Esta es una de esas historias a las que hay que tomarlas como vienen, y perdonarle, si es que se puede, ciertas incoherencias, empezando por el comienzo, ya que no sé a quién se le puede ocurrir que pasar una velada en un departamento en un edificio en ruinas, puede ser algo romántico, y como esa podría nombrar muchas otras.
Dejando de lado las incoherencias, la películas es muy entretenida, tomando elementos de varias otras, como La habitación del pánico, en lo demás pues nada, una de una pareja que tiene que andar de acá para allá, salvando su pellejo de un grupo de sicarios contratado por una inmobiliaria, mucha sangre, muchos gritos, muchas puertas cerradas a último segundo, para entretenerse sin más.