Hacía un siglo que no pisaba una sala de cine ya que mi amigo Eduardo, con el que suelo ir, estaba desparecido en combate. El otro día Eduardo volvió por fín a la vida y me rescató a mí, de paso, de mi rutina cinematográfica. Decidimos entrar a ver lo último de Matt Damon, actor que me suele gustar. Tengo que reconoceros que Eduardo echó una cabezadita durante la primera media hora de peli, aunque recuperó la conciencia y consiguió aguantar hasta el final. Una pareja que estaba detrás nuestra se marchó a la media hora de proyección. Con todo ésto diréis que la película es un auténtico peñazo pero sinceramente no creo que lo sea. A mí me ha gustado aunque no emocionado, es decir, es una película de argumento más que interesante que plantea la posibilidad de que alguna entidad u organización pueda influir de tal manera en nuestras vidas que hagan cambiar nuestro destino fijado en el momento de nacer sín que nos demos la más mínima cuenta. Pero el desarrollo de la acción sí que puede resultar algo lenta y decepcionante en algún momento. El gran acierto del director quizás sea el tener a una pareja con una buena química como es el caso de Damon y de la británica Emily Blunt, quienes aportan unas buenas actuaciones. Los secundarios, sin embargo, están algo más desmotivados. Tal es el caso de Anthony Mackie, actor que me había llamado mucho la atención en sus anteriores trabajos en "Half Nelson" y "En tierra peligrosa" pero que aquí no me ha llegado tanto. De Terence Stamp decir que siempre me atrae su presencia magnética en pantalla y que aquí no es una excepción. Cuesta creer que es él quién interpreta a una drag queen en "Priscila, reina del desierto", pero de todos los secundarios, quizás me quedaría con el para mí desconocido John Slattery cuya actuación me ha resultado muy interesante dentro de lo poco creíble de su personaje. En definitiva, creo que "Destino oculto" es una interesante propuesta para una agradable tarde de cine en buena compañía.