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España España · Córdoba
Voto de El Libanés:
6
Drama Renacimiento italiano, principios del siglo XVI (Cinquecento). Cuando el papa Julio II (Rex Harrison) encarga a Miguel Ángel (Charlton Heston) que pinte el techo de la Capilla Sixtina, el artista rechaza el trabajo. El Papa lo obliga a aceptarlo, pero Miguel Ángel destruye su obra y huye de Roma. Cuando, por fin, reanuda el proyecto, éste se convierte en un enfrentamiento de férreas voluntades, avivado por constantes diferencias ... [+]
16 de marzo de 2012
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante película de época, con toda la grandilocuencia de dos actores espléndidos y el agradable tono cartón piedra de aquellas películas de los 60, que en España tienen un especial encanto por el magnífico doblaje que se les hacían. Aún hoy en día, el pulso mantenido por Miguel Ángel, genial artista del Renacimiento y el terrible y autoritario Julio II, es una cita ineludible de las televisiones en Semana Santa.

No obstante, superando el épico duelo de Heston y Harrison, efectivamente, la cinta es muy poco arriesgada. La atribulada y atormentada personalidad de Miguel Ángel, aquel artista irrepetible, sufre la mutilación de que se invente una poco creíble y forzada historia de amor con una hija de Lorenzo El Magnífico. Como bien advierte una crítica previa, Miguel Ángel era homosexual y, aunque tal vez para la moral de la época hubiera sido demasiado pedir, existían otros recursos para no entrar en el tema de forma directa, pero sí insinuarlo y, al menos, ahorrarnos el romance de rigor.

Curiosamente Julio II, de quien siemprese rumoreó que tuviera las mismas debilidades terrenales que su odiado predecesor, Alejandro VI, parece perdonado de esos pecados y es presentado como Papa autoritario pero justo, noble y colérico, pero en el fondo un padre para todos sus hijos. Por supuesto, este Papa, guerrero y hábil y diplomático sagaz, era mucho más complicado en la realidad histórica y, el aprecio que le tuvo Miguel Ángel, se debe costatar en con quién le asoció en la Capilla Sixtina (por otro lado, uno de esos monumentos que paralizan el alma).

De cualquier forma, perdonando la forma de presentar a Rafael y su brillante pintura, "El tormento y el éxtasis", basada en una novela histórica, es un agradable y eficaz pasatiempo con un reparto eficaz y cimentado por dos protagonistas soberbios que justifican la entrada.

Recomendable pieza renacentista, incluso con sus licencias.
El Libanés
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