La frase que da título a mi crítica demuestra el carácter de uno de los personajes más inmortales y conocidos de la literatura de todos los tiempos, esa Anna Karenina que afirma tajantemente que ella no se avergüenza de quién es ni de a quién ama. Hace ya muchos años que me leí esta novela y la verdad es que la "Anna Karenina" que Joe Wright nos ha regalada para mí es la Anna del libro. Maravillosos los decorados de ese teatro que es la sociedad rusa del siglo XIX, hipocresía y superficialidad por todas partes, envidia desatada de las damas de la alta sociedad rusa que ven cómo una elegante y correcta Keira Knightley disfruta del amor de su vida, un para mí correctísimo Aaron Johnson, a pesar de haberse casado sin amor a los 18 años con el político Jude Law, el mejor del trío protagonista, demostrando que no sólo es un guapo actor sino un más que notable intérprete. Cierto que Keira Knightley me suele sacar de mis casillas cuando trabaja para otros directores o en películas de corte moderno, pro con su defensor Joe Wright dirigiéndola, la inglesa da todo lo que tiene como actriz y más y se hace el personaje enamorando a la cámara. Maravillosa la secuencia del primer baile de la pareja Knightley-Johnson, preciosa la coreografía y lo que toda ella implica. Los secundarios están también excelentes, empezando por otro asiduo de Wright como es Matthew Macfadyen como el hermano de Anna en un papel alejado de su tímido protagonista de "Orgullo y Prejuicio, un encantador Domhnall Gleeson al que ya le había echado el ojo por su papel en la bonita "Cuestión de tiempo", una correctísima joven sueca Alicia Vikander como la inocente Kitty, una sorprendente Olivia Williams como la odiosa suegra de Anna y una envejecida Emily Watson como amiga del personaje de Jude Law. La música es extraordinaria. Por favor, dejad de comparar el cine con la literatura y disfrutad de una película que arriesga y que emociona a partes iguales y hacedlo en versión original porque su dobla al español es de los perores de los últimos años, totalmente insoportable. La película en versión en inglés es otra por completo.