La guerra es muy perra. Lo es en la realidad y lo es en la ficción, y a esa verdad absoluta Jean-Jacques Annaud muestra su fidelidad en uno de los arranques más tremendos del género. La babilla se nos ha caído a más de uno al ver la crudeza del reclutamiento del Ejército Rojo y del ataque inverosímil de la infantería en la ciudad de Stalin. Opino que mucho de lo que sucedió, que en la interminable bibliografía podemos encontrar, podemos verlo en "Enemigo a las puertas", y de qué manera, los medios de los que dispuso el director francés los usó de forma excelente. Eso sí, la parte de ficción relacionada con el guión mismo de la película sobre la historia del francotirador Zaitsev, puede que no sea del todo adecuada, al menos no todo y siempre en mi opinión: mirar abajo, spoiler.

Pese a todo, los juegos malabares no son excesivos, la acción aparece en el momento justo y la crudeza es la necesaria. Hay mucha, demasiada historia en lo sucedido en la gran guerra como para exigir obras maestras a todo el que intenta aproximarse a un pedazo del sangrante conflicto bélico. Es una película correcta y entretenida, poco más.