En pleno boom de las series, hemos visto como cada vez se hacen series de mayor calidad con elementos novedosos. The Blacklist en principio, tiene elementos que me encantan. Un sub-mundo secreto formado por criminales, identidades secretas, apodos, contactos... hay un manga llamado Jackals que me recordó mucho a esto. Estos temas requieren una gran suspensión de la incredulidad, pero por suerte, habituado a Jackals, no tuve ese problema con la serie.

Ahora, la estructura es lo más anticuado que he visto. Tanto material para al final, gastarlo con una serie de casos a lo CSI. Por supuesto, la historia buena, la que mola, es la que está al margen de los casos episódicos: ¿Quién es Berlín ? ¿Qué pasó con la familia de Reddington? Pero es que son casi 22 episodios por temporada con una estructura vieja. Al final, se te hace cansino, repetitivo. Pasa algo, Red da pistas, fallan, Red da más pistas y capturan al malo.

Lo peor es que no aprovechan NADA el sub-mundo. Sólo lo mencionan y sirve de excusa para casi todo. ¿Cómo lo encontramos? Contactos. ¿Como lo hacemos? Contactos. Dan pinceladas, pero no siento que me haya sumergido en este mundo que me presentan.

Para ver capítulos sueltos está bien, pero el nivel es bajo para las cosas que se están haciendo ahora.