La pasión de Cristo

He votado con 6 por no desmerecer la factura técnica de la película, pero cuando la ví, sobre todo cuando empieza la carnicería, me pareció insoportable tanto gore.
Una cosa es ser fiel a la realidad y otra centrarse en los aspectos más escabrosos de una masacre, de una carnicería hasta el extremo de lo visualmente inaceptable para un mortal mínimamente sensible.
En mi opinión se le fue la mano al Mel...

No sé yo ... la he visto y me parece bastante violenta, pero, es totalmente clavada a como fue en la realidad, me gusta sobre todo cuando recuerda cosas como: la santa cena o la entrada en jerusalén, que son muy bonitas.
Las escenas son muy fuertes como la flagelación en la que se desgarra la carne o los trozos del cuerpo santo de cristo vuelan, o la crucifixión, en la que por acto reflejo, muchos no se atreven a mirar las escenas, mucha sangre y mucha realidad. El arameo le da un toque muy real y hace que quede como una obra de arte.

Antes de criticar esta cinta he de decir que no soy cristiana, veo esta película como una ficción, y dentro de esos márgenes, y por momentos, me gustó bastante. Antes de valorar el filme me gustaría expresar lo que la religión es para mí, porque creo que es importante antes de valorar una película como esta.

Yo no sigo ninguna religión, la religión como tal no me muestra la verdad ni la esencia de la vida, en la religión aunque perciba en algún punto cierto mensaje amoroso, también percibo mucha intención manipuladora, controladora, mucha invención, desconocimiento atrevido, y paradójicamente mucho ego, cosa que también me produce cierta compasión por nosotros los seres humanos y por lo que hacemos con nuestro sufrimiento y miedo cuando no lo asumimos, yo me incluyo, la religión es un espejo para mí, como buscamos ''verdades'' o ''soluciones'' fuera de uno mismo. Siento que la religión, su dogma, en cierto modo se aprovecha del miedo humano, de la culpa, de nuestro propio menosprecio... para adoctrinarnos y manejarnos, y no nos alienta a que nos amemos por completo, a que nos perdonemos (y NO a que sean otros los que nos perdonen), a que abracemos nuestra oscuridad y la trascendamos, en definitiva, a que seamos libres.

Incluso de algún modo va en contra de la propia vida, milagrosa, que es creada dentro de lo femenino, en la religión es el ''padre'' el creador, y no la madre, destruyendo las propias leyes naturales, amorosas, esenciales, de la vida misma, universal. Incluso se llega a representar a la mujer en los orígenes a través del pecado, por eso es un claro ejemplo de que está escrita desde el miedo (y ego) no desde la verdad amorosa, de lo contrario, ella sería representada como la creadora de toda vida existente, puesto que... sencillamente lo es, siendo honestos, todos fuimos creados en el seno femenino de nuestra madre, a otro nivel, estamos dentro del seno de la madre tierra, a otro mayor nivel que va más allá y se nos escapa de la razón, del seno universal. Pero el amor esencial va más allá de los dictados del hombre, de su ego, de sus dogmas, de su inventiva. La vida va más allá, siempre va más allá.

La religión lamentablemente ha esclavizado y provocado un enorme daño a lo largo de la historia a millones de personas, sé que no la religión como tal, sino los seres humanos, pero sí que la religión al atribuirle toda la verdad a un dios y no a la parte elevada que cada ser lleva consigo ha provocado fanatismo, y el fanatismo crea miedo, inseguridad, recelo e ira hacia otros que no creen en él, o que siguen otra religión, pues representan una amenaza a su propia fe (inestable, insegura, basada en el miedo). Todo esto ha ocasionado guerras, opresión, maltratos y muertes. Todavía hoy lamentablemente siguen ocasionándose.

Yo creo en la esencia que cada una/uno llevamos dentro, llámalo Diosa/Dios/Vida/Consciencia/Fuente/Seno... pero siempre aquello que nos hace libres desde el amor y no súbditos desde el miedo. Amarnos a nosotros mismos como lo haría una Madre, con el Amor más puro que pueda existir, sosteniendo todo nuestro dolor, dándonos calor y espacio para Ser, nutriéndonos, iluminándonos a través de la consciencia para poder ver en mitad de la oscuridad. Conectar con ese cordón umbilical transparente que nos une a esa fuente de amor infinita, conectar con ella siempre.

