Taxi Driver

Sin duda taxi driver es una de las mejores películas e la década de los setenta. Un film sin duda muy importante y de culto para todo cinéfilo que se preste. Por un lado, la película representa tres cosas: el lanzamiento y reconocimiento de un gran actor como es Robert De Niro, la madurez en la dirección de uno de los mejores directores de la historia del cine, Martin Scorsese, y el descubrimiento de una actriz que marcaría toda una época, Jodie Foster.

Seguramente con taxi driver pasó una de las grandes injusticias de la historia del cine, y me estoy refiriendo una vez más a la pachotada que año tras años son los premios Oscar. La película obtuvo cuatro nominaciones, mejor película, mejor actor, mejor actriz de reparto y mejor banda sonora. Pues bien, al final se quedó solamente en candidaturas, pues la que se llevó en 1976 el gato al agua fue Rocky.

La película está rodada con unos primeros planos exquisitos, en los que Robert De Niro aguanta algunos de una forma magistral. El film nos envuelve a una atmósfera oscura, al más puro tipo de cine negro americano, humo que sale de las alcantarillas. Como notas curiosas, el cameo que hace Martin Scorsese como cliente del taxi en una excena.

Sin duda una película que significo la madurez de un director de la talla de Martin Scorsese, que cuatro años después grabaría la que para algunos sigue siendo su gran obra maestra. Toro Salvaje.

Poco hay que añadir de Taxi Driver que no se haya dicho 35 años después de su estreno. Sigue siendo una de las obras cumbres de la carrera de su director, Martin Scorsese, y del cine de los años 70. Supone la primera colaboración del director neoyorquino con Robert De Niro, uno de sus actores fetiche, y con Paul Schrader, el guionista que le ha acompañado en alguna de sus mejores obras (Toro Salvaje, Al Límite). Por último, para acabar con el análisis de los créditos, encontramos a Bernard Herrmann en la banda sonora, en la que sería su última composición para la gran pantalla, si bien el mismo Scorsese reutilizó su banda sonora de El Cabo del Terror para el remake de la misma película que realizó él mismo en 1991.

Travis Bickle (De Niro) es un ex combatiente de Vietnam un poco desequilibrado que no puede dormir por las noches, lo que aprovecha para ganarse unas perras trabajando de taxista. Un día se enamora de Betsy (Cybill Sheperd), una chica que trabaja en la campaña de un candidato a la presidencia. Al ser rechazado por ella tras llevarla a un cine porno, decide crear un plan para acabar con la vida del mandatario para el que ella trabaja. Entretanto, una noche, conoce a Iris (Jodie Foster), una prostituta de doce años a la que intenta alejar de un proxeneta que la extorsiona (Harvey Keitel).

Scorsese ya tenía un nombre en el momento en el que se estrenó Taxi Driver debido a que tres años antes había cosechado un importante éxito con Malas Calles, pero fue esta la película que certificó su estilo y el sello personal que le ha acompañado durante el resto de su filmografía, en la que es habitual encontrar violencia, personajes bien caracterizados, sutiles movimientos de cámara, un gusto por los clásicos del rock, cameos del propio director y un toque urbano, en especial por la ciudad de Nueva York, a la que solo él sabe hacer lucir de esa manera. Todo eso ya está presente en Taxi Driver. Uno de esas películas atemporales que da igual el momento en el que se vea, pues mantiene intacto todos sus valores artísticos.

Taxi Driver es un retrato sórdido, decadente y negativo de la América post-guerra del Vietnam y los efectos psicológicos que tuvo en los supervivientes. Ello se ve plasmado en la imagen de un Travis Bickle, hombre de pocas luces que va perdiendo la chaveta a medida que se ve apartado de una sociedad donde abunda la criminalidad, lo que hace que se tome la justicia por su mano (aunque no esté muy justificado su intento de asesinato al candidato a la presidencia, que queda como una especie de enfado por el despecho de Betsy). Son estos momentos, en los que Bickle se vuelve una especie de Charles Bronson justiciero, los mejores de un Taxi Driver a la que solo se le puede achacar algún pequeño altibajo de ritmo en su introducción, bien solventado durante la segunda parte de metraje, que coincide con la transformación de Bickle/De Niro hasta la llegada de la explosión de violencia que es su desenlace.

Cabe resaltar en otros apartados la brillante fotografía de uno de los mejores directores de foto de la época como Michael Chapman (Toro Salvaje, La Invasión de los Ultracuerpos), que capta una Nueva York como no se había visto en pantalla, sucia, llena de delincuencia, donde abundan las luces de neón y los antros, cuadro de la ciudad que es acompañado por los pasajes jazzísticos de Bernard Herrmann, uno de los mejores compositores de la historia, aunque personalmente el apartado musical no me parece que esté a la altura, con la misma pesada melodía repitiéndose una y otra vez.

En el reparto un histórico e inconmensurable Robert De Niro, no se puede molar más que el De Niro del momento (igual pasa con Al Pacino), una nominada al Oscar por su labor Jodie Foster que ya se veía iba para estrella, una Cybill Sheperd demostrando su atractivo y valía, y grandes rostros conocidos que se han hecho un hueco en el mundo del cine en años posteriores: Harvey Keitel, Albert Brooks, Peter Boyle...

