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Voto de stikma:
7
25 de enero de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine con respecto al deporte se salda con "Rush" una pequeña deuda, encuentra el estímulo del riesgo y del poder, la rebeldía y la constancia se acercan a la muerte, quizás esperaba un cine más clásico por la época en que ocurrió, pero la contemporaneidad contribuye a la música celestial del motor en escenas de adrenalina bien grabadas a pie de pista, es agresiva y prende la chispa desde fuera, es, en toda regla, un gran pique deportivo.
Enseña las diferentes formas de abrirse hueco, se intenta adentrar en el mundo de las inversiones, disciplina e ingeniería, tiene el glamour que rodea a las carreras, y sabe jugar con todo, cuerpo, mente, alma y corazón, lo que ocurre es que tiene unas ausencias o saltos narrativos poco comunes en el cine, el carácter de los pilotos se ve mal influenciado por la presentación de las pruebas del mundial y las increíbles batallas no tienen diálogos prolongados y trabajados para que el drama sea, sin dudarlo, el de una grandísima película.
El contraste de los pilotos pues permite saborear la victoria y la derrota, recoger frutos o autodestruirse, celebrar con dos en la cama y sobrevivir mientras extraen líquido del pulmón, una competitividad a base de constancia o de agresividad sin mucho politiqueo, ni sentimentalismo, y sin el heroísmo clásico del cine americano y de su creador, de hecho, a pesar de las deficientes crónicas de la temporada, define con exactitud momentos de vida, el drama no hunde pero combina los factores del circuito y la intimidad, genera la misma furia con la que se quema el petróleo y sabe apoyarse en la tragedia de "el cementerio" alemán, para encontrar la fidelidad en el dolor físico.
Hunt o Lauda? Si no se conoce de antemano la historia de ambos, este campeonato del '76 contiene mucha miga con el monte Fuji como testigo y el riesgo como esencia de los límites y sentimientos humanos, la motivación interna y externa, la propia y la del enemigo, no es una maldición sino una bendición:
James: Te veré en las carreras, campeón
Niki: Seguro, campeón
James: eres el único tío que se ha quemado y ha quedado mejor
Enseña las diferentes formas de abrirse hueco, se intenta adentrar en el mundo de las inversiones, disciplina e ingeniería, tiene el glamour que rodea a las carreras, y sabe jugar con todo, cuerpo, mente, alma y corazón, lo que ocurre es que tiene unas ausencias o saltos narrativos poco comunes en el cine, el carácter de los pilotos se ve mal influenciado por la presentación de las pruebas del mundial y las increíbles batallas no tienen diálogos prolongados y trabajados para que el drama sea, sin dudarlo, el de una grandísima película.
El contraste de los pilotos pues permite saborear la victoria y la derrota, recoger frutos o autodestruirse, celebrar con dos en la cama y sobrevivir mientras extraen líquido del pulmón, una competitividad a base de constancia o de agresividad sin mucho politiqueo, ni sentimentalismo, y sin el heroísmo clásico del cine americano y de su creador, de hecho, a pesar de las deficientes crónicas de la temporada, define con exactitud momentos de vida, el drama no hunde pero combina los factores del circuito y la intimidad, genera la misma furia con la que se quema el petróleo y sabe apoyarse en la tragedia de "el cementerio" alemán, para encontrar la fidelidad en el dolor físico.
Hunt o Lauda? Si no se conoce de antemano la historia de ambos, este campeonato del '76 contiene mucha miga con el monte Fuji como testigo y el riesgo como esencia de los límites y sentimientos humanos, la motivación interna y externa, la propia y la del enemigo, no es una maldición sino una bendición:
James: Te veré en las carreras, campeón
Niki: Seguro, campeón
James: eres el único tío que se ha quemado y ha quedado mejor