Pero lamentablemente vivimos en una sociedad tan inconsciente, tan frívola, con tanto ego, que no entendemos lo de dentro sin lo de fuera, y desde ahí nunca podremos mirarnos, conocernos y amarnos. Sólo podemos entender lo exterior si miramos hacia nuestro interior, si vamos al núcleo, al origen.

Dicho esto, La pasión de Cristo para mí es sencillamente una película, y como ficción me gustó en general (hay cosas que no y en spoiler lo comento) porque me removió muchas emociones, es muy intensa, pues muestra los límites de la crueldad humana, así, ante tus ojos, y eso duele.

Duele tener que hacerse cargo de tamaña maldad humana, no ajena a ninguno de nosotros, pues ellos quieren aniquilar al protagonista porque representa una amenaza para ellos de algún modo, y de forma física y extrema lo llevan a cabo, pero ¿quién de haberse sentido alguna vez amenazado no ha sentido una violencia reprimida? En ambos lados, víctima y verdugo, si tomamos consciencia, y aunque duela, podemos ver atisbos de nosotros mismos, eso es lo poderoso en este caso del cine, todo lo que te plantea. Ahora bien, esta lectura vino después, cuando vi la cinta y hoy cuando la recuerdo la repugnancia hacia los torturadores opaca cualquier consciencia más profunda. Una cosa es que pueda llegar a ver el porqué de cierta maldad a nivel psicológico y otra que no sienta pura repulsión hacia semejantes malnacidos.

Y claro, principalmente, duele inmensamente ver reflejada nuestra parte maltratada y torturada en esa víctima, esa víctima que somos o hemos sido alguna vez nosotros, esa parte ultrajada que nos cuesta asumir porque duele el corazón, y estas escenas nos ponen en contacto con ese sentimiento, con esa herida. Y bueno, la gran bondad y misericordia de su protagonista, igualmente emotivo, compadeciéndose del otro a pesar del sufrimiento, es algo que a nivel cinematográfico y humano te toca muy dentro.

Una película que enfatiza el sufrimiento, que muestra la tortura de un ser humano, recreándose en el dolor y el padecimiento con el único objetivo de provocar una reacción de incomodidad en el espectador no merece mi respeto.

Considero a la figura de Jesucristo como una de las más importantes de la historia, pero ver esta película no ha hecho que le estime más ni me ha hecho correr a la iglesia más cercana a expiar mis pecados. He sufrido de puro asco y lástima al observar la reacción de otros espectadores que parecen haber obtenido su recompensa al pagar la entrada.

Este largometraje me ha causado una gran decepción porque no retrata lo más importante de las enseñanzas de un Jesús incomprendido en su época y mucho más en la nuestra, utilizado como arma religiosa contra escépticos y malinterpretado hasta la saciedad. El filme desperdicia la práctica totalidad de su metraje en sangre y azotes que ya conocíamos. Entre esto y las películas gore como SAW hay una distancia muy corta.

No pienso volver a verla en mi vida.

Mucho se ha hablado de la tercera película de Gibson como realizador. Conocido y ferviente católico, Gibson decepciona profundamente con esta adaptación de la vida de Cristo. Problemas políticos aparte, su maniqueísmo es en ocasiones aberrante, Gibson reproduce algunos de los aspectos más discutibles de la historia bíblica. Sinceramente dudo mucho que Poncio Pilatos, un poderoso gobernador romano conocido por la historia por su firme capacidad para castigar, hubiera recibido a Cristo y mucho menos que le hubiera dado un trato tan cordial y preferente a un individuo que al sentir de la época no era más que un charlatán de pueblo.

Pero lo más innecesario, estúpido y deleznable de la película es sin duda la glorificación absurda de la violencia, la tortura, el sufrimiento. Litros y litros de sangre que muestran un gusto sádico por el martirio. Odiosa escena de los latigazos en el cadalso. Como digo, no voy a entrar en si la película es antisemita, pero no creo que una película tan fervientemente ultraconservadora le haga ningún favor al catolicismo ni a la sociedad en general.

Aun así, entre los puntos fuertes de la película destaco que la puesta en escena y la fotografía me parecen muy buenas, así como la idea de reproducir los diálogos en los lenguajes originales de la época. No todo podía ser malo. :D