Una gran película de uno de los más grandes directores de la historia del cine, del que me quedan por descubrir muchas obras, lo que me garantiza grandes dosis de entretenimiento y de paso un poco de prestigio a mis críticas en Filmaffinity, donde resulta mucho más fácil encontrar cualquier bazofia de Nicolas Cage que cine en mayúsculas como Taxi Driver.

Un taxista que vaga por la noche de Nueva York. Una voz en off, la soledad, la desesperanza, el nihilismo, la impotencia frente a una fauna urbana llena de especies que le desagradan. El guionista Paul Schrader escribió Taxi Driver en un momento de crisis. Le habían rechazado una película y su mujer le había dejado. Durante semanas sufrió insomnio, deambulaba por la ciudad y se refugiaba en cines porno. El guión en el que recogió ese vacío vital llegó a manos de un director joven y todavía poco conocido: Martin Scorsese. Cuando leyó el guión sabía que tenía que hacerla. Comprendió perfectamente las emociones, no necesariamente la psicología. Si pudiera decirlo con palabras, no habría hecho el filme.

Taxi Driver es una de las interpretaciones más completa de Robert De Niro: vulnerable al principio, temible a medida que se transtorna. De Niro acababa de ganar un Óscar con El Padrino II. Buen amigo de Scorsese con quien había rodado Malas Calles renunció a una superproducción y aceptó cobrar tan sólo 35.000$. De Niro practicó durante horas conduciendo un taxi en Nueva York. También hizo grandes aportaciones al guión. La escena con la frase "¿hablas conmigo?" es una de las más famosas de Taxi Driver. En el guión solo se decía que el personaje habla consigo mismo ante el espejo, el resto fue pura improvisación del actor.

El reparto de Taxi Driver se completaba con Cybill Shepherd, Harvey Keitel haciendo de chulo o el propio Martin Scorsese que asumió el papel de cliente de taxi porque el actor contratado sufrió un accidente y no se presentó en el plató. Rostros conocidos con otros que empezaban a despuntar. Jodie Foster interpretaba a una prostituta adolescente con tan solo 12 años. Eso sí, que nadie se escandalice porque las escenas más compremetedoras las rodó su hermana mayor que tiene 8 años más que Jodie.

Taxi Driver es una película de atmósfera, imágenes expresionistas, una cámara subjetiva, una música envolvente, la última banda sonora del mítico Bernard Herrmann que muy enfermo murió al día siguiente de terminar la grabación.

Martin Scorsese y Paul Schrader eran concientes de que rodaban una película personal y minoritaria. Taxi Driver sin embargo se convirtió para muchos en una película de culto con alguna derivación trágica. En 1981, el presidente Ronald Reagan fue tiroteado. El autor de los disparos, un enfermo mental llamado John Hinckley, declaró que estaba obsesionado con Taxi Driver y que el atentado era una forma de manisfestar su amor por Jodie Foster. La fuerza expresiva de Taxi Driver arraigó también en mentes más equilibradas. La película fue candidata al Óscar a mejor película, pero en aquella edición el premio fue para uno de los éxitos de la temporada: Rocky, de John G. Avildsen. El tiempo ha dejado las cosas en su lugar porque mientras Rocky ha ido derivando hacia la parodia, Taxi Driver se ha elevado a la altura de clásico. Porque sin subrayados, de una forma cotidiana, sugestiva y sutil, Taxi Driver trata uno de los grandes temas universales: el vacío existencial.

Buen trabajo realizado con la cámara, esas tomas que se ven por el retrovisor y sobre el taxi son buenas, pero no me agradó tanto la historia me parece un tanto aburrida de repente pues tiene un ritmo lento y de repente no entendía cuál era el objetivo del personaje principal pero algunas partes son buenas, en el final me parece que faltó más producción.

No he tenido la oportunidad de ver muchas películas de este director pero espero tener la oportunidad de verlas.

A mi parecer, la película maneja buenos elementos socioculturales, situaciones que pueden ocurrir en cualquier lugar y a cualquiera.
Es bien sabido que la prostitución es considerada como un problema para la sociedad, para muchas personas es una fuente de trabajo y es aquí donde se enfoca el director, hace resaltar la manera en que las personas se ganan la vida, en los problemas que se enfrenta uno en el mundo real y también hace resaltar que así como hay personas que quieren perjudicar, también hay personas dispuestas a ayudar.
Se puede ver claramente una distinción entre razas desde la perspectiva de los personajes y el cómo esa distinción puede llevar al racismo, al odio por los demás y a la destrucción entre las personas.
Desde el personaje principal que se empeña en hacer las cosas se puede mostrar un trastorno mental por parte de él y el cual lo impulsa a cometer todos sus actos.
Sin duda la película está muy bien desarrollada pero tiene sus detalles, tal es el caso de la sangre que se ve muy falsa, pero la trama hizo que quedara atrapado en lo ocurrido.