"SM" narra el fenómeno social del "chico del té", un chaval que por una razón u otra y con mayor o menor suerte se ve envuelto en un delito de fraude a un programa de TV de estos de altas audiencias, acusado por ser un analfabeto de barrio... con lo que la historia va dando saltos temporales para pasar por su infancia y adolescencia; su participación en el programa y por la comisaría donde le intentan sonsacar cómo lo consiguió.

El hecho de que sea un chico de favela está bien aprovechado para conocer la penosa vida que se vive en ellas, cómo se buscan la vida en un país en estado de máximo desarrollo; y por otro lado el funcionamiento del día a día en la televisión y en estos programas donde prima por encima de todo una imagen y una buena audiencia... lo que no cuadra en este sentido es que hayan cometido el error de seleccionar a un chaval de esta clase social.

Hay algo que nadie puede dudar de esta película, todo el montaje en general incluyendo la banda sonora, una dirección acertada y sobre todo destacar una puesta en escena enérgica, al mas puro estilo "Ciudad de dios", aunque aquí son chavales que no se drogan, es una cinta para todos los públicos; pero es una cinta diferente, arriesgada y que sirve para diluir un poco la sobrecarga de cine actúal monótono; es un acercamiento a un tipo de cine que produce mucho y además parece que del bueno; por lo que observo a través de "SM" es un cine dedicado a toda esos habitantes que viven en la pobreza y que a través de películas como ésta consiguen respirar un poco... seguro que me equivoco pero da la sensación de que esta cinta es premiada porque se ha transmitido al mundo occidental, que se encuentra en clara quiebra, un mensaje de que la vida de un chico de barrio puede acabar en un cuento de hadas con final feliz...este es el mensaje que me queda.

Me quedé con la duda (spoiler) del mensaje que pensaba que iba a trasmitir el prinicipio de que, para ganar concursos de estos, no hay que ser abogado ni médico, ni siquiera hay que leerse todos los libros del mundo, escuchar a todos los autores o ver todos los campeonatos de todos los deportes; de que la cultura no está sólo ahí, sino de que está en la vida misma, en la calle y en las propias experiencias.

Pero me queda una sensación de un principio arrollador y prometedor; un nudo interesante con un transfondo de la cultura y la sociedad del país; y un final propio de un romance ridículo, con secuencias alternas de cierta dureza, pero cuyo contenido dramático está a la altura de cualquier historia de Disney.

Siempre queda claro que todo lo nuevo crea polémica, a unos gusta y a otros no, de eso se trata, pero aquí la polémica parece mas bien generada por los premios conseguidos, hubiera estado más bonita callada, con su toque de cine independiente, y nadie hablaría tanto.