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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
1
Terror. Thriller Una joven de 19 años (Odette Yustman) sufre los ataques de un "dybbuk", un alma en pena de una persona muerta que ha sido expulsada del Cielo. Este dybbuk en particular tendrá la forma de un joven que falleció en el campo de concentración de Auschwitz. Junto a su novio (Cam Gigandet) y un especialista en temas paranormales (Gary Oldman), se unirá para acabar con la maldición que tan malos momentos trae a la joven. (FILMAFFINITY)
5 de junio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La semilla del mal se vende como película de terror. Sin embargo, habría que saber diferenciar los sustos puntuales del terror puro y duro. Porque a mí, que soy un caguetas, la película me deja indiferente.

David S. Goyer es un tipo raro. Aquí se casca una película en la que lo único que merece la pena es el tráiler. ¿Por qué? Muy sencillo: porque en el tráiler se pueden meter un par de sustos en unos 15 segundos y así dar a entender que te vas a pasar la interminable hora y media que dura la película con el culo apretao'. La realidad es muy, muy distinta, pues Goyer se inventa un guion que bebe directamente del cine japonés, con explicaciones de una absurdidad mayúscula y lo pone en pantalla con un trabajo lamentable tras las cámaras, buscando el susto fácil. Una cosa hace bien como director, el buen hombre: utiliza bien el sonido para crear tensión. Por desgracia, la tensión se difumina para dejar paso a una comedia involuntaria que va dejando en evidencia a Goyer a medida que pasan los minutos. El color de la película, sobretodo al final, recuerda a la estética de algunas de las peores películas de los últimos años. Demasiado gris verdoso, pesaos, que sois unos putos pesaos. Lo jodido es que David S. Goyer es el autor de la base de las películas de Christopher Nolan sobre Batman... aunque claro, también es el guionista de Kickboxer 2 o las pelis de Ghost Rider. Además, dirigió la infumable Blade Trinity.

Odette Yustman es uno de tantos ejemplos del "sé guapa y tendrás un lugar en Hollywood". De actriz tiene poco, sin duda, o si lo tiene lo lleva escondido en el bolsillo. La chica sí, muy mona y tal, pero seguro que hay chicas monas, chicas normales o chicas gorditas que tienen más talento. La eligieron a dedo, supongo. Cam Gigandet, un crepusculito, aparece como novio de la protagonista y, a decir verdad, no lo hace del todo mal teniendo en cuenta la cantidad de mierda que tiene a su alrededor. Meagan Good, tres cuartos de lo mismo: scream queen que ni scream ni queen. Interpreta a un personaje refrito de tanto usarse y lo hace ya no sin aportar nada, sino restando puntos. Y ahora llega la pregunta: ¿qué coño pinta Gary Oldman aquí? No, en serio, es verdaderamente desconcertante. Un pedazo de trozo de cacho de actor como Gary Oldman, metido en un bodrio gigantesco. El hombre en su línea, claro. Cuando está en pantalla, hasta parece que estemos viendo algo decente. Cierra el reparto de los mayores el peculiar Idris Elba, que está por encima de la media. Atticus Schaffer, el pequeñajo de la serie Malcolm, está por ahí con semblante serio bastante correcto.

Resumiendo, que es gerundio: en una semana he visto aberraciones del tamaño de The Choke y The Tattooist, y en ambas he tenido la sensación de que un niño podría mejorar el resultado de esas películas. Aquí, vamos un paso más allá, porque tenemos a Gary Oldman en el reparto, ni más ni menos. Un niño trabajando con un buen actor, saca algo mejor que este mierdo que es La semilla del mal. Pero fijo, vamos... El niño sujetando la cámara, y Oldman haciendo un monólogo. Fin. Exitazo. Obra maestra. ¡Genio!
Grijander
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