su amante. Sinceramente, de gato con botas gigante estaba más acorde. Adiós a mis sueños infantiles, pues entre estos personajes, tan sólo hay un baile y dos cenas para enamorarse. ¡ZAS! todo ocurre tan rápido como en un flash, cómo si alguien la hubiera embrujado. Es tan poco creíble que en el mítico final, cuando ella reconoce que le ama, no hay dios que se lo crea. ¿Cómo que le quieres, si hace dos días (descontando uno que pasó con su gran familia de extras) le insultabas con todo el odio de este mundo?

Esta Bella que nos ofrece Gans tiene mucho carácter y bastante menos dulzura de la que se esperaba, por eso, a su vez, resulta inverosímil que vaya poniéndose flamantes vestidos, cada día de un color, cómo si fuera una Barbie. Por otro lado, la Bestia no cambia casi nada a lo largo del fin, es terca y agria durante toda la película, salvo al final donde es herido y está un poco menos borde. ¡Por amor de Dios! ¿La quieres o tan sólo la utilizas para volver a ser humano? ¿DÓNDE QUEDA LA HISTORIA DE AMOR? ¿En qué parte se enamoran exactamente, y porqué? ¿Si tanto le odia ella a él, cómo es que al final dice que le ama? Insustancial. Desgarradoramente insustancial.

Aquellos grandes fans de la versión Disney, os recomiendo encarecidamente que no la veáis, a no ser que deseéis contemplar con mejores ojos todavía este antiguo clásico de 1991 animación que se llevó el Óscar a la mejor película. Encontraréis estos fallos y más, en esta peli vacía de sentimiento, pudorosamente cubierta con un tupido velo de edición digital y decorados barrocos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sayikax19
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de marzo de 2014
26 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tratar de filmar un cuento hoy en día es como quien se pusiera a hacer magia sin ningún poder. Quizá saliese un débil y pasajero hechizo entre mucho humo, pero quedaría muy lejos del verdadero encantamiento. Pues lo mismo con Christophe Gans.

La poca convicción con la que se afrontan las historias tradicionales llega a ser preocupante. Me pregunto para qué y por qué se coge una leyenda como «La Bella y la Bestia» y se adapta a fecha de 2014 al Cine. Cuál es el objetivo, la voluntad detrás de la idea. Nos prometían una versión más fiel a la de Beaumont, quien a su vez se inspiró en la de Villeneuve, y lo cierto es que da igual que sea de una o de otra, porque aquí han hecho lo que les ha dado la gana, seleccionando lo que menos importancia tiene de los originales y componiendo el grueso de la historia con una sarta de acontecimientos carentes de emotividad, alma, pasión, romanticismo, sentido moralizante, magia o tan siquiera belleza.

Lo primero que llama la atención es que la relación amorosa entre Bella y Bestia es casi inexistente. Sus escenas se cuentan con los dedos de una mano y lo que ocurre entre ellos no aporta gran cosa; sólo destacaría el momento hielo, porque la imagen logra ser bonita. En cambio, los minutos se emplean en explicar los problemas económicos de la familia; en batallas minuciosas y a cámara lenta, en criaturas que pululan por ahí fuera de contexto; o en sueños del pasado como recurso imperdonable para que Bella conozca al Príncipe, eliminando así el hecho fundamental de que termine enamorándose de lo que ella cree un auténtico monstruo. Se ve que en estos tiempos ya no puede concebirse algo tan fuerte. La historia detrás de la Bestia sería aceptable para otra película, para otros personajes, no para «La Bella y la Bestia», donde desde luego no cabe este revuelto ajeno de ninfas, dioses del bosque, viudos y cazadores. Del desenlace debo decir que es lamentable: otra vez la nobleza descastada, humillada, despreciada y vulgarizada, que lo contrario quedaría muy reaccionario, ¿no? Qué vergüenza.

La película contiene demasiados elementos fantásticos que, sin embargo, se estorban y se atropellan en una cinta en exceso virtual, indefinida y desapasionada. Yo he tratado de mirarla con cariño, porque amo este cuento y lo que representa, pero cuando no se puede, no se puede. La magia se ha perdido. Nos quedamos sin rosas, y sin vida.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
27 de marzo de 2014
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película entretenida y amena, más fiel al libro de Beaumont que a la adaptación de Disney de 1991. Los actores principales cumplen con lo que se espera de ellos a pesar de la poca profundidad de los personajes protagonistas, defecto que tiene su origen quizás en el escaso metraje del filme (no es una película especialmente corta, ya que dura algo más de hora y cuarenta, pero quizás no le habría venido mal contar con 30 minutos más) o tal vez en las pocas pretensiones de su autor en ese sentido.

Y es que la protagonista, una jovencita madura, generosa y vital llamada Bella, pasa en dos o tres días de verse encerrada en un castillo que más bien parece un paraíso, pero del que ella huiría gustosa para reencontrarse con su familia y para escapar de una bestia que desprecia, a enamorarse de ella y desear por todos los medios estar a su lado y acompañarla en su soledad. En cuanto a la Bestia, tal vez habría sido preferible que no nos hablara del inmenso vacío que llenaba Bella con su sola presencia (menos aún en su segundo diálogo con ella), y que en lugar de ello nos mostraran cómo y por qué Bella logra hacerse un hueco en su corazón. Porque los protagonistas, realmente, parecen destinados a enamorarse y por tanto se diría que bastan tres o cuatro sueños por parte de Bella sobre el pasado de su carcelero para terminar amándolo. En el caso de la Bestia ni siquiera eso es necesario: que la muchacha se presente en su castillo dispuesta a morir resulta un motivo más que suficiente para volverse loco por ella. Si no fuera porque se trata de un cuento una se preguntaría si la Bestia realmente se enamora de Bella o si más bien se aferra a ella para sentirse menos prisionero de su propia cárcel particular... porque no es lo mismo estar solo en tu encierro que arrastrar a otra persona contigo para que sufra el tormento a tu lado. O peor aún, podríamos pensar que la joven en realidad no es más que una sustituta, aunque ella, cuando conoce a la Bestia, no lo sepa.

