También puede ser que como no le cogiera el gusto a la original del 2005, ni a la continuación del 2008, llegue a esta tercera parte y la encuentre tan aburrida, tan simple y tan bobalicona como el resto de la franquicia. Quiero decir que al no simpatizar, a uno le acaba resbalando lo que sale en la pantalla por muchas piruetas, gritos y coces que suelte este elenco animal, porque esa es otra, vuelve a haber secuencia de persecución alocada, carreras y saltos al vacío, ingrediente que en todo producto de animación contemporánea no puede faltar. Se alega que la endeblez de "Madagascar 3", más o menos al nivel de sus predecesoras, responde a que está destinado a los niños. Falso, se dirige a los adultos. De lo contrario, ¿por qué todos los personajes son mayores, con problemas de mayores y chistes de mayores? Pues porque quiere gustar a los padres o a los veinteañeros.

En su defensa, puedo reconocer que el diseño es correcto, especialmente por el color, que algún diálogo posee cierta gracia o que la banda sonora cuenta con algunos temas pegadizos como el "Firework" de Kate Perry o el ya más clásico "Any Way You Want It" de Journey, que es bastante buena, combinación con la que este trío de directores creen que ya tienen suficiente para engatusar a las mentes de más tierna edad. De hecho, funcionó muy bien en la taquilla mundial al colocarse en la octava en mayor recaudación en el 2012, si bien sus antecesoras lograron ambas un sexto puesto en sus respectivos años. Sea como fuere, los personajes, aunque haya sobreabundancia de los mismos, tienen muy poca chispa, la trama está llena de chorradas (¡un tigre pasando por un anillo!) y las tramas amorosas son sosas o grotescas (la osa). Un hastío desde el principio.