¡Olvídate de mí!

Los recuerdos forman parte de nuestro cuerpo como si hablásemos del alma o del corazón. Por mucho que queramos deshacernos de ellos, siempre guiarán nuestros actos y cambiarán las cosas que haga falta. Además, este film también habla sobre eso que queremos olvidar porque nos hizo daño o por lo que sea y que viviremos mejor sin esos recuerdos......pero algo nos dice que los necesitamos; sean malos o sean buenos, los necesitamos. Una historia de dos personas muy bonita sobre todo por la última conversación del pasillo al final de la película.

Un dulce largometraje. Una sabrosa mezcla de ficción y romanticismo. Un argumento capaz de hablar del futuro sin despegar los pies del presente. Michel Gondry supera con un excelente el dificilísimo reto de introducir los personajes en un mundo irreal y ficticio sin que la hermosa historia de amor pierda credibilidad y el especatdor pueda sentirse identificado con ella.
Nos encontramos delante de una película en la que autor sabe rozar el límite entre la belleza y la cursilería con lo que llega directamente al telespectador sin convertir el film en un pastel.
Además también hay que destacar a Jim Carrey ha sabido cambiar perfectamente el rol de bufón que muestra en otras películas por el de un neurótico inhibido y muy formal y Kate Winslet que se ha caracterizado de forma brillante en una excéntrica muchacha vividora y extrovertida que afronta la vida de una manera un tanto peculiar. Un magnífico reparto que tiene parte de la culpa de éste éxito cinematográfico.

No puedo expresar ningún otro adjetivo... de lo mejorcito del cine de los últimos años.
He leído en los que la puntuan mal que el guión es malo!!! Increíble!
Ni idea. Estudié guión cinematográfico y puedo decir que es perfecto. Otra cosa es que no te enganche (cosa por otro lado, inentendible).
Pura poesía.

Una original historia de amor que te hace reflexionar sobre el amor, sobre la vida, el destino, ¿amamos a esa persona en concreto por que estamos predestinados?, preciosa.

Superlativamente maravillosa. Una película que tiene un sin fin de dimensiones. Es difícil encasillarla en una categoría (drama, comedia o ciencia ficción), pero el apelativo de Obra Maestra es suficiente.
¿Qué hace a esta película tan grande? Claro que no es solamente el guión, o su montaje novedoso, o las interpretaciones de Jim Carrey (que indiscutiblemente ha hecho el papel de su vida, y merecía el Oscar, o al menos una nominación) y Kate Winslet (pura versatilidad), o su impecable fotografía o el soundtrack, sino que todos estos elementos interactuando en armonía.
La película es electrificante de principio a fin, un ritmo vertiginoso propio de Kaufmann, un montaje paralelo entre la realidad y la mente de Joel Barish perfectamente ensamblado. Flash backs tras flach back en donde el amor de Joel y Clem va in Crecendo (para nada comparable con Memento, puesto que está lleva un ritmo constante, y parte de otra premisa).
Eternal Sunshine es pura poesía en movimiento, las imágenes son más elocuentes que mil palabras. La fotografía llena de matices, y hay que destacar los recursos innovadores introducidos por Gondry, un genio de los video clips.