Sobre los personajes secundarios no hablaré mucho porque la mayoría resultan meros acompañantes de Bella, cuando no caricaturas como en el caso de sus hermanas, el máximo afán de las cuales es casarse con un rico que las mantenga, todo lo contrario de la pura e inteligente Bella, cuyo mundo interior es tan rico que al lado del de los dos parásitos que tiene por hermanas éstas resultan aún más vacuas y ridículas. Ambas la odian aunque ella no parece darse cuenta, o tal vez es que prefiere ignorarlo.

Para terminar, la fotografía y el guión se esfuerzan en mostrarnos una historia llena de colorido y vitalidad, y aunque son cuidadosos con los detalles (por ejemplo, el color rojo impera en la película: el padre de Bella intenta regalarle una rosa carmesí, ella se corta en la cara y las manos las dos veces que va al castillo de la Bestia, y la última vez que se dirige hacia allí va vestida de rojo, igual que en la primera ocasión que la muchacha aparece en pantalla... por no hablar del momento cumbre en que descubrimos que las rosas que deseaba Bella y que la Bestia tan celosamente custodiaba nacieron a partir de gotas de sangre), la película no pasa de cuento infantil. Quizás era eso lo que buscaba Christophe Gans, pero lo cierto es que salí del cine con la impresión de que si hubieran profundizado un poco más en la psicología de Bella y Bestia (principalmente en la de ella) tal vez habrían conseguido crear un bonito cuento que pudiera llegar a todos los públicos, infantil y adulto, con una intensidad similar.
Lady Caroline
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
19 de marzo de 2014
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas que desde su misma concepción parecen tocadas por una mano negra que les acarrea una infinita lista de críticas negativas y desprecios varios. Este es el caso, sin ir más lejos, de la nueva versión del ñoño cuento infantil La bella y la bestia, bulliciosa adaptación cinematográfica del clásico de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont que el magistral Christophe Gans presentó en el Festival de Berlín el día de su clausura ante un público hastiado como ocurre en todo festival. Voy a reconocer, de partida, que me encanta todo lo que ha hecho el director gabacho, especialmente “El pacto de los lobos”, con la que llego casi al éxtasis cada vez que la re-veo y “ Silent Hill” (además de cinéfago soy un jugón empedernido y esa cinta es-hasta el momento-la única adaptación decente que se ha hecho de un videojuego) así que probablemente mis espectativas ya eran bastante altas antes de leer nada sobre la cinta. También reconoceré que odio, con todas mis fuerzas, esa película animada que supuso uno de los éxitos más grandes de la factoría Disney de hace unos años en la que las tazas, las teteras y los candelabros bailaban y cantaban con la voz de la Langsbury, auténtica pesadilla de merengue, boba hasta rozar lo absurdo y caramelizada hasta el extremo. Tampoco soy lo que se dice muy fanático de ninguna de las versiones que nos han llegado al cine, ni la sobrevalorada de Cocteau aunque sí de muchas de las versiones que bebían de su fuente, como los King kong varios que alegraron mi infancia.
Pues la cinta, ya de partida, se granjeó un buen puñado de detractores y críticos enrabietados por aparecer en un festival como el de Berlín, como si todo lo que llevase el sello de “participante en” tuviera por fuerza que ser cine de autor sesudo, deprimente e histérico. Es cierto, la mayoría de pelis que se estrenan en ese festival me parecen de una insoportable calidad superior, aburridas, traumáticas o ambas cosas a la vez, y La bella y la bestia ni siquiera roza esos parámetros. Pero es que tampoco estaba incluída en la lista de pelis a competición, sino como desahogo y clausura de tanta profundidad y gafapastismo snob.
Aclarado todo empezaré diciendo que La belle et la bête, versión Gans, me parece con diferencia, la mejor de las adaptaciones del cuento clásico, merecedora de halagos en todos y cada uno de sus aspectos artísticos, a saber: una maravillosa banda sonora de Pierre Adenot que mezcla lo épico y lo romántico como pocas, una fotografía preciosista del galardonado Christophe Beaucarne, un vestuario y ambientación propios de cualquier mega producción americana arrasa taquillas al igual que el diseño de criaturas-no sólo la espectacular Bestia- del fantástico Patrick Tatopoulos, muy en boga gracias a ese estupendo programa de Energy que es Cara a cara (Face Off). Y es que es de valorar un diseño de producción perfectamente cuidado-no en vano es una producción de Pathé- con un presupuesto muy inferior al de esas súper producciones. El resto, pues bueno, lo esperable, una historia por todos conocida, en la que se nos dan más datos de lo que suele ser costumbre en este tipo de pelis y unas interpretaciones irregulares, lo normal cuando hay cuarenta actores en el reparto.
Vincent Cassel vuelve a mostrarnos el morbazo en estado puro que disfruta la Bellucci (madre mía, qué pareja) cada noche, en una interpretación mucho menos bestial (y eso que hace de Bestia) de lo que acostumbra, y Léa Seydoux, chica de moda gracias a esa peli infumable lésbica-La vida de Adéle- sobrevalorada como pocas, hace lo suyo en su primer papel, ñoña, como el guión manda, fría y bastante convincente al fín y al cabo en un registro amplio y diferente que abarca desde la alegría a la más profunda tristeza. SIGUE EN SPOILER.
MUCHO MÁS EN NIDODECUERVOS.COM
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
javieritos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 5 6 10 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow