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Voto de floïd blue:
1
4,7
13.031
Acción
Casey Ryback, exmiembro de la marina americana, trabaja como cocinero a bordo del USS Missouri. La tripulación organiza una fiesta para celebrar el cumpleaños del capitán Adams: han contratado a la banda de música de William Strannix y a una chica playboy que deberá salir por sorpresa de la tarta. Lo que Adams ignora es que se trata de una sorpresa mortal. (FILMAFFINITY)
29 de marzo de 2015
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Erase una vez un oficial de marina, Seagal, que termina de jefe de Cocina. Quería ser jefe de algo además de oficial y le dijeron: como no sea de la cocina, no puedes ser jefe de nada. Pues se puso de jefe de Cocina. Cambio la gorra de plato por el gorro de cocina. Total, que estaba encargado de hacer las tartas al capitán y esas cosas, así que el 2º comandante, Gary Busey, le tenía mucha rabia y le hacía la vida imposible. Le escupía en la cacerola, le encerraba en la cámara, en fin… Pobre Seagal.
Se pueden comprender determinadas licencias al ver una película, en estas de acción incluso están bien por aumentar la espectacularidad, pero una cosa es la acción y otra muy diferente es la base argumental. Y eso es algo que en, Alerta Máxima, la absoluta falta de seriedad te anula el entendimiento.
Sigue en spoiler sin descubrir nada de la trama criminal.
Se pueden comprender determinadas licencias al ver una película, en estas de acción incluso están bien por aumentar la espectacularidad, pero una cosa es la acción y otra muy diferente es la base argumental. Y eso es algo que en, Alerta Máxima, la absoluta falta de seriedad te anula el entendimiento.
Sigue en spoiler sin descubrir nada de la trama criminal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
¿Cómo puede ser un oficial de marina, jefe de cocina? Pues porque es una película de Seagal. Bueno, es una película y nada más, puede serla de cualquiera. Lo pasamos por alto. Seagal pasa de militar a civil. Sin problemas. Es su ilusión, pobrecito. El caso es que sí puede despachar con el capitán como si tal cosa, como si siguiera siendo oficial.
¿Cómo en un buque de guerra dejan aterrizar un helicóptero con un grupo de música, un catering con una docena de camareros y el menaje y todo y además a miss Play Boy Junio del 89? Alucinante. El desbarajuste de uniformidades y de gente es total, aquello parece cualquier cosa menos un buque de guerra, no te lo explicas. Incluso hay un jubilado. Porque se ve a un tío de más de 70 años que no sé qué pintaba ahí ni de dónde había salido. Seguro que nadie en el rodaje lo sabía pero bueno, ahí lo dejaron. Luego al final, se le vuelve a ver tan contento.
¿Cómo es posible que le digan al capitán del buque de guerra que se esconda en su camarote para la sorpresa de su cumpleaños y el tío, tan divertido, diga que sí? Y es que además añade: ¡Vale, y voy a hacer que estoy leyendo! Señores, por favor: ¿qué estamos viendo?
¿Cómo el posible que el 2º comandante del buque se disfrace de mujer para la fiesta? Eso es impensable, ciertamente, le daría algo a la cabeza, no es gracioso tampoco, sencillamente, es algo que extraña. Además, Gary Busey está horrible con ese disfraz, es que da grima. Lo pasaremos por alto, ha ocurrido y ya está.
El caso es que todo lo demás son las típicas peculiaridades de Seagal. Yo no digo nada, hay gente que le gustan estas películas y está bien; aquí no se critican los gustos de nadie.
Ahora, es que ves en acción a Seagal y no puedes aceptarlo tan fácilmente. Es que se enfrenta a uno con su cuchillo y mueve el otro brazo que parece que le está haciendo la señal de la Cruz, como diciendo: ¡Dios te ampare, majete! Ya, sí... sabemos que es kung fu o tai chi ko, lo que hace, pero es que despista el tío por lo mal que lo hace y además que no cuadra con la forma de coger el cuchillo en la otra mano. Esos ejercicios se hacen con los dos brazos.
Luego también que su estilo no es el propio de este tipo de películas. Incluye un punto sangriento para causar más estremecimiento que resulta un poco descolocado. A uno lo engancha del cuello y le saca la nuez. ¡Espeluznante! Eso es más de películas de mafias, por ejemplo. Al final, al pobre Tommy Lee Jones le hunde el ojo con el pulgar y de un golpe le mete la cabeza en el ordenador. Para que vea los archivos.
En fin, uno ya se cree cualquier cosa, pero son demasiadas incongruencias. Y el remate para el final. Seagal vuelve a ser oficial, sale con su uniforme impecable saludando militarmente y, señores, para cagarse ya del todo, miss Junio del 89, que sí que está muy buena la tía y ha salvado al héroe y todo lo que quieras, pero es que…¡¡¡¡¡ aparece en la formación de marinera!!!!!
O sea, Alerta Máxima: un cuento de hadas.
¿Cómo en un buque de guerra dejan aterrizar un helicóptero con un grupo de música, un catering con una docena de camareros y el menaje y todo y además a miss Play Boy Junio del 89? Alucinante. El desbarajuste de uniformidades y de gente es total, aquello parece cualquier cosa menos un buque de guerra, no te lo explicas. Incluso hay un jubilado. Porque se ve a un tío de más de 70 años que no sé qué pintaba ahí ni de dónde había salido. Seguro que nadie en el rodaje lo sabía pero bueno, ahí lo dejaron. Luego al final, se le vuelve a ver tan contento.
¿Cómo es posible que le digan al capitán del buque de guerra que se esconda en su camarote para la sorpresa de su cumpleaños y el tío, tan divertido, diga que sí? Y es que además añade: ¡Vale, y voy a hacer que estoy leyendo! Señores, por favor: ¿qué estamos viendo?
¿Cómo el posible que el 2º comandante del buque se disfrace de mujer para la fiesta? Eso es impensable, ciertamente, le daría algo a la cabeza, no es gracioso tampoco, sencillamente, es algo que extraña. Además, Gary Busey está horrible con ese disfraz, es que da grima. Lo pasaremos por alto, ha ocurrido y ya está.
El caso es que todo lo demás son las típicas peculiaridades de Seagal. Yo no digo nada, hay gente que le gustan estas películas y está bien; aquí no se critican los gustos de nadie.
Ahora, es que ves en acción a Seagal y no puedes aceptarlo tan fácilmente. Es que se enfrenta a uno con su cuchillo y mueve el otro brazo que parece que le está haciendo la señal de la Cruz, como diciendo: ¡Dios te ampare, majete! Ya, sí... sabemos que es kung fu o tai chi ko, lo que hace, pero es que despista el tío por lo mal que lo hace y además que no cuadra con la forma de coger el cuchillo en la otra mano. Esos ejercicios se hacen con los dos brazos.
Luego también que su estilo no es el propio de este tipo de películas. Incluye un punto sangriento para causar más estremecimiento que resulta un poco descolocado. A uno lo engancha del cuello y le saca la nuez. ¡Espeluznante! Eso es más de películas de mafias, por ejemplo. Al final, al pobre Tommy Lee Jones le hunde el ojo con el pulgar y de un golpe le mete la cabeza en el ordenador. Para que vea los archivos.
En fin, uno ya se cree cualquier cosa, pero son demasiadas incongruencias. Y el remate para el final. Seagal vuelve a ser oficial, sale con su uniforme impecable saludando militarmente y, señores, para cagarse ya del todo, miss Junio del 89, que sí que está muy buena la tía y ha salvado al héroe y todo lo que quieras, pero es que…¡¡¡¡¡ aparece en la formación de marinera!!!!!
O sea, Alerta Máxima: un cuento de hadas.