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Voto de Grijander:
8
8,0
193.384
Fantástico. Aventuras. Acción
En la Tierra Media, el Señor Oscuro Sauron ordenó a los Elfos que forjaran los Grandes Anillos de Poder. Tres para los reyes Elfos, siete para los Señores Enanos, y nueve para los Hombres Mortales. Pero Saurón también forjó, en secreto, el Anillo Único, que tiene el poder de esclavizar toda la Tierra Media. Con la ayuda de sus amigos y de valientes aliados, el joven hobbit Frodo emprende un peligroso viaje con la misión de destruir el ... [+]
11 de enero de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera película con actores de carne y hueso sobre la legendaria novela de Tolkien despertó una expectación desbordante que hizo que, entre otras cosas, Peter Jackson utilizase como extras a los curiosos que se acercaban a ver el rodaje para conseguir así que nadie hablase más de la cuenta.
Peter Jackson leyó la trilogía de El señor de los anillos del tirón y quedó prendado de lo que allí se contaba. A partir de ahí, su idea de llevarla a la gran pantalla fue tomando forma hasta el momento en el que se dio cuenta de que ya existía tecnología suficiente para llevarla a cabo sin saltarse una novela de la que dicen que es de lo mejorcito que se ha escrito jamás. Tras ello, se puso en marcha con la intención de rodarla en su Nueva Zelanda natal y comenzó a escribir el guion. Una vez terminado y con el casting casi cerrado (hubo varios despidos antes de comenzar a rodar), Jackson se puso manos a la obra dirigiendo hasta cuatro escenas de forma simultanea por internet mediante cámaras web de alta tecnología. No quería perder detalle el neozelandés y, desde luego, no dejó nada al azar (salvando los ya famosos gazapos).
La dirección de Peter Jackson es muy notable en La comunidad del anillo. Estructura bien el desarrollo para que el ritmo, con sus altibajos, no se haga pesado en los momentos de menos dinamismo. Una película de tres horas no puede permitirse eso, así que Jackson envuelve al espectador con unos escenarios que siguen asombrando por su realismo, lo que es muy de valorar teniendo en cuenta que, pese a ser localizaciones reales (la mayoría), todas, todas, están pasadas por filtros digitales en los que se retoca algo, ya sea en forma o en color. El cineasta no olvida la importancia que deben tener los personajes en una producción como esta. Aquí todo es nuevo, salvo los hombres: elfos, hobbits, enanos y montones de criaturas mágicas salidas de la nada que deben ser presentadas y desarrolladas con aplomo para no quedarse en simples caricaturas de sí mismas. Desde el primer hobbit hasta el último elfo, todos tienen vida y toman decisiones propias en función de su personalidad, creando, con ello, personajes muy realistas. La soberbia banda sonora ayuda a ambientar la Tierra Media y le da un sello propio que, unido a la vida que tienen desde las plantas hasta las piedras, logran un efecto en el espectador difícil de igualar.
Peter Jackson leyó la trilogía de El señor de los anillos del tirón y quedó prendado de lo que allí se contaba. A partir de ahí, su idea de llevarla a la gran pantalla fue tomando forma hasta el momento en el que se dio cuenta de que ya existía tecnología suficiente para llevarla a cabo sin saltarse una novela de la que dicen que es de lo mejorcito que se ha escrito jamás. Tras ello, se puso en marcha con la intención de rodarla en su Nueva Zelanda natal y comenzó a escribir el guion. Una vez terminado y con el casting casi cerrado (hubo varios despidos antes de comenzar a rodar), Jackson se puso manos a la obra dirigiendo hasta cuatro escenas de forma simultanea por internet mediante cámaras web de alta tecnología. No quería perder detalle el neozelandés y, desde luego, no dejó nada al azar (salvando los ya famosos gazapos).
La dirección de Peter Jackson es muy notable en La comunidad del anillo. Estructura bien el desarrollo para que el ritmo, con sus altibajos, no se haga pesado en los momentos de menos dinamismo. Una película de tres horas no puede permitirse eso, así que Jackson envuelve al espectador con unos escenarios que siguen asombrando por su realismo, lo que es muy de valorar teniendo en cuenta que, pese a ser localizaciones reales (la mayoría), todas, todas, están pasadas por filtros digitales en los que se retoca algo, ya sea en forma o en color. El cineasta no olvida la importancia que deben tener los personajes en una producción como esta. Aquí todo es nuevo, salvo los hombres: elfos, hobbits, enanos y montones de criaturas mágicas salidas de la nada que deben ser presentadas y desarrolladas con aplomo para no quedarse en simples caricaturas de sí mismas. Desde el primer hobbit hasta el último elfo, todos tienen vida y toman decisiones propias en función de su personalidad, creando, con ello, personajes muy realistas. La soberbia banda sonora ayuda a ambientar la Tierra Media y le da un sello propio que, unido a la vida que tienen desde las plantas hasta las piedras, logran un efecto en el espectador difícil de igualar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Elijah Wood protagoniza la película en lo que fue un gran acierto de casting. El propio Wood se grabó en su casa con un traje similar al que llevaría luego y envió la cinta a Peter Jackson, que no lo dudó ni un momento. Hay papeles que marcan a un actor solamente por estar metidos dentro de una gran película pero, aquí, Elijah Wood no deja que Frodo se apodere de él, sino que es él mismo quien crea a Frodo. Viggo Mortensen es, para mí, la estrella de la película dentro de un reparto lleno de actores como la copa de un pino. El actor neoyorquino se involucró desde el principio en la producción y se convirtió en un adicto a la película en el rodaje. No se separaba de sus ropajes y comprendió a la perfección los valores que determinan la personalidad de Aragorn: valentía, honestidad y compromiso. Fantástico también Orlando Bloom representando a la belleza en estado puro, siendo en todo momento fiel a los deseos de su personaje y con la expresividad necesaria para encarnar un papel que reclama cierta frialdad. John-Rhys Davies se mete en la piel de uno de los personajes más divertidos de la película, pero que no debe renunciar a la parte emocional y la verdad es que lo borda. En segundo plano quedan actorazos como Hugo Weaving, Liv Tyler, Christopher Lee o esa belleza tan particular llamada Cate Blanchett. Sean Astin se convierte en el perfecto escudero de Elijah Wood con una interpretación realmente emotiva y se ayuda para ello del buen hacer tanto de Dominic Monaghan como de Billy Boyd, esos simpáticos jovencitos que tan bien pegan en estas historias. Ian Holm está a un nivel altísimo durante su aparición e Ian McKellen, a quien he querido dejar para el final por su importancia, interpreta a un personaje con infinitos matices que lo convierten en un dulce caramelo por momentos pero que puede volverse arisco y casi despiadado, ya que es el único que realmente comprende lo que está en juego, pues es Gandalf quien, en cierto modo, marca el camino a seguir.
Resumiendo, que es gerundio: pocas producciones han alcanzado o alcanzarán la relevancia de La comunidad del anillo, y muy pocas se acercarán a su nivel. Esta primera película abría la puerta a una trilogía que algunos consideran "tediosa" pero que nadie, absolutamente nadie, puede poner como mal ejemplo. Bueno, Carlos Boyero tal vez sí, no sé... pero ese hombre es un poco raro.
Resumiendo, que es gerundio: pocas producciones han alcanzado o alcanzarán la relevancia de La comunidad del anillo, y muy pocas se acercarán a su nivel. Esta primera película abría la puerta a una trilogía que algunos consideran "tediosa" pero que nadie, absolutamente nadie, puede poner como mal ejemplo. Bueno, Carlos Boyero tal vez sí, no sé... pero ese hombre es un poco